Villarejo anotó las maniobras con un juez decano de Madrid para salvar a Esperanza Aguirre del banquillo
El diario del comisario Villarejo confirma las maniobras para torpedear la investigación judicial a Esperanza Aguirre abierta por su fuga de la Policía Municipal en pleno centro de Madrid en abril de 2014. Al tiempo, las notas del comisario suman nuevos protagonistas a la trama, entre ellos el que fue decano de los jueces de Madrid José Luis González Armengol. “Quiere a toda costa que ayudemos a la Espe”, escribe el policía el 10 de septiembre de 2014 refiriéndose al magistrado. El 1 de octubre, Villarejo anota: “Armeng Jl. Llama a última hora para agradecer en nombre de Espe la ayuda recibida”.
Aguirre detuvo en la tarde del 23 de abril de 2014 su coche en el carril bus de la Gran Vía, una de las principales arterias madrileñas repleta de cámaras de seguridad y vigilancia policial, para bajarse a sacar dinero de un cajero automático. Cuando dos agentes se acercaron y le pidieron la documentación, ella subió al vehículo y huyó, arrollando una de las motos de los policías municipales, quienes emprendieron una persecución hasta el domicilio de la expresidenta madrileña.
El atestado policial llegó ese mismo mes de abril a los Juzgados de Plaza de Castilla y, por reparto, la causa recayó en el de Instrucción número 14. Uno de los agentes afectados denunció a Aguirre como acusación particular y una entonces desconocida asociación Transparencia y Justicia se apresuró a ejercer la acción popular. Transparencia y Justicia, asociación controlada por Villarejo según la Fiscalía Anticorrupción, decidió en el último momento de la instrucción cambiar de abogado y no presentar escrito de acusación. La Fiscalía de Madrid ya se había posicionado en contra de acusar, así que el caso quedó en una simple infracción administrativa.
Las motivaciones de Villarejo en el caso de Esperanza Aguirre ya habían quedado de manifiesto en las grabaciones incautadas al comisario e incorporadas a la causa que se sigue en la Audiencia Nacional. El comisario quería algo del Gobierno del PP y lo consiguió, según trasciende de una conversación con sus colaboradores mantenida en 2017. “Cuando cogí y levanté el pie a la Esperanza Aguirre fue lo mismo. Le dije: o esto o le levanto el pie", se oye comentar a Villarejo sobre sus tratos con el abogado Javier Iglesias, al que el grupo del policía tenía por su contacto con Mariano Rajoy. La conversación apunta a que el presidente del Gobierno estaría interesado en mantener abierta la causa contra Aguirre.
El juez tenía “una recomendada”
En las agendas de Villarejo aparece ya una cita con González Armengol el 8 de julio de 2014, tan solo cinco días después de que el magistrado dejara de ocupar el cargo de decano de los jueces de Plaza de Castilla que había desempeñado durante doce años. El comisario anota que el juez tiene “una recomendada”, aunque no precisa para qué, y el 10 de septiembre, apunta: “ARMENG. Quiere a toda costa que ayudemos a la ESPE”.
El juez del caso de la fuga de Aguirre, Carlos Valle, había rechazado investigar por un delito penal a la expresidenta, pero la Audiencia Provincial le corrigió y obligó a citarla como imputada por desobediencia. Valle es conocido por ser el juez que ordenó en 1986 detener a 39 personas en una gran redada contra dos clínicas abortistas en Madrid y también por librar de una investigación a los dos militantes del PP que agredieron al ministro José Bono en una manifestación de la AVT, imputando a tres policías que participaron en el arresto.
El 15 de septiembre de 2014, cinco días después de la petición de ayuda de González Armengol a Villarejo, el comisario escribe al lado de la abreviatura del nombre del juez: “Dice que ayer estuvo en el funeral de Isidoro Álvarez con ESPE y que sigue inquieta”. En declaraciones a elDiario.es, González Armengol reconoce conocer al comisario Villarejo y a Esperanza Aguirre, al tiempo que niega “tajantemente” cualquier intermediación en favor de la expresidenta, con la que asegura tuvo únicamente un trato “institucional” durante su periodo como juez decano de Madrid. Asimismo admite que acudió al funeral del dueño de El Corte Inglés porque llevaba trabajando tres meses en sus servicios jurídicos, pero añade que allí no habló con Aguirre.
El 18 de septiembre, de 2014, Villarejo anota una comida con González Armengol, señala que pagó el magistrado, ya en excedencia, y apunta: “Hoy intento gestiones sobre su amiga ya que le llamó Alejandro. Dice que ESPE espera buenos resultados”. En esos días aparece en la agenda de Villarejo la dirección de correo electrónico de Alejandro Sánchez, jefe de gabinete del secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez. También una gestión con Martínez, al que apoda “Chisco” y el nombre de la “apadrinada” por González Armengol, a quien este dice no conocer en sus declaraciones a este medio.
Hay dos frases más vinculadas al juez y a aquel supuesto encuentro del 18 de septiembre de 2014. “Aviso sobre tema COSPE” y “le digo que todo irá ok”. González Armengol asegura que jamás ha visto a María Dolores de Cospedal y niega, como en el resto de casos de las anotaciones, haber realizado gestión alguna al respecto.
“Armengol recibió preguntas ESPE”
El 22 de septiembre, cuatro días después de la comida entre el comisario y el juez excedente, Esperanza Aguirre acudió a declarar a los juzgados de Plaza Castilla entre una gran expectación mediática. El día antes, Villarejo apunta que le ha entregado a Armengol las preguntas que Transparencia y Justicia va a hacer a la imputada Aguirre: “ARMENGOL. Recibió preguntas ESPE”. Al día siguiente de la comparecencia de Aguirre, Villarejo apunta: “ARMENG JL. Llama a última hora para agradecer en nombre de ESPE por la ayuda recibida”. El 28 de septiembre, vuelve a escribir: “ARMENGOL JL. Dice que ESPE está muy agradecida por el trato dado en la comparecencia. Propone vernos cuando acabe el tema”.
González Armengol incide en que cuando se producen estas anotaciones él ya no es decano de los juzgados de Madrid. El 14 de octubre de 2014, junto a su nombre, Villarejo apunta: “Pendiente de organizar cita con su sucesor (Paco Viejo)”. El 22 de octubre, añade: “Cita con Antonio Viejo a las 10”. Viejo fue el magistrado que relevó a González Armengol del puesto de decano el 3 de julio de 2014. elDiario.es le ha preguntado por estas anotaciones y Antonio Viejo ha asegurado que ha estado con Villarejo en “dos o tres ocasiones” y que no recuerda si se lo presentó González Armengol o lo conoció en algún patrón de la Policía. Tampoco recuerda que esa cita se celebrara o que tratara con Armengol ni con Villarejo el caso de Aguirre.
Esperanza Aguirre aseguró el 6 de octubre de 2020, en el programa 'La Hora de la 1' de TVE que conoció a Villarejo porque la citó en un hotel y se presentó como representante de Transparencia y Justicia. “Me dice que le han dicho que hay que dar un susto a Esperanza Aguirre. Ni me lo creo ahora ni me lo creí entonces. No me creo que estuviera la vicepresidenta (Soraya Sáenz de Santamaría) pensando en cómo darme un susto”, contó en TVE la expresidenta madrileña.
El 16 de septiembre de 2014, Villarejo escribió su conversación con Javier Iglesias, el abogado que le conecta con Rajoy: “Insisto en mantener el control del tema ESPE”. El 11 de noviembre aparece la última referencia a González Armengol en este caso: “Pendiente de fijar cita con Espe”. elDiario.es ha contactado con la expresidenta madrileña pero no ha obtenido respuesta.
En medio de las supuestas gestiones por Esperanza Aguirre, Villarejo anota que González Armengol se interesa por otras cuestiones del universo Villarejo, como “AGAP” o “Al Assad”. Agap podría ser Agapito Hermes de Dios, comisario jefe de Marbella que investigó el ático de Ignacio González sin conocimiento de sus superiores. Al Assad sería Rifaat Al Assad, tío del dictador saudí, investigado por la Audiencia Nacional desde 2017 por un presunto delito de blanqueo de capitales. González Armengol, que en la actualidad ejerce de abogado, ya se vio salpicado por el caso Púnica. Un interlocutor desconocido trasladó a Francisco Granados el deseo del juez de que su mujer, profesora en una universidad privada, aprobara al hijo del magistrado. “Vale, vale, yo lo hablo con ella y le digo que le apruebe. Sí, pero bueno, ¡que coño, que vaya y que haga lo que pueda!”, decía Granados en la comunicación intervenida por la Guardia Civil.
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