UPyD ha anunciado oficialmente su disolución poco después de que la jueza del Juzgado de lo Mercantil nº 9 de Madrid diera la orden para que desapareciera como partido en el registro del Ministerio del Interior. La magistrada declaró su extinción como persona jurídica ante la imposibilidad de hacer frente a una deuda que mantenía con Beatriz Becerra, que fue eurodiputada y ocupó durante un tiempo el cargo de responsable de Comunicación. El actual líder de la formación magenta, Cristiano Brown, anunció entonces que iba a presentar recurso contra dicho auto pero al final ha decidido tirar la toalla y en una nota de prensa anuncian su disolución trece años después de su fundación.
En un comunicado que ha hecho público este domingo, UPyD se despide “recordando su papel en la transformación política que ha vivido España en los últimos años, centrado en tres importantes aportaciones que integran su legado político”, como “la ruptura del bipartidismo” o “la anticipación de la actual agenda política al poner sobre la mesa temas como la independencia judicial o la defensa del castellano”, entre otros asuntos.
Por último, el partido ha recordado su “lucha política y judicial contra la corrupción”, a través de su acción parlamentaria y las múltiples querellas que protagonizó, destacando la del caso Bankia. La formación explica que ha querido que este anuncio se realizase el Día de la Constitución “como símbolo de su razón de ser en defensa de la regeneración democrática”.
“La situación política española, cada vez más polarizada y estridente, ha dificultado la consolidación de un centro progresista, transversal y moderado que sin embargo sí tiene un espacio político propio entre los españoles”, ha lamentado UPyD en su nota de prensa. Ha adelantado que se compromete a “buscar nuevas fórmulas con las que volver a ser una herramienta útil para la sociedad”, dejando abierta la puerta a la integración en otro partido.