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Una traviesa de 1886, imagen de la inversión del Estado en Extremadura

EFE

Mérida —

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Una traviesa de 1886 todavía en servicio en la línea ferroviaria Ciudad Real-Badajoz ha sido la imagen con la que el Gobierno de Extremadura ha ilustrado hoy la situación real de la región y de 127 años de inversiones del Estado.

De la treintena de hojas del dossier de la balanza financiera de Extremadura que se ha entregado hoy a los periodistas, en el acto de presentación en Mérida del informe, una ha estado dedicada exclusivamente a contar la historia de esta vetusta traviesa y recordar la España de entonces.

En la traviesa se ven las siglas MZA, correspondientes a la Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante, fundada en 1856 y que construyó entre otras la estación madrileña de Atocha.

Esta compañía se hizo en 1880 con la línea Ciudad Real-Badajoz y dejó de existir en 1941 al nacionalizarse todos los ferrocarriles españoles.

“¿Quién gobernaba en la España de 1886?”, se pregunta el dossier, y recuerda que las elecciones generales de ese año las ganó el liberal Sagasta y las perdió el conservador Cánovas, en un modelo político, el de la Restauración, basado en la alternancia de esos dos partidos.

La foto encabeza el informe y se repite después en el apartado de infraestructuras para ilustrar que Extremadura es la “gran olvidada” en este apartado, con tramos del siglo XIX que no permiten circular a más de 50 kilómetros por hora, como entre Castuera y Cabeza del Buey, al que pertenece la desde hoy famosa traviesa.

La “red más obsoleta del país” o la “isla”, como también se la define, es toda ella de vía única, de ancho convencional y sin electrificar y, por tanto, aunque no lo dice expresamente el documento, sin AVE.

El consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, ha exhibido hoy esta balanza frente a los datos “teóricos” de la fiscal que hará publica el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Otro ejemplo de los datos “reales” que contiene es que el trayecto Badajoz-Madrid son cinco horas en tren, lo mismo que viajar de la capital de España a Moscú en avión.

Son aspectos que reflejan que “Extremadura está como está” y que también hay que poner sobre la mesa de la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica, según el consejero, que desecha usar la balanza fiscal.

A Fernández le da igual cómo saldrá Extremadura en ella, “el secreto mejor guardado”, según ha dicho hoy a un periodista, porque son datos teóricos que no sirven para sacar conclusiones.

“Que cada uno se busque sus argumentos para negociar”, ha señalado el consejero, que no invita a sus aliados -Aragón, Asturias, Castilla y León, Galicia y La Rioja- a hacer lo mismo, aunque como ellos defiende que se tenga en cuenta en el nuevo modelo de financiación la dispersión y el envejecimiento.

Al consejero tampoco le interesa cómo se tomarán esta balanza Cataluña y los “tres tenores” del frente mediterráneo, un alusión a sus presidentes que usó en su momento y que hoy ha tachado de “anécdota”.

Carlos González de Rivera.