Vidal-Quadras pide no votar a partidos “viejos” con candidatos “designados por SMS”, en alusión a Cañete

El presidente de Vox y candidato del partido a las próximas elecciones europeas del 25 de mayo, Alejo Vidal-Quadras, ha propuesto que en dichos comicios no se vote a formaciones “cuyo cabeza de lista no haya sido elegido en elecciones primarias internas” y haya sido “designado por SMS”, en alusión al cabeza de lista del PP, Miguel Arias Cañete.

Según ha manifestado este lunes durante su conferencia 'Una España para Europa' en los Salones del Club Siglo XXI en Madrid, no votar a “los viejos partidos” y así “castigarlos por uno de sus más ofensivos abusos”, tendrá “una fuerza limpiadora de extraordinarias consecuencias”.

Para Vidal-Quadras que Cañete haya sido “designado por SMS” quiere decir que “se ha tocado fondo en cuanto a la degradación del sistema democrático”. Además, ha criticado que Cañete considerara “un honor” ese “humillante premio” y cree que “hay que poner en marcha urgentemente una nueva opción política con el fin de salvar la dignidad colectiva”.

Así, ha abogado por la “democracia interna” de los partidos y ha criticado que se controlen “férreamente las listas”. “Hay que poner a los que hoy controlan el sistema ante el espejo de su ilegitimidad”, ha zanjado.

Por este motivo, ha insistido en que Vox defiende que “la solución cambiar”: “Cambiar, sobre todo, de protagonistas de la escena política para dar entrada a nuevas opciones libres de lastres e intereses adquiridos que representen fielmente a sus electorados”.

RECONVERSIÓN DEL ESTADO

En opinión de Vidal-Quadras es necesaria una “reconversión del Estado” para solucionar los problemas actuales y para “sacar la cabeza en Europa”. En su opinión, los dos partidos que “protagonizan” la vida pública “han erigido un Estado que succiona la savia de la Nación” y que “la consume en forma de subvenciones, duplicidades e ineficiencias”.

Sin embargo, ha afirmado que tanto el PP como el PSOE “impiden la reforma del Estado por ser las principales beneficiarias de su tamaño desmesurado” así como del “despilfarro de las Administraciones”. “O reconvertimos el Estado o el Estado acaba con la Nación”, ha justificado.

En general, ha criticado las “recetas fracasadas” que defienden ambos partidos porque, a su juicio, “ninguno ha dado síntomas de haber entendido el alcance y la malignidad de las patologías” de España. En concreto, se ha referido al Gobierno actual ironizando: “Quizá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo haya hecho y el común de los mortales no lo sepamos dada su afición al enigma de revelación lenta”.

Asimismo, se ha referido a aquellos que “impulsan desafiantes proyectos de secesión” afirmando que “los nacionalistas no son integrables por la sencilla razón de que no desean integrarse”. A su juicio, frente a los avances “separatistas” de “políticos que se sitúan extramuros de la Ley y de la Constitución”, hay que “condicionar” la ayuda financiera extraordinaria a la Generalitat catalana.

En este sentido, cree que Cataluña está en manos de “ilusos” ya que “una vez agotados los límites del diálogo” solo queda una herramienta “para defender la libertad”, que es “el rigor de la ley” y “la firmeza para hacerla prevalecer”.

Además de la democratización interna de los partidos políticos, Vidal-Quadras ha hecho hincapié en otras medidas defendidas por Vox como el replanteamiento del Estado de las Autonomías, la separación de poderes o la reforma del sistema de pensiones.

También ha apostado por el “cierre o la privatización” de entidades públicas “cuya contribución a la creación de riqueza o cuyo beneficio social no quede inequívocamente probada”, y ha defendido el “cierre de Radio Televisión Española (RTVE)”.

De igual forma, ve necesario “un examen pormenorizado” de las subvenciones con fines “absurdos” o que “se destinan a juergas sindicales”. Es más, ha apostado por “la eliminación de las subvenciones públicas a partidos, sindicatos y organizaciones empresariales”.

Para “animar” la economía y la ocupación, ha apostado por fomentar el ahorro para reducir la deuda en España y por disminuir el peso del sector público del “47 por ciento del PIB al 40 por ciento”.