“La idea de un Estado centralista, uniforme y neoliberal ha fracasado. Se abre paso una agenda de defensa de los servicios públicos, de los derechos laborales y sociales, de lo común, de la fraternidad de los pueblos del Estado, de la res pública. Esa agenda es republicana”. Así concluía Pablo Iglesias este sábado su discurso de apertura del acto Caminando juntas, una suerte de mitin político y reunión de las direcciones de los diferentes partidos y grupos que conforma Unidas Podemos en todo el Estado para analizar el primer año de Gobierno de coalición con el PSOE. La del vicepresidente no fue la única intervención en este sentido. Los cuatro ponentes del día, Alberto Garzón, Ada Colau y Jéssica Albiach, además de Iglesias, plantearon un horizonte republicano y plurinacional en el medio plazo. Justo en la semana en la que han proliferado los pronunciamientos de militares retirados y las apelaciones directas a la intervención política del rey Felipe VI.
En su intervención en abierto, el secretario general de Podemos reivindicó “la perseverancia” de quienes han apostado desde el principio “por estar en el Gobierno y por haber sido capaces de construir una mayoría progresista y plurinacional que está llamada a convertirse en mayoría de legislatura y de dirección de Estado”.
Las referencias republicanas, plurinacionales y de incorporación a la llamada “dirección de Estado”, es decir, a que personas afines a un espacio político accedan, tras ocho década de exclusión, a los poderes públicos, más allá del Legislativo al que se accede por sufragio directo, no es nueva. Iglesias las ha planteado, por separado, desde el lanzamiento de Podemos. Y, ya juntas, a partir de 2017.
En varias ocasiones, el líder de Unidas Podemos ha planteado un horizonte en el que la Jefatura del Estado sea elegida por los ciudadanos y renovada de cuando en cuando. Esta vez también ha mencionado dicho horizonte como una tarea “de futuro”, encargada a las organizaciones juveniles de los partidos que integran Unidas Podemos: “Esa tarea es construir una nueva identidad y un movimiento republicano de futuro que nos haga avanzar hacia esa nueva república que va a ser una realidad en nuestra patria mucho más temprano que tarde. La república debe tener memoria pero ninguna nostalgia. República es, ante todo, juventud, feminismo y futuro”.
Lo que sí es nuevo es la consecución de una mayoría parlamentaria de 11 partidos que suman 189 diputados que han apoyado los Presupuestos del Gobierno de coalición, los primeros que no llevan la firma del PP desde 2012. Entre las formaciones que han votado sí esta semana en el Congreso están ERC, EH Bildu, el PNV, el PDeCAT o Compromís, de marcada y expresa vocación republicana.
Un bloque que, según las previsiones del Ejecutivo, se mantendrá durante toda la legislatura y permitirá poner en marcha no solo una “salida diferente a la de 2008” de la crisis económica y social provocada por la pandemia, sino también sentar las bases de un cambio institucional diferente al “centralismo españolista” desarrollado desde la restauración de la democracia. Unas derechas que, en opinión de Iglesias, “tienen muy difícil volver a gobernar en España” en un buen puñado de años “porque han perdido la posibilidad de dialogar y llegar a acuerdos con fuerzas políticas moderadas no españolistas y que siempre fueron claves para la gobernabilidad del Estado”.
“Hay que decir a los señores de las derechas, operen en el ámbito político, en el mediático o en cualquier otro, que El Estado, es de todos”, fue una de las ideas fuerza del discurso de Iglesias este sábado. Pero no fue el único que hizo referencias a la construcción de un bloque de gobernabilidad con un horizonte de acabar con la Monarquía. El coordinador general de IU, Alberto Garzón, está más acostumbrado a hacerlo. De hecho, IU tiene históricamente como misión a largo plazo instaurar una III República federal.
En su discurso, el ministro de Consumo apostó por “reforzar” el espacio político de Unidas Podemos y “preparar el escenario más optimista” en el que “se abre paso un camino de desarrollo, crecimiento, modernización, en un horizonte republicano y constituyente” ante unas “instituciones del 78 agotadas”.
La prueba de que ese horizonte es, por primera vez en décadas, plausible aunque sea en el medio o largo plazo está en “las ofensivas reaccionarias” que se están produciendo. “La derecha política en este país en inane”, dijo Garzón en referencia a PP, Vox y Ciudadanos. “El problema”, apuntó“, ”es la derecha sociológica e inserta en el Estado, en los medios de comunicación y en el Poder Judicial“.
“Frente a los que nos quieren ver en la cárcel o fusilados”, concluyó Garzón, “frente a esa España reaccionaria”, continuó, “se abre una España plural, plurinacional, que es una alianza republicana que tarde o temprano se abrirá camino. Hay que seguir empujando”.
Colau y Albiach: en defensa del “eje Mediterráneo”
La alcaldesa de Barcelona y líder del espacio político confederal en Catalunya, Ada Colau, también arrancó su turno aplaudiendo unos Presupuestos Generales “imprescindibles para reforzar servicios públicos, las infraestructuras y las necesidades básicas”. “Pero, como ha explicado Pablo, son algo más importante” dijo la alcaldesa ya que permiten “constatar que hay una mayoría amplia para impulsar todos los cambios que necesitamos”.
“Lo habíamos defendido especialmente en Catalunya, donde decían que España era irreformable”, recordó Colau. El espacio de los comunes logró la victoria en las elecciones generales de 2015 y 2016. Pero el procés los partió en dos y se los llevó por delante, especialmente tras el 1-O, la violencia policial jaleada por el “¡a por ellos!”, la reacción de Felipe VI y su discurso del 3 de octubre, y la aplicación del 155. En la consiguientes elecciones al Parlament, la candidatura que lideró entonces Xavier Domènech apenas aguantó con ocho diputados.
Tres años después, Colau se reivindicó: “Sabíamos que no era verdad” que España fuera irreformable, “porque hemos hecho muchas luchas compartidas contra los desahucios o por la sanidad”. “Hay una mayoría republicana, plurinacional, progresista que quiere poner a las personas en el centro. Defendimos, cuando nos llamaban ingenuas y equidistantes, que el único camino era el diálogo, la fraternidad. Eso se ha abierto camino tras un arduo trabajo con muchas dificultades. Nos decía que no se podía, pero se está pudiendo”.
También la candidata de Catalunya en Comú en las elecciones del próximo 14 de febrero, Jéssica Albiach, habló en su turno de ese horizonte. Y del frente que lo puede hacer realidad, en el que incluyó además la necesidad de construir un “eje Mediterráneo” que se contraponga al Madrid “excluyente” que se ha “convertido en un problema para el conjunto del Estado”.
Albiach apuntó que los inminentes comicios catalanes “afectarán al conjunto del Estado” y apeló a “construir una alternativa progresista al centralismo españolista que tiene en la señora Ayuso y en Vox sus expresiones más monstruosas”. “Son una oportunidad para que Catalunya y España dejemos de darnos la espalda y nos demos la mano”, zanjó.
Hemos empezado a trabajar con los compañeros del País Valenciano y de las Islas Baleares para construir este eje Mediterráneo desde el cual empujar y sostener políticas progresistas“, dijo. ”Construir estas alianzas es clave para avanzar hacia ese país republicano que sabemos que ya existe pero que tenemos que materializar“.
Un “país republicano” concluyó, que sirva “de contrapeso al trío de Colón, frente a la defensa de los privilegios, al dumping fiscal, a la desigualdad social, nosotros queremos un país más justo, solidario y equitativo. Donde los territorios nos miremos de tú a tú y construyamos un país de países más libre y democrático”.