El juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, ha acordado levantar el secreto de sumario sobre la pieza 9, la que investiga los contratos por parte del BBVA a las empresas del comisario, informan a eldiario.es fuentes jurídicas. El magistrado responde así a la petición de la Fiscalía Anticorrupción, que consideró la semana pasada que la práctica de las diligencias acordadas y el paso del tiempo permitían levantar el secreto sin que esta medida perjudique al normal desarrollo de la causa, en la que el segundo banco del país figura como investigado, al igual que su expresidente Francisco González.
La pieza 9 del caso Villarejo versa sobre los pagos del BBVA a las empresas del caso Villarejo cuando éste era policía en activo y estaba destinado en el corazón de la seguridad del Estado. Fuentes del caso cifran en alrededor de 12 millones de euros la cantidad obtenida por el entramado empresarial de Villarejo del BBVA siendo el presidente de la entidad Francisco González.
Unas grabaciones del archivo del comisario publicadas por moncloa.com y El Confidencial desvelan la relación del que fuera jefe de seguridad del BBVA, el también comisario jubilado Julio Corrochano, con Villarejo. La pieza 9 del caso se remonta a la supuesta contratación de Villarejo para abortar la toma de control del consejo de administración del BBVA por parte de la consultora Sacyr en 2005 con el visto bueno del entonces Gobierno socialista. Corrochano está investigado por cohecho y revelación de secretos y el juez le impuso una fianza de 300.000 euros tras tomarle declaración el pasado mes de julio.
En una conversación de las grabaciones incautadas a Villarejo, mantenida en enero de 2005, Corrochano explica a Villarejo las exigencias de Francisco González respecto a su labor de espionaje. “Mi presidente, ni las conclusiones lee. Hay que decirle pim, pim, pim y pim y a tomar por culo”. A raíz de las informaciones publicadas, Francisco González renunció el pasado marzo a la presidencia de honor del banco, puesto que ocupaba después de abandonar la dirección ejecutiva del mismo el 31 de diciembre último.
En noviembre llegó el turno de Francisco González, que continúa imputado. Tras prestar declaración, el expresidente del BBVA afirmó: “No puedo entrar en detalles porque esta pieza está bajo secreto de sumario. Sí puedo decirles que, una vez que termine de esta investigación, quedará muy claro que el grupo BBVA y sus directivos han trabajado siempre de una manera íntegra y ejemplar, sin perjuicio, como es lógico, de que hubiera alguna conducta irregular de carácter individual que yo en este momento desconozco”. La declaración que más se prolongó fue la del representante legal del BBVA, que ocupó tres jornadas y más de 14 horas.
Entre la lista de responsables del banco investigados también figura el exnúmero dos de Francisco González, Ángel Cano, y Ángel Arbizu, quien ocupaba hasta el pasado verano el puesto de responsable de Regulación y Control Interno de la entidad.