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La derrota de Sánchez tras la falta de acuerdo con Unidas Podemos activa la cuenta atrás de la repetición electoral

Pedro Sánchez ha perdido la segunda y definitiva votación de la sesión de investidura. La abstención de Unidas Podemos le ha dejado con los mismos apoyos que cosechó el pasado martes, y aunque en esta ocasión solo necesitaba más votos a favor que en contra, se ha quedado lejos de conseguirlo. “Lamento constatar que persiste el bloqueo parlamentario”, expresó Sánchez desde la tribuna, a la que llegó sin haber sido capaz de cerrar un acuerdo con Pablo Iglesias tras 24 horas de negociación frenética y casi tres meses después de las elecciones del 28A.

El candidato a la investidura solo ha obtenido 124 'síes': los de la bancada socialista y el del diputado del Partido Regionalista Cántabro. En contra, los 155 votos de PP, Ciudadanos, Vox, Junts Per Catalunya, Coalición Canarias y Navarra Suma y 67 abstenciones. Además de Unidas Podemos, PNV y Bildu, se han abstenido los 14 diputados de ERC, cuyo portavoz, Gabriel Rufián, ha advertido a Sánchez e Iglesias de que “se arrepentirán” de no haber llegado a un acuerdo. También PNV y Compromís les han emplazado a llegar a un acuerdo que evite las elecciones, aunque todas las formaciones reconocen que en septiembre se complica por la sentencia del procés, que pondría más difícil a ERC abstenerse.

El fracaso de la investidura activa la cuenta atrás hasta las elecciones. Si no se celebra un nuevo debate en el mes de septiembre -y siempre que de esa votación salga investido Sánchez-, España afrontará sus cuartas elecciones generales en cuatro años el próximo 10 de noviembre. El candidato a la investidura ha dejado entrever que no tiene previsto volver a intentarlo en septiembre, como han dicho en Moncloa y Ferraz desde que Sánchez fue designado aspirante a la presidencia: “Hoy concluye la propuesta de investidura de las elecciones del 28 de abril y con ella se cierra el encargo que recibí del jefe del Estado”.

En las 48 horas que han transcurrido entre ambas votaciones PSOE y Unidas Podemos han sido incapaces de cerrar un acuerdo para formar un Gobierno de coalición. Los socialistas dieron por finalizadas las negociaciones en la tarde del miércoles cuando plantearon que era imposible acceder a las peticiones del partido de Pablo Iglesias y pusieron sobre la mesa su última oferta: una vicepresidencia de Asuntos Sociales y los ministerios de Vivienda, Sanidad e Igualdad.

Desde Unidas Podemos rechazaron esa oferta argumentando que bajo esas carteras apenas había competencias. El equipo negociador que encabezaba Pablo Echenique rebajó su propuesta inicial a una, presentada este jueves, que reclamaba para su partido una vicepresidencia social, Sanidad, Trabajo y Ciencia. Los socialistas la rechazaron al momento.

El cruce de propuestas se ha prolongado hasta el último momento. Durante su intervención, Iglesias lanzó la última: renunciaba a ocupar el Ministerio de Trabajo a cambio de poder desarrollar las políticas activas de empleo. Sánchez ha negado con la cabeza mientras Iglesias formulaba la propuesta que, según ha dicho, le ha planteado un “destacado” miembro del PSOE.

La encargada de trasladar el 'no' ha sido la portavoz socialista, Adriana Lastra, que ha acusado a Iglesias de querer “conducir un coche sin saber dónde está el volante”. Su discurso ha sido este jueves tan duro como el del propio Sánchez. “Nos dimos cuenta de que quería entrar en el Gobierno para controlarlo”, ha dicho sobre la propuesta que hizo Unidas Podemos el sábado, que pasaba por ostentar una vicepresidencia y cinco ministerios.

“Le hemos ofrecido una propuesta correcta, respetuosa y sensata”, ha dicho sobre la que fue la última proposición del PSOE a Unidas Podemos: una vicepresidencia social y las carteras de Igualdad, Vivienda y Economía Social, y Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo. “No hay humillación –ha señalado Sánchez sobre esa proposición que Unidas Podemos ha rechazado al considerar que no incluía las competencias que reclamaban para llevar a cabo sus políticas–. No conozco dirigente humillado ante una vicepresidencia o un ministerio de España”.

“Es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se ha querido negociar en 80 días”, le ha dicho Iglesias, que le ha emplazado a llegar a un acuerdo en septiembre: “No lleve a los españoles a elecciones. Negocie con nosotros desde el respeto”.

Adriana Lastra ha resumido la decepción que sentían los socialistas, pero también de los que podrían haber sido socios del Gobierno y aliados para sacar adelante la investidura: “Hoy no es un buen día, no lo es para la política, no es para esta Cámara y no lo es para nadie en este país que se considere de izquierdas”.

PP y Ciudadanos han aprovechado para cargar contra Sánchez: “Su investidura es la historia de un gran fracaso, y las consecuencias son en exclusiva responsabilidad suya”, le ha dicho Pablo Casado, que ha sacado a relucir la batalla entre PSOE y Unidas Podemos a costa de los cargos del Gobierno: “Para este viaje no hacían falta esas alforjas. Todo ha sido una encarnizada lucha de poder con sus socios de hace 15 años, solo les han importado los cargos y las prevendas de un Gobierno hipertrofiado”.

“El culebrón seguirá este verano porque la banda no se ha puesto de acuerdo en repartirse el botín, en repartirse España”, ha afirmado Albert Rivera, que a pesar de la derrota de Sánchez ha asegurado que sigue adelante con “su plan”: “¡Menudo espectáculo ha dado, haciéndoles perder el tiempo, la esperanza y las ganas a todos los ciudadanos! ¡La que nos ha liado su banda!”. “Esta riña que han protagonizado ustedes aquí, no es de verdad”, ha expresado el líder de la extrema derecha de Vox, Santiago Abascal.