Los últimos de Ciudadanos buscan acomodo en otros partidos de la derecha

Carmen Moraga

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Ciudadanos acelera su descomposición interna. El terremoto que provocó la insólita decisión de la Ejecutiva –refrendada por el Comité Nacional– de no presentarse a las próximas elecciones generales del 23 de julio tras la debacle sufrida en las últimas municipales y autonómicas está llevando a algunos de sus dirigentes y cargos públicos a abandonar el barco antes de su definitivo naufragio. Las fugas han comenzado en Catalunya y en Madrid y todas, de momento, van en la misma dirección, es decir, hacia otros partidos de la derecha y la extrema derecha.

PP y Vox –e incluso el nuevo partido de Macarena Olona– pugnan por quedarse con el millón y medio de votos que logró en 2019 la formación que ahora se autodenomina “liberal”. Los de Alberto Núñez Feijóo, sobre todo, creen que van a lograr atraer a parte de los desencantados con Vox y a esos votantes de Ciudadanos que ahora dicen que se han quedado “huérfanos” tras la decisión de la nueva dirección de no acudir a las urnas. Y el desfile no ha hecho más que empezar.

El caso más notorio ha sido el de Marta Rivera de la Cruz, que dio el salto de Ciudadanos al PP, primero con Isabel Díaz Ayuso como consejera de Cultura y en estas municipales fue colocada por José Luis Martínez-Almeida en su lista para el Ayuntamiento de la capital como número 3. La sorpresa llegó poco después, cuando Feijóo decidió colocarla como número dos en su candidatura por Madrid del 23J. Pese a ello, el alcalde de Madrid, al que le pilló por sorpresa la decisión de Feijóo, la ha designado delegada del área de Cultura a la espera de ver qué ocurre en las generales. Si el líder del PP logra gobernar, el futuro de la ex de Ciudadanos podría estar en un ministerio.

Pero la fuga reciente que más daño ha hecho al partido que ahora lideran Patricia Guasp y Adrián Vázquez ha sido la de Nacho Martín Blanco. El hasta ahora portavoz de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya subió a principios de mes a la tribuna de oradores y, antes de comenzar su intervención, rendía un emotivo homenaje de despedida a la que ha sido durante muchos años líder del partido y todo un referente en Catalunya, Inés Arrimadas, que acababa de anunciar desde Madrid que abandonaba la vida política tras la debacle del 28M. La exlíder de Ciudadanos había sido una de las más fervientes defensoras de que la fomación no concurriera a las elecciones generales del 23 de julio, como refrendó el comité nacional.

Pese a haberse mostrado de acuerdo con esa decisión, Martín Blanco aquel día aún defendía la necesidad de mantener vivo a Ciudadanos. “Nuestro partido pasa por una situación delicada ciertamente, pero nuestro partido tiene futuro, tiene una importancia en Catalunya trascendental que yo creo que Inés Arrimadas encarna probablemente, junto con Albert Rivera, mejor que nadie”. “Inés ha sido una política de alcance histórico que será siempre recordada por los constitucionalistas de Catalunya”, afirmaba, entre los aplausos de su grupo, que en las últimas autonómicas, con Carlos Carrizosa como candidato, pasó de 36 diputados a quedarse con solo seis.

Ocho días después, el 12 de junio, Martín Blanco anunciaba que dejaba el partido, admitiendo que era “pesimista” sobre “la viabilidad” del proyecto. “Me voy de Ciudadanos porque he perdido la esperanza en la capacidad de este partido y su viabilidad en lo sucesivo”, explicaba en una rueda de prensa. A las pocas horas saltaba la noticia de que había fichado por el PP para concurrir como número uno por Barcelona en la próximas generales del 23J sustituyendo a Cayetana Álvarez de Toledo, a quien Feijóo ha asegurado un puesto en la lista de los populares en Madrid.

A muchos de sus compañeros de filas no les extrañó, ya que aseguran que llevaba bastante tiempo “acariciando esa idea” y en los últimos días negociaba su encaje en las listas de los populares. La dirección del partido no tardó en reaccionar para manifestar su “profundo malestar y decepción”. En un duro comunicado, señalaron que “cada uno pone precio a su dignidad y compromiso”, mientras desvelaban que después de su decisión de marcharse al PP se “entendía mejor” por qué, durante el debate que hubo en aquel consejo nacional sobre si concurrir o no el 23J, el diputado catalán, que también ostentaba una viceportavocía en la Ejecutiva de Ciudadanos, defendió la disolución del partido y del proyecto político.

Otros le han tildado de “traidor” y él les respondió en Twitter: “Llevo años haciendo política en mi tierra, Cataluña, en aras de la libertad y la unidad de España desde la razón y el respeto. Detesto las intrigas y el cainismo, así que hoy sólo puedo decir que es un honor unirme a Feijóo para devolver la sensatez al Gobierno de España”.

Nacho Martín Blanco había sido el fichaje estrella de Albert Rivera en vísperas de las históricas elecciones autonómicas de diciembre de 2017. El periodista y tertuliano fue compañero de dos de las figuras más destacadas entonces del partido: la que fue portavoz en el Parlament y en el Senado, Lorena Roldán; y la portavoz del Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, con la que sintonizó desde el principio. Curiosamente, la primera está en el PP y la segunda, en Vox. Roldán dio la espantada en 2021 al ver que Arrimadas la relegaba de un plumazo como candidata a la Generalitat y colocaban a Carlos Carrizosa en su lugar sin primarias ni nada. Y de Mejías se acaba de saber que va como número dos de la lista por Barcelona que encabeza el diputado de Vox en el Congreso Juan José Aizcorbe.

Carina Mejías dejó Ciudadanos en 2020 tras ocho años de militancia en la formación. Lo hizo tras mostrar su desacuerdo con el pacto sellado por Inés Arrimadas con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para alargar el estado de alarma en la última fase de la pandemia. En aquel momento ya no ocupaba ningún cargo público pero había sido diputada en el Parlament entre 2012 y 2015. Los siguientes cuatro años fue portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona y posteriormente ocupó el escaño del Congreso que dejó vacante Toni Roldán al dimitir. La trayectoria política de Mejías se asemeja a la de otros compañeros –como Juan Carlos Girauta– que han pasado por varios partidos. Antes de militar en Ciudadanos lo había hecho en el PP, con el que fue también diputada en Catalunya. Y ahora ha terminado en Vox. El nuevo fichaje de Abascal ha sostenido que Catalunya “necesita de una alternativa a las políticas del separatismo y la izquierda que tanto daño han hecho”.

La fuga del eterno crítico

Las fugas de Ciudadanos hacia el PP no se han quedado ahí. Otro ex de la formación, Pere Lluís Huguet, será cabeza de lista del PP por Tarragona. Huguet fue portavoz de Ciudadanos en la diputación provincial y concejal en la oposición desde 2019 en el Ayuntamiento de Salou, donde concurrió como número uno. Pero a finales de febrero pasado, dejó el partido. Ese mismo mes también se dio de baja como afiliada la senadora de Ciudadanos Ruth Goñi, que ahora aparece como número dos al Senado por Navarra con el PP, en donde milita desde entonces.

También va en las candidaturas populares como número 14 del PP al Congreso Aurora Nacarino, que fue diputada por Burgos con Ciudadanos pero perdió el escaño tras la disolución de la Cortes y la repetición electoral de noviembre de 2019.

Además, el PP ya incorporó en mayo a su fundación 'Reformismo21' al economista y exeurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano, que en julio del año pasado renunció a su acta parlamentaria para asumir una plaza de profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Alberto Núñez Feijóo llevaba tiempo cortejando a Garicano, al que algunos ya sitúan como futuro superministro de Economía si el PP logra gobernar.

El colofón de fugas de Ciudadanos a otros partidos lo ha puesto –de momento– el economista y tertuliano Juan Carlos Bermejo, que acaba de ser fichado por Macarena Olona para ir como cabeza de lista por Madrid el 23J en su nuevo partido, Caminando Juntos. El afiliado de Las Rozas fue en la candidatura crítica de Edmundo Bal en el duelo que el abogado del Estado mantuvo con Inés Arrimadas por las riendas del partido. Dado que Bermejo no ha anunciado que deja Ciudadanos, la dirección del partido le ha amenazado con abrirle un expediente de expulsión.