Los han colocado a las 7.00 horas de la mañana, guiados por la Policía. Son dos tráilers colocados delante de la puerta de entrada de los coches de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, donde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha testificado este miércoles por el caso Gürtel. Fuentes policiales han confirmado a eldiario.es que esos camiones han sido alquilados por las Fuerzas de Seguridad, dependientes del Ministerio del Interior.
Así, los medios no se han podido colocar y tener buen tiro de cámara: se ha impedido el tiro de cámara desde arriba y a Rajoy saliendo del coche y entrando en la Audiencia. En principio, se esperaba que Rajoy entrase por la puerta principal, pero lo ha hecho a través de la entrada de vehículos, frente a la que estaban apostados los camiones.
La ubicación de los camiones, de alquiler, impiden que salvo las personas que trabajan en las unidades móviles que están en el camino de entrada, nadie más pueda apostarse para tomar fotos: hay que salir del perímetro que ha montado la policía. No hay más vehículos en el perímetro que rodea el edificio de la Audiencia Nacional.
Según los agentes de seguridad que están junto a la puerta, en esa zona no se puede estar porque es “zona de tránsito”, donde no se puede estar cuando hay juicios.
Execpcionales medidas de seguridad
El despliegue de medidas de seguridad ha sido inusual, incluso para tratarse de un acto en el que participa el presidente del Gobierno. Los agentes han montado un primer control de seguridad a 300 metros de la puerta de la Audiencia Nacional, donde se registraba las mochilas de los periodistas acreditados. Ya a la entrada de la sede había que atravesar otro control, el habitual para entrar al tribunal, donde las mochilas pasan por un escáner y hay que atravesar un arco detector de metales.
El PP alegó, en su intento de que Rajoy declarase por videoconferencia, que su desplazamiento necesitaba de unas medidas de seguridad extraordinarias. El tribunal se sorprendió de esa afirmación por ser la sede de la Audiencia Nacional un lugar más seguro que los “mercados” a los que Rajoy acude habitualmente durante las campañas electorales.
El Gobierno no ha compartido esa opinión y ha montado un dispositivo de seguridad que ha incluido cortar las calles aledañas, establecer un segundo control de seguridad y apostar dos camiones en la entrada.