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El 'búnker' del PSOE se moviliza contra el pacto con Podemos

El exministro del Interior socialista José Luis Corcuera en una imagen de archivo / Foto: EFE

Carmen Moraga / Irene Castro

Que la vieja guardia del PSOE está en contra de pactar con Podemos no es ningún secreto. Pero en los últimos días los movimientos se han intensificado. La última maniobra prevista es una reunión de exdirigentes socialistas –algunos de ellos antiguos guerristas– que compartirán mesa y mantel este jueves en Madrid para analizar la situación del partido. La dirección del PSOE está actuando con cautela tras el ofrecimiento de Pablo Iglesias de apoyar su investidura a cambio de un acuerdo programático y de entrar en el Gobierno con varias carteras y una vicepresidencia, pero Ferraz no ha cerrado la puerta a la posibilidad de llegar a una alianza.

La situación que atraviesa el partido preocupa en la conocida como vieja guardia de la que forman parte exdirigentes que ocuparon destacados cargos en los distintos gobiernos socialistas. La preocupación la manifestarán un grupo de ellos en la comida que han organizado este jueves en el restaurante de un hotel del Madrid antiguo. Entre los impulsores figuran el exministro de Interior, José Luis Corcuera, y el expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina.

El grupo tiene intención de hacer público un comunicado en el que, además de reflexionar sobre la situación que se ha creado tras las elecciones generales, aportarán algunas de las soluciones que creen que debe adoptar el PSOE por el bloqueo que se ha generado ante la investidura de Mariano Rajoy o de Pedro Sánchez. “Es urgente enderezar el rumbo del PSOE”, afirman los organizadores del almuerzo.

“No hay nada raro ni conspirativo. Es una reunión de amigos en la que nos vamos a sentar para charlar sobre la situación política y a opinar sobre lo que creemos que el partido está haciendo bien y mal”, aclara uno de los organizadores del encuentro. “Nos reunimos de vez en cuando con espíritu crítico para hablar de todo un poco sobre las cosas que están pasando ya que no tenemos en la actualidad ningún canal dentro del partido para expresarnos”, añaden.

A la cita han sido invitados cerca de una veintena de exdirigentes y antiguos cargos socialistas, algunos de los cuales han declinado asistir, como Juan Barranco, exalcalde de Madrid. O Antonio Miguel Carmona, defenestrado por Sánchez como portavoz municipal en Madrid, y que asegura haberse enterado del encuentro tras la llamada de esta redacción. Otros dudan si hacerlo, como Francisco Fernández Marugán, que ni siquiera ahora es afiliado del PSOE dado que tuvo que renunciar a ello tras ser nombrado adjunto a la Defensora del Pueblo.

Entre la lista también figura José Acosta –expulsado del partido por su implicación en el caso de las tarjetas black de Caja Madrid– y Juan José Laborda, así como algún empresario militante del partido, que transmitirá la inquietud que hay en su gremio ante un posible pacto del PSOE con Podemos.

Según las fuentes consultadas, al almuerzo se espera que asista Alfonso Guerra como máximo exponente de esa vieja guardia que contempla “alarmada” lo que está ocurriendo tras el resultado de las pasadas elecciones generales. Pero no irá Felipe González.

'No' a Podemos

El exvicepresidente del Gobierno se pronunció en un artículo en la revista Tiempo sobre la “dificultad insalvable” que comporta la propuesta que realizó Sánchez desde Portugal de un “Gobierno de izquierdas”: el apoyo que ha pedido Podemos a lo que él califica como “un proceso difuso, el inventado derecho a decidir” en Catalunya. Guerra tampoco descarta que se repitan las elecciones o que el PP logre gobernar gracias a la abstención del PSOE, aunque reconoce que esa opción, así como la posibilidad de un gobierno de coalición con Mariano Rajoy, Albert Rivera y Pedro Sánchez, no tendría el respaldo de los militantes y votantes socialistas.

Felipe González sí ha mostrado su animadversión hacia Podemos durante la campaña electoral. El expresidente, no obstante, es partidario de que el PSOE deje, mediante la abstención, que el PP se mantenga en el poder, según publicó Informativos Telecinco. Algo en lo que insiste en una entrevista publicada en El País, donde pide que ni PP ni PSOE impidan al otro gobernar si uno de ellos no logra los apoyos suficientes para hacerlo.

Algunos de los exdirigentes que asistirán al almuerzo en el hotel madrileño no están del todo a favor de las tesis de Felipe González. En este sentido, creen que lo que no puede hacer el PSOE en estos momentos “es romperse y menos para salvar a Rajoy”. “Como presidente del Gobierno que es aún Rajoy es de una gran inmoralidad política lo que está haciendo”, señalan en conversación con esta redacción.

Sí al PP pero sin Rajoy

Una de las posturas más defendidas por los miembros de ese grupo, sobre todo después del escándalo que ha terminado por estallarle al PP en Valencia, es pedir que cualquier acuerdo con el PSOE pase por que “Rajoy se vaya”, que dé paso a otro dirigente del PP para poder sentarse a hablar de apoyos. Con Podemos ninguno quiere tratos.

Otros arremeten contra César Luena, al que consideran uno de los “peores” secretarios de Organización que ha tenido el PSOE. “A mí me produce arritmias escucharle. Oír a este chico, especialista en montar gestoras, es que impresiona”, afirma sin tapujos el exministro José Luis Corcuera, que ha llegado a pedir su dimisión y la de Sánchez por los resultados del PSOE en Madrid, circunscripción que encabezaba el candidato y en la que quedaron relegados a la cuarta posición.

A estos movimientos se suma el de varios exministros socialistas que, junto a sus homólogos de PP y UCD, apuestan por un gobierno de “gran coalición” apoyado en “dos o tres partidos constitucionalistas”. La idea parte de la Fundación España Constitucional, cuyo patronato está presidido por la exministra en un Gobierno de Zapatero Cristina Garmendia a quien acompañan, entre otros, Eduardo Zaplana, Elena Salgado, Carlos Solchaga o José Bono.

El expresidente del Congreso fue uno de los principales apoyos de Sánchez en las primarias para hacerse con el liderazgo del PSOE tras la marcha de Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero en los últimos meses se ha distanciado del secretario general hasta el punto de apoyar al que fue su rival en esa competición, Eduardo Madina, antes del 20D. En Ferraz no gustó la reunión en la que participó junto a José Luis Rodríguez Zapatero y Emiliano García-Page con Pablo Iglesias e Iñigo Errejón hace algo más de un año.

Pese al disgusto de la vieja guardia por la posibilidad de que Podemos acabe aupando a Sánchez a Moncloa, la dirección del PSOE y los barones han dejado claro por el momento que no permitirán de ninguna manera que gobierne el PP –con o sin Rajoy– y Sánchez tiene la puerta abierta a pactar con Iglesias si renuncia a la consulta en Cataluña, que es el margen que le han dado los dirigentes más críticos.

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