Taylor Swift, Serrat y una pizza “cojonuda”: Sánchez pasa la entrevista más desenfadada de la campaña con 'la Pija y la Quinqui'

El esperado fin de temporada del podcast La Pija y La Quinqui ha llegado este domingo con “Bizcochito en persona”, es decir, Pedro Sánchez. Los presentadores del programa estrella de la Generación Z daban la bienvenida al presidente del Gobierno, que ha apostado con esta entrevista para atraer el voto de los veinteañeros de cara al próximo 23J. La conversación, como todas las lideradas por Mariang Maturana y Carlos Peguer, fue espontánea y por momentos caótica, grabada en un rincón de los estudios de Spotify en Madrid, con los tres sentados en una mesa de dimensiones mínimas, lo justo para que el invitado no pueda escapar.

Sánchez no pareció necesitarlo. Sabía que no sería una entrevista al uso, pero entre risas ha salvado una conversación en la que han repasado desde los bulos que circulan por Internet, como su supuesto idilio con la mujer de Emmanuel Macron —“Me llevo muy bien con él y con su mujer”, ha zanjado tranquilamente— hasta su admiración por Taylor Swift, su lista de canciones de Spotify o que no le guste el reggaetón. Hasta ha intentado averiguar sin éxito si a los chavales les gusta “algo” de su época, pero le deben de ver un poco más mayor de sus 51 años porque le han contestado “me gusta Serrat... y Beethoven”. A Sánchez le ha hecho reír.

El paso de un presidente del Gobierno por un podcast como La Pija y La Quinqui no era muy predecible esta campaña. Así lo valen las miles de respuestas y me gusta que recibió el tuit del presidente con el que respondió a la invitación de Maturana y Peguer, “Decidme cuándo y dónde. Allí estaré”, escribió el pasado mes de junio. Sánchez reconoce ante los presentadores que más o menos conoció el podcast a través de sus asesores, pero no está la campaña como para desaprovechar oportunidades y si los jóvenes no aparecen por los mítines del PSOE, es mejor que Sánchez vaya a hablar con La Pija y La Quinqui. 

En un podcast donde reina cada semana la improvisación, el presidente sabía con toda seguridad que tendría que responder a una pregunta, la misma que todos los invitados: ¿eres más pija o más quinqui? Sánchez ha dicho que creció en Aluche y en Tetuán y no se ve ni de una ni de otra manera.  No es la única vez que se ha escaqueado. Charlaban los tres sobre Taylor Swift, el presidente aseguraba que le encanta, pero también las colaboraciones que ha hecho con Lana del Rey —“es otra artista que me gusta mucho”—, y a Peguer le ha entrado la risa. “Lo siento, es que me hace mucha gracia”. 

No sabemos si por escuchar a Sánchez hablando de Lana del Rey o porque se ha dado cuenta en ese momento de a quién estaba entrevistando, a un presidente del Gobierno que busca votos donde haga falta para conseguir la reelección. Incluso si eso requiere probar un trozo de pizza fría, por mucho que sea la pizza “cojonuda” de un restaurante madrileño.

Peguer le ha recomendado después que para ganar las elecciones tenía que decir “Me encanta Taylor Swift y la amo”, una especie de conjuro travieso para que los votantes de su edad apoyen a Sánchez. “Bueno, es que he leído que tú eres una swiftie”. La respuesta justifica el paso de Sánchez por este plató: el presidente demuestra que conoce el apodo de los seguidores de la cantante, y además emplea un pronombre femenino para dirigirse al jóven que se identifica como “la pija” del podcast.

Si los presentadores han consolidado la segunda temporada del podcast a base de sus charlas sin filtros sobre relaciones personales, la precariedad laboral o sus propias inseguridades, Sánchez se puso para la entrevista el único filtro que necesitaba. Casual, vestido con camisa rosa, el sentido del humor afinado y sin dar un solo patinazo. Daba igual si hablaban de perros, de series, de conducir —Sánchez lo echa de menos, a Peguer le aterroriza y Maturana teme hasta cruzar la calle—, de su familia, de cómo elegir estudios o lo que le gustaría al presidente poder ir a más festivales.

“¿Estabas haciendo algo?”, ha preguntado Peguer entre risas, y entre risas ha respondido Sánchez, “estaba haciendo muchas cosas”. El próximo domingo sabremos si la suma de todas ellas le valdrá la reelección.