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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

El Vaticano designa un ayudante y posible sucesor para el primado irlandés

EFE

Dublín —

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El primado de la Iglesia Católica irlandesa, el arzobispo Sean Brady, confirmó hoy que el Vaticano ha designado a monseñor Eamon Martin como su nuevo coadjutor, lo que le convierte también en su posible sustituto para cuando abandone el cargo.

El cardenal Brady, de 73 años, continuará siendo arzobispo de la diócesis de Armagh y máximo responsable católico en Irlanda al menos hasta agosto de 2014, cuando cumplirá 75 años y tiene previsto abandonar el puesto de primado.

“Estoy encantado de que el hombre elegido sea monseñor Eamon Martin”, afirmó hoy Brady respecto a su nuevo ayudante, quien hasta ahora ha trabajado como administrador diocesano en la diócesis de Derry, en Irlanda del Norte.

El arzobispo reveló hoy durante una misa celebrada en la localidad de Armagh, al sur de Irlanda del Norte, que en 2010 pidió al papa Benedicto XVII la designación de un obispo coadjutor para ayudarlo en el proceso de transición y relevo al frente de la Iglesia católica.

“Mi solicitud ha sido hoy concedida y estoy muy agradecido al Santo Padre por haber accedido a mi petición ”, declaró Brady, quien ha estado al frente de la institución durante 16 años, los últimos marcados por los casos de abusos sexuales cometidos por religiosos en este país contra miles de menores.

El propio cardenal se vio salpicado por este asunto en marzo pasado, cuando los medios locales revelaron que, cuando era sacerdote en 1975, estuvo presente en dos reuniones en las que se pidió a dos niños víctimas de los abusos del cura Brendan Smyth que hicieran un voto de silencio.

Según aquellas informaciones, el primado no alertó entonces ni a los padres y ni a las autoridades civiles sobre los abusos porque, según explicó él mismo, participó en aquella investigación en calidad de mero administrativo, solo para tomar notas e informar a sus superiores.

Tras un periodo de “reflexión”, Brady anunció dos meses después que no iba a dimitir, aunque confesó que había pedido al Vaticano el nombramiento de un obispo que le ayudara “a desarrollar el vital trabajo de curación, arrepentimiento y renovación”.