De una ventaja de casi ocho puntos a otra de tres y medio. El final del verano ha desinflado las buenas perspectivas electorales del PP, que sigue como partido más votado, pero ha visto cómo se ha esfumado buena parte de la ventaja que amasó frente el PSOE en los últimos meses. El empuje del nombramiento de Alberto Núñez Feijóo da síntomas de agotamiento y el nuevo líder del PP afronta ahora un inicio de curso con un colchón electoral cada vez más fino y con Vox remontando a su costa.
La encuesta de Simple Lógica para elDiario.es muestra la foto fija de cara al nuevo curso político y a poco más de un año para las elecciones generales. Lo primero que muestra el sondeo de septiembre es que el PP continúa en ese descenso paulatino desde el techo al que le propulsó el relevo en la cúpula y la defenestración de Pablo Casado. Tras la crisis interna que supuso la caída del anterior líder, el partido se recuperó hasta tocar en julio una estimación de voto del 33%, tras practicamente engullir todo lo que quedaba de Ciudadanos.
Sin embargo, el final del verano ha devuelto al PP a porcentajes que se sitúan incluso por debajo del 30%. Según la encuesta de Simple Lógica, si ahora se celebrasen elecciones generales los populares obtendrían el 29,4% de los votos, una caída de dos puntos en un mes. Aún así, el partido de Feijóo se sitúa por encima de sus resultados en 2019 y en uno de sus mejores datos.
Las malas noticias para este partido tienen que ver con que el amplio margen del que gozaban sobre el PSOE se reduce. La distancia, que llegó a ser de casi ocho puntos, se sitúa ahora en 3,6. Los socialistas logran aguantar en este sondeo con una descenso mínimo de dos décimas, hasta el 25,8% de los votos, y se estabilizan en torno a esa cifra.
El PSOE llevan meses basculando entre el 25 y el 26% de los votos. No baja de ahí, pero tampoco es capaz de mejorar esos datos y acercarse al resultado que obtuvo en 2019, cuando recibió el 28% de los sufragios.
Parte de las malas noticias para el PP vienen por el lado de Vox, su competencia por la derecha. La formación de Santiago Abascal llevaba dos meses a la baja tras caer casi cinco puntos después de sus malos resultados en Andalucía, pero ahora ha remontado.
Pese a que sus dirigentes estuvieron casi desaparecidos este verano y al abandono de la política de su candidata andaluza, Macarena Olona, la extrema derecha pasa del 14,5% de agosto al 17,3% de septiembre, y acaba con la fuga de votos que se había producido en paralelo al ascenso del PP.
Por su parte, Unidas Podemos sufre una fuerte caída en este sondeo, que le deja por debajo del 10% de los votos, algo que no ocurría desde hace más de un año. Si ahora se celebrasen elecciones, la coalición obtendría un 8,8% de las papeletas, lejos del 13% de 2019. Respecto a agosto, la formación se ha dejado 1,8 puntos.
Por último, Ciudadanos remonta, aunque sigue en la irrelevancia, por debajo del 3%. El partido de Inés Arrimadas se haría ahora con el 2,9% de los votos, una subida significativa respecto al 1,6% de hace un mes, pero que le deja aún muy lejos de sus últimos resultados electorales.
Los datos de transferencia de voto muestran que los votantes que pierde Ciudadanos se marchan al PP, que es además el partido que mejor retiene a sus electores (71%).
Las transferencias de votos del últimos mes vuelven a ensanchar la distancia entre bloques ideológicos, que se había estrechado en los últimos barómetros, pero que ahora se sitúa en 13 puntos, con los partidos de derechas sumando el 50% de los votos si ahora hubiese elecciones generales.
Yolanda Díaz, la más valorada
La vicepresidenta del Gobierno repite en este sondeo como la política que consigue un índice de aprobación más alto, que en el mes de septiembre se sitúa en el 35,2%, seguida del presidente del Gobierno (32,8% y del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo (30,3%). Santiago Abascal (16,9%) repite como el político que genera más desaprobación entre los encuestados.
El apartado de la valoración indica que prácticamente todos los líderes han empeorado en valoración en el inicio de curso, con un descenso especialmente pronunciado entre los cuatro políticos que hasta ahora mostraban mejores datos.