La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció este martes que hay “preocupación” por la rapidez con que se están dejando de hablar las lenguas indígenas de Panamá, y dijo que la desaparición de un idioma implica “la pérdida de identidad, cultura y costumbres”.
“Estamos bastante preocupados y no solamente aquí en Panamá. Es un problema mundial. Las lenguas se están perdiendo a una rapidez increíble, cada dos semanas desaparece una y Panamá no es una excepción”, aseguró a Efe la representante del organismo en Centroamérica, Esther Kuisch Laroche.
Si no hacemos nada para evitarlo, “a finales de este siglo más de la mitad de las lenguas (del mundo) habrán desaparecido”, apuntó Laroche, quien participó en el lanzamiento de una campaña de sensibilización para promover el uso de los idiomas indígenas en Panamá ideada junto a la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) y el Ministerio de Cultura.
En Panamá existen cerca de 400.000 indígenas, que representan alrededor del 11 % de la población total y que se agrupan en 7 etnias con sus lenguas propias: Emberá, Wounaan, Guna, Ngäbe, Buglé, Naso y Bri-Bri.
Gran parte de los indígenas panameños habitan en las cinco comarcas reconocidas legalmente y con autonomía propia (Embera-Wounaan, Guna Yala, Ngäbe-Buglé, Madugandi y Wargandi), mientras que el resto viven integrados en la capital o en comunidades aledañas a las comarcas, donde el uso de las lenguas indígenas no es oficial y se reduce solamente al hogar.
“Las lenguas no son solo una herramienta de comunicación ni un conjunto de reglas gramaticales. Es nuestra cultura, nuestra identidad, nuestros conocimientos tradicionales, hay conceptos o sentimientos que ni siquiera se pueden traducir a otra lengua”, agregó la representante de Unesco.
Al igual que en otros países de la región, Panamá aprobó en 2010 una ley que implanta en las cinco comarcas originarias la conocida como Educación Intercultural Bilingüe (EIB), un modelo que reconoce la diversidad cultural y combina la enseñanza en dos idiomas.
Unesco evaluará el año que viene junto con Unicef la implementación de este programa, que tiene “grandes obstáculos prácticos” como la capacitación de maestros bilingües, apuntó Laroche.
“El ngöbe no se escribe y por eso lo estamos perdiendo. Estamos trabajando en un abecedario, pero aún queda mucho por hacer”, admitió a Efe Emilio Venado, representante de ese pueblo originario de las montañas occidentales.
Según un reciente estudio del Banco Mundial, uno de cada cinco pueblos amerindios ha perdido su idioma nativo en las últimas décadas, y el 26 % de las más de 560 lenguas indígenas que aún se hablan en la región están en riesgo de desaparecer.