La profunda remodelación del Gobierno emprendida por Pedro Sánchez este sábado no afectará a los cinco ministerios de Unidas Podemos, según ha confirmado elDiario.es de diversas fuentes. El jefe del Ejecutivo comunicó en la tarde del viernes sus intenciones a la hasta ahora vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, quien lidera el espacio del socio menor del Gobierno, tao y como ella le había pedido en las negociaciones de los días previos. Cuando terminó la cita, Díaz avisó a Ione Belarra e Irene Montero, por la parte de Podemos, a Alberto Garzón, por la de IU, y a Jaume Asens (comunes), de que la crisis no supondría cambios en el Ejecutivo ni reducción de la cuota de Unidas Podemos.
La reforma del Gobierno era algo que todo el mundo tenía claro que iba a suceder. Podía ocurrir antes del parón veraniego o al regreso, para hacerlo coincidir con los preparativos del congreso del PSOE. En Unidas Podemos pensaban que Sánchez había optado al final por esta segunda opción, pero el viernes todo se precipitó.
Fuentes del grupo confederal aseguran a elDiario.es que el presidente y la ahora vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ya habían departido sobre el asunto en las últimas semanas. La líder de Unidas Podemos le trasladó al presidente en esas negaciones que los cambios en su sector los deberían decidir ellos, y que optaban por mantenerse tal y como estaban.
El presidente del Gobierno aceptó. De hecho, el protocolo de funcionamiento de la coalición negociado a finales de 2019 entre el PSOE y Unidas Podemos, que estuvo representada por la hoy secretaria general de Podemos, Ione Belarra, establece en su punto número 19 que “en caso de reestructuración (...) se mantendrá el número de áreas gestionadas (...) y su peso relativo en el conjunto del Gobierno en los términos acordados al inicio de la coalición”. Y añade: “En caso de que la reestructuración implique una alteración sustancial de lo acordado previamente, las partes volverán a abordar las cuestiones esenciales que se planteen en relación con dicha reestructuración”.
En las últimas semanas desde Unidas Podemos se trasladó tanto al PSOE como a los medios que en caso de que el cambio en el Gobierno afectara a sus ministros aplicarían esa cláusula. En el espacio confederal sostienen que su representación en el Ejecutivo está infravalorada, tanto si se tiene en cuenta el peso electoral como el número de diputados que cada uno aporta a la coalición. Además, apuntan desde Podemos, la excusa de que no tenían experiencia previa de gestión, esgrimida en 2019 para dejarles fuera de determinados ministerios de Estado, para desgajar la Seguridad Social de Trabajo o para impedirles acceder a alguna Delegación de Gobierno, ya no podría aplicar tras año y medio en el Consejo de Ministros.
En Unidas Podemos creen que el patinazo comunicativo de Pedro Sánchez al responder a las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la necesidad de reducir el consumo de carne roja, ha precipitado la decisión del presidente. Incluso hay quien sostiene que la frase con la que intentó desautorizar a su ministro (“un chuletón al punto es imbatible”) ha sido el detonante de algunos de los movimientos anunciados hoy. De hecho, en las últimas semanas el nombre de Garzón se había barajado como uno de los posibles afectados por la remodelación. Incluso había sonado su nombre como posible candidato de Unidas Podemos en caso de que se adelantaran las elecciones en Andalucía, aunque él mismo ha negado tajantemente que quiera encabezar esa lista, que además debería enfrentarse no solo al PSOE, sino a otras hipotéticas candidaturas a su izquierda.
En Unidas Podemos han optado por no posicionarse en público sobre la remodelación del Gobierno, en tanto que solo afecta a la parte socialista. Pero es evidente que la salida del Carmen Calvo de la Vicepresidencia primera contrasta con el estirón que ha dado la ministra de Igualdad, Irene Montero, en las últimas semanas. Su pugna por las leyes de igualdad, especialmente la ley trans y la del solo sí es sí, ha sido una de las que ha protagonizado la primera parte de la legislatura. A esa salida se suma la de José Luis Ábalos. El secretario de Organización socialista y ministro de Transportes era el encargado de sacar a primera ley de vivienda estatal en democracia, negociada con la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Pero las conversaciones están bloqueadas ante las reticencias de Ábalos de introducir expresamente la bajada de precios del alquiler que recoge el acuerdo presupuestario firmado por ambos partidos a finales de 2020.
“Comprometido con los grandes retos del acuerdo de coalición”
Yolanda Díaz ha reaccionado a la crisis del Gobierno con una serie de mensajes en Twitter que han dejado claras dos ideas. La primera tiene que ver con las políticas reales que pueda poner en marcha el Ejecutivo y, en concreto, con el acuerdo de coalición al que se ha aferrado dada su minoría para arrancar algunas medidas al PSOE que el sector socialista se resistía a aplicar.
“Este Gobierno sigue comprometido con los grandes retos del acuerdo de coalición y tenemos que estar a la altura de las expectativas de la gente de nuestro país”, ha asegurado la ya vicepresidenta segunda. De hecho, buena parte del programa que pactaron Sánchez e Iglesias hace año y medio está todavía sin desarrollar, como la reforma laboral, la derogación de la ley mordaza o las ya mencionadas en materia de vivienda.
La otra tiene que ver con el medio y el largo plazo, con la batalla cultural por dominar el campo progresista y las políticas que lo conforman. Díaz sale al paso de algunos de los nombramientos de Sánchez, y del mensaje que ha lanzado cuando los ha comunicado a los españoles: “El futuro se escribe con la fuerza de las mujeres, de las personas trabajadoras y profesionales que cada día nos hacen crecer, sobre las alas de las ideas y de la diversidad. Hay un país en marcha que nos espera y estamos plenamente implicadas en esta tarea colectiva”.