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Martínez-Pujalte recibió abonos en un año por valor de 3,5 millones de euros siendo diputado

El exdiputado Vicente Martínez-Pujalte, investigado por presuntos delitos de falsedad documental y cohecho por su actividad en su consultora Sirga Siglo XXI y que presuntamente facturó a empresarios del PP por trabajos inexistentes, recibió abonos por valor de 3,5 millones de euros en sus cuentas en el año 2015, según un informe que ha remitido la Agencia Tributaria a petición del juzgado de Instrucción número 49 de Madrid que instruye la causa. Durante ese año, Martínez-Pujalte era diputado.

En la información que ha remitido Hacienda, aparece el apunte “suma de abonos en las cuentas”, que se hace constar en casos en los que existe la sospecha de blanqueo de capitales, y cuando el total supera los tres millones anuales. Esos 3,5 millones de euros registrados hace un año no aparecen en las cuentas actuales de Martínez-Pujalte. El exdiputado solo llegó a ahorrar unos 200.000 euros anuales, según figura en el informe elaborado por Hacienda.

“Son abonos porque tenía un depósito a dos meses que iba renovando, y que la agencia tributaria suma hasta los 3,5 millones”, afirma Pujalte.

Su época de bonanza económica no empieza con la consultora, constituida en 2008 y disuelta en agosto de 2015, sino a partir de 2011. Según la declaración de bienes que realizó como diputado ese año al disolverse las cortes antes de las elecciones que ganó el PP, en septiembre de 2011, Pujalte tenía 175.000 euros en sus cuentas y un plan de empleo con 179.000. La información de la Agencia Tributaria da datos algo menores al cierre de ese año: 279.000 euros.

2011 fue el año en que Sirga XXI realizó supuestos trabajos para Scardovi y Karistia, las sociedades de los entonces también diputados Pedro Gómez de la Serna y Gustavo de Arístegui, que le pagaron cada uno 23.010 euros. La causa de estos dos últimos, que actuaban como comisionistas en operaciones públicas internacionales, se encuentra en la Audiencia Nacional.

El 2012 tampoco fue malo para Martínez-Pujalte. Terminó el año con un saldo de 289.000 euros, pero es en 2013 cuando sus ahorros se duplican y alcanzan los 540.000 euros. La racha siguió en 2014, que cerró con 701.000 euros acumulados. En 2015 la mitad del ahorro desaparece. Cierra el año con un saldo de 364.000 euros, a pesar de que Hacienda ha detectado 3,5 millones de euros que entran en sus cuentas y cuyo destino por ahora está sin explicar.

Estos enormes ingresos distan mucho de justificarse con lo que cobraba como diputado. Su sueldo anual en el Congreso era de 76.000 euros brutos: 39.394 euros de salario base, 14.650 por su puesto de portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Economía y 21.886,32 euros por dietas de manutención y alojamiento.

Tampoco puede apoyarse en las cuentas de Sirga XXI, la consultora, ya que siempre contó con un socio al 50%: la entonces senadora Ana Torme hasta el año 2011 y el exasesor de Aznar Jaime Marín Cozar después de esta fecha y a través de una sociedad. Los ingresos de Sirga XXI oscilaban entre los 100.000 y los 150.000 euros anuales, también lejos de las cifras millonarias que Hacienda ha registrado en 2015 e incluso del aumento registrado entre 2013 y 2014.

El pasado martes, Vicente Martínez-Pujalte y Ana Torme declararon ante la juez que instruye la causa. El primero no desvinculó a su exsocia de su sospechosa actividad en ningún momento. A preguntas de la fiscal y de la juez sí precisó que había creado la consultora para asesorar a Collosa (con la que firmó un contrato antes de que existiese Sirga), que había desarrollado una actividad de carácter mercantil y que nada había estado relacionado con ninguna Administración pública.

Ana Torme mantuvo que cuando entró a formar parte de Sirga lo hizo para encargarse de un proyecto de “unos músicos” amigos de Martínez-Pujalte. Antes, a través de un escrito, había desvelado a la Fiscalía de Valladolid, la primera que investigó el caso, que fue engañada por Martínez-Pujalte, De la Serna, Arístegui y el exdiputado Alejandro Ballestero. La exsenadora se vio en medio de una investigación por falsedad y cohecho de la que decía desconocer todo.

El caso arrancó en Valladolid escindido de la Trama Eólica, que ahonda en presuntas comisiones de 110 millones pagadas por las eléctricas a altos cargos de la Junta de Castilla y León y empresas afines por la concesión de parques para molinos de viento. Una de las empresas beneficiadas, la constructora vallisoletana Collosa, aparecía también como pagadora en la consultora de Federico Trillo, Estudio Labor S.L ( 354.560 euros en casi tres años) y en la de Martínez-Pujalte (75.000), todo ello por “asesorías verbales”.

La Fiscalía, que solicitó copia de los trabajos supuestamente desarrollados por Sirga XXI, no recibió todos. De los remitidos, dos eran exactos excepto por el título y otros se habían copiado de internet. Según la fiscal jefe de Valladolid, las facturas eran simuladas en la mayoría de los casos.

Una vez que el escándalo saltó, Torme, siempre según su versión, supo que algunos clientes de Sirga “eran miembros del Partido Popular” a los que ella conocía “desde hacía años”, como es el caso de Arístegui y De la Serna. “La evidencia de que mi socio me había ocultado que teníamos clientes que además eran amigos míos supuso algo más que una desagradable noticia: fue la constatación de una verdadera ocultación de datos”, aseguraba.

Pero además, subrayaba que “lo verdaderamente trascendente” es que “disimulado dentro del nombre de una sociedad limitada” tres personas de su partido (el PP), y dos “muy próximas” a ella, facturaban a su empresa sin que ella tuviese conocimiento, y apuntaba directamente a los dos ya mencionados (Arístegui y De la Serna) y Ballestero.

Torme sostenía también que la coincidencia de remuneraciones y de conceptos en las tres empresas “se convierte en algo con apariencia irregular”. También detallaba que la mayoría de las empresas para las que Sirga trabajó tenían como administradores o consejeros a personas del PP y que algunos de ellos estaban vinculados a escándalos de corrupción.

La Agencia Tributaria también ha remitido al juzgado el estado de cuentas de Ana Torme, cuyos saldos no han registrado cambios relevantes.

Corrección: una primera versión del artículo indicaba que Pujalte había recibido 3,5 millones de euros en ingresos en su cuenta corriente, según un informe de la Agencia Tributaria. La forma correcta de describir esos movimientos es abonos. Vicente Martínez-Pujalte no quiso hacer declaraciones en su momento, pero posteriormente sí dio su versión indicando que se trataba de un depósito a dos meses que iba renovando. La suma de esos abonos alcanza los 3,5 millones cifrados por la Agencia Tributaria.