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El último capítulo por escribir de Ciudadanos: qué hacer con lo que queda del partido

El candidato de Cs a las elecciones catalanas, Carlos Carrizosa, y el jefe de campaña y eurodiputado Jordi Cañas

Carmen Moraga

Madrid —
24 de junio de 2024 22:00 h

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El domingo 9 de junio Ciudadanos desapareció del Parlamento Europeo, una de las últimas instituciones donde aún tenía representación. Con ello cerraba todo un ciclo político de 18 años desde su nacimiento en 2006 bajo el liderazgo de Albert Rivera. Aquella noche electoral, el candidato Jordi Cañas, y el líder en Catalunya, Carlos Carrizosa, dos de las caras más visibles que le quedaban al partido, admitían con tristeza una derrota sin paliativos que todas las encuestas habían vaticinado de antemano pero que ellos trataron de conjurar. A pesar del varapalo, en su comparecencia, Cañas daba a entender que el partido no se resigna a desaparecer, como terminó haciendo UPyD, de donde provienen muchos de los cargos de Ciudadanos, que vivieron también aquel agónico final.

Después de sus consecutivos fracasos en las urnas, y tras intentar aguantar unos años más, la formación magenta que lideró Rosa Díaz echó finalmente la persiana en diciembre de 2020, sin dinero, con deudas y con una orden del Juzgado de lo Mercantil nº 9 de Madrid que declaró su extinción como partido en el registro del Ministerio del Interior.

Ciudadanos en cambio tiene un remanente en caja que, a preguntas de esta redacción, las fuentes consultadas no han llegado concretar. Pero ya no van a recibir subvenciones públicas. Además de su fracaso en las europeas, el partido perdió en las elecciones catalanas los seis diputados que tenía en el Parlament. Tampoco logró representación en los recientes comicios vascos y gallegos, y lo mismo que le pasó en las generales de julio de 2023, cuando desaparecieron del Congreso y del Senado. Esto les obligará a mantener abierta únicamente la sede de Madrid como cuartel general ya que todavía les quedan unos 500 concejales repartidos por varios municipios de la  geografía española a los que seguirán “dando apoyo”. “Es lo más operativo para nuestros cargos y afiliados. Las sedes territoriales ya estaban cerradas al 90% y para septiembre estarán cerradas todas”, afirma a esta redacción el aún coordinador general, el navarro Carlos Pérez- Nievas, que confirma que el partido cuenta con “dinero suficiente para mantener una estructura sencilla y ser eficaces”. Incluso pronostica que podrían aguantar hasta la próxima legislatura municipal. “¡Solo llevamos un año! Y aún quedan tres”, exclama.  

Los planes más inmediatos de la formación son celebrar una Asamblea General extraordinaria, posiblemente en otoño, en la que se decidirá qué va ser de la organización. Así lo anunciaron los dirigentes que se mantienen en funciones en el Comité Permanente tras la reunión que mantuvieron al día siguiente de las elecciones europeas. “El futuro del partido lo decidirán los afiliados en esa Asamblea General. Y eso incluye valorar todas las opciones que los afiliados planteen en sus agrupaciones para ser tratadas en ese cónclave”, dice Pérez-Nievas, que reconoce que habrá “un cambio radical de estatutos, simplificando al máximo la estructura orgánica y territorial actual”. Entre las opciones de futuro que podrían plantearse están las de “resetear” Ciudadanos, integrase en otras formaciones, o bien convertirse en una Fundación, lo que les garantizaría recibir subvenciones públicas y mantener a los cargos que decidieran dirigirla.

En una carta enviada a la afiliación tras el fracaso electoral, que ha dado la puntilla al partido, tanto Jordi Cañas como Pérez-Nievas lamentaban los pésimos resultados obtenidos por Ciudadanos que confirman que Ciudadanos “no tiene actualmente el respaldo del electorado en España”. “Pese al esfuerzo titánico de nuestros candidatos recorriendo España de punta a cabo [lo que vaticinaban los sondeos] no se ha podido revertir” entonaban, mientras criticaban a aquellos exdirigentes que, después de abandonar Ciudadanos, decidieron impulsar nuevos proyectos para concurrir a las europeas, sin conseguir tampoco nada, en velada alusión al exportavoz parlamentario, Edmundo Bal, o la exeurodiputada Soraya Rodríguez. “Otras opciones, más o menos cercanas, que surgieron queriendo ocupar nuestro espacio y que contaron con el apoyo entusiasta de compañeros e incluso afiliados nuestros, como Cree-Nexo (9.000 votos), Izquierda Española (32.000) o Municipalistas (40.107), han fracasado con estrépito en su intento de ocupar nuestro espacio político”, dejaban caer.

Ambos dirigentes, sin embargo, se mostraban esperanzados de que esa próxima Asamblea “sea el renacer de Ciudadanos” y “no sea su final”. Pero, ¿de la mano de quién? Es otra de las preguntas que quedan por despejar. El partido está prácticamente sin dirección después de que Adrián Vázquez dimitiera como secretario general y aceptara, como muchos barruntaban, ir en la candidatura europea del PP después de fracasar en su intento de llegar a un pacto para concurrir los dos partidos juntos a las elecciones. Sus funciones las asumió de forma provisional Cañas, que ya había relevado a Patricia Guasp en la portavocía de la formación cuando la dirigente balear también se marchó.

Hace apenas unos días también tiró la toalla el excandidato a la Generalitat, Carlos Carrizosa, que ejercía como presidente del Comité Autonómico del partido en Catalunya. En una carta enviada a sus compañeros, a la que ha tenido acceso esta redacción, Carrizosa hacía esta reflexión: “Los últimos resultados electorales nos obligan a plantearnos reformas profundas en el Partido para seguir dando voz en el futuro al espacio político del centro liberal no nacionalista que existe y que estoy convencido que la sociedad añorará cuando la actual deriva política acabe decepcionando a la inmensa mayoría”. El exdirigente catalán anunciaba después que no se va a desvincular del todo de la formación ya que seguirá “aportando y ayudando con lealtad”.

En su mensaje, lanzaba duras puyas contra Adrián Vázquez, aunque sin citarlo. “Hemos vivido también defecciones y apuñalamientos a traición. Bastante pena tienen los mezquinos cuyas vergüenzas han quedado expuestas a todos”. “Entramos en una nueva etapa”, auguraba. “Por mi parte, también es una nueva etapa y la afronto con ilusión en lo personal y profesional, pero con la misma determinación de ayudar a este partido y a su gente, como he hecho desde 2006, a partir de ahora apoyando a quienes asuman responsabilidades en el futuro”, adelantaba también.

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