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El viaje de Errejón

EFE

Madrid —

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Por los acontecimientos que se han sucedido, cuesta creer que se cumpla solo un año desde que Íñigo Errejón emprendió su camino al margen de Podemos, un viaje solitario en el que ha encontrado alguna satisfacción pero más sinsabores.

Desde su tribuna en las últimas filas del Parlamento vio el 5 de enero cómo su examigo y compañero de batallas Pablo Iglesias abrazaba a Pedro Sánchez tras la investidura del socialista que aupaba al líder de Podemos a la vicepresidencia. Había conseguido el objetivo con el que ambos fundaron Podemos: gobernar.

“Esta es una gran oportunidad histórica. Enhorabuena por el acuerdo, y muchas gracias, señor Sánchez. Enhorabuena por el acuerdo, y muchas gracias, Pablo”, dijo Errejón antes de chocar la mano a Iglesias en un gesto tímido, que quizá escondía gran carga emocional.

EL DÍA EN QUE ERREJÓN DIO LA CAMPANADA

Tal día como hoy de 2019, Podemos se despertó en su quinto aniversario con la noticia de que Errejón se desmarcaba del partido del que fue fundador para vincularse al proyecto de Manuela Carmena y extender a la Comunidad la marca “Más Madrid”.

La noticia dejó al partido sin candidato a cuatro meses de las autonómicas de mayo y descolocó a Iglesias en su baja por paternidad, que no tardó en responder que estaba dispuesto a apartarse de las municipales para no competir contra Carmena, pero daría la batalla en la Comunidad.

“Íñigo no es Carmena”, zanjó Iglesias. Y la guerra interna de Podemos se trasladó al marco electoral.

Errejón dejó su acta como diputado de Podemos el 21 de enero después de que el secretario de Organización, Pablo Echenique, le reprochara que seguía en su puesto porque “de algo tendrá que vivir” hasta mayo.

IGLESIAS PIERDE MADRID

Los días, de intensos, parecían semanas, y la dirección de Podemos se apresuró a buscar al candidato para competir contra Errejón. Costaba encontrarlo y el líder de Podemos en Madrid, Ramón Espinar, prefería no salir a perder.

Espinar acabó dimitiendo de todos sus cargos, al tiempo que la mayoría de los líderes autonómicos clamaban formalmente por sellar la paz y evitar que el partido se desplomase.

Finalmente, Iglesias rebajó el tono: “Errejón no es un traidor” y “debe ser un aliado”, dijo entonces a su dirección para calmar los ánimos, pero sin renunciar a su plan.

ISA SERRA DICE SÍ

Tardó un mes en encontrar candidata: La diputada madrileña Isa Serra fue la elegida como competidora de Errejón con menos de dos meses para preparar la campaña contra el cofundador de Podemos y la derecha madrileña.

Entre tanto, el líder de Más País vivió su época dorada formando un tándem con Carmena en el que parecía beneficiarse del tirón de la alcaldesa.

Y en el otro lado Iglesias sufrió en las elecciones del 26 de abril un retroceso histórico de su grupo -42 diputados- y se aferró a negociar un gobierno con el PSOE.

ADIÓS A LA ALCALDÍA

Después vino una campaña electoral vistosa de Carmena y Errejón: acudieron a una discoteca, se codearon con el cineasta Pedro Almodóvar y consiguieron que numerosos madrileños llenasen los carteles de la capital con banderolas de sus caras.

Pero el día de la verdad (26M), el “errejonismo” perdió su gran bastión, el Ayuntamiento, y la izquierda se quedó en la oposición en la Comunidad.

El electorado madrileño dio 20 escaños a Errejón en la Asamblea y 7 puestos a Podemos, o lo que es lo mismo, refrendó su proyecto por encima del de Iglesias.

LA PLATAFORMA DE LANZAMIENTO

Errejón se instaló en la Asamblea madrileña aunque sus apariciones fueron bastante más esporádicas de lo normal para un portavoz.

Sus planes eran volver a la arena nacional a más largo plazo, pero tras la investidura fallida de Sánchez en julio muchos ojos viraron a él. ¿Era su momento?

No lo confirmó hasta que se convocaron las segundas elecciones y dio el salto como candidato a la Presidencia con “Más País” con el fin de atraer a los enfadados por la repetición electoral y la incapacidad de PSOE y Podemos de llegar a acuerdos.

UN CAMINO DE INFORTUNIOS

Errejón encontró más piedras de las que esperaba en la campaña, la expectación dejó paso a encuestas cada vez menos halagüeñas, dificultades para formar lista en Barcelona y el primer plantón de una de sus dirigentes, Clara Serra.

Se dibujaba cada vez más difícil el objetivo de formar grupo propio en el Congreso.

Aún así, con un presupuesto limitado y cada vez menos atención mediática, recorrió España con su lema “Avanzar, desbloquear”. Pero la entrada en escena del 'factor catalán' ya había virado el eje del conflicto PSOE-Podemos sobre el que había basado su campaña.

RESULTADO, TRES DIPUTADOS

Más País concurría a las generales con el deseo de ser “decisivo” para formar un Gobierno progresista, pero logró solo tres diputados y uno de ellos Joan Baldoví (Compromís) ya estaba en el Congreso.

Errejón negó no haber logrado sus expectativas. “Conozco a Íñigo Errejón. Sé que hoy es el día más difícil de su vida y le mando un abrazo solidario”, dijo Iglesias esa noche electoral.

Solo dos días después Unidas Podemos y el PSOE anunciaban su pacto para un gobierno de coalición.

El líder de Más País saludó inmediatamente el acuerdo, avanzó su disposición para que sumara mayoría y se retiró del foco.

Desde entonces, y con las Navidades de por medio, poco se ha dejado ver Errejón en la Cámara Baja. Ha encontrado acomodo en las últimas filas y desde allí dio su “sí” prácticamente sin condiciones al pacto Sánchez-Iglesias.

¿QUÉ SERÁ DE “MÁS PAÍS”?

Un año después de dejar Podemos, Errejón no ha aclarado qué va a hacer con la plataforma Más País que pretendía convertir en un partido que aunase las voces que no cabían en Podemos.

Sus colaboradores más cercanos se enorgullecen de su regreso al Congreso. Pero: ¿Y ahora qué? ¿Habrá valido la pena?

Por Lourdes Velasco