Unidos Podemos ha votado este jueves por primera vez dividido en el Congreso de los Diputados. El motivo: una proposición no de ley presentada por el PP para fijar la posición de la Cámara baja sobre la situación en Venezuela. La votación ha registrado 259 votos a favor; 20 en contra y 58 abstenciones.
Los diputados de IU que no forman parte de la confluencia catalana han votado no a la iniciativa. De los dos que forman parte de En Comú Podem, Joan Mena se ha ausentado de la votación, al igual que Aina Vidal (ICV), aunque en este caso ha sido por enfermedad. Los diputados de En Marea de Anova han votado en contra junto con la de EU: la confluencia gallega había dado libertad de voto, mientras que la catalana había optado por la abstención.
Podemos también había decidido votar abstención. No obstante, el diputado por Córdoba, Manolo Monereo, ha votado en contra; y el diputado por Jaén, Diego Cañamero, se ha ausentado de la votación.
A pesar del voto dividido, la intervención de Pablo Bustinduy –dirigente de Podemos y diputado de Unidos Podemos por Madrid– este martes fue muy aplaudida en bloque por el grupo confederal: el propio líder de IU retuiteó el discurso.
Ha sido la primera vez que se rompe la unidad de voto en el grupo confederal, donde de hecho no existe la disciplina de voto. Uno de los elementos fundamentales del acuerdo de coalición, del que este martes se cumplía precisamente un año de su anuncio, era mantener la independencia en las votaciones de los partidos que conforman Unidos Podemos.
En la presente legislatura ha habido varios momentos en los que el voto divergente ha estado a punto de ser una realidad. La posición sobre la Ley de Estabilidad es un ejemplo. Podemos debatió si abstenerse en una votación que IU tenía claro que sería un no. Al final se impuso la tesis de la coalición que lidera Alberto Garzón.
El texto de la PNL señala la “gran preocupación por la situación en Venezuela, y por la grave crisis institucional que vive el país, a partir de la anulación de las competencias de la Asamblea Nacional”, apuesta por “un diálogo urgente, inclusivo y basado en el sincero reconocimiento mutuo de los distintos actores políticos” como única salida a la situación y exige “al Gobierno venezolano la inmediata liberalización de todos los presos políticos”.
La PNL también insta al Ejecutivo de Mariano Rajoy a que “exhorte al Gobierno venezolano a asumir responsabilidades con el fin de lograr el respeto de la democracia y el diálogo efectivo entre los poderes del estado”.
Los diputados de IU rechazan de plano el texto de la PNL. Fuentes de la coalición señalan a eldiario.es que la iniciativa “solo contribuye a poner más gasolina al fuego” ya que toma partido por uno de los actores del conflicto. “Una declaración institucional de parte, que sostiene los argumentos de grupos significativos de la oposición venezolana que hablan directamente de autogolpe, únicamente sirve para recrudecer el conflicto”.
IU además pone el foco en un cambio en el texto de la PNL del PP. El partido de Mariano Rajoy retiró una propuesta inicial y registró otra en la que se recoge la “preocupación por el deterioro de los valores democráticos en Venezuela”.
En una autoemienda, el PP además “muestra una especial preocupación por el deterioro de los valores democráticos en Venezuela a partir de la reciente convocatoria por parte de su presidente, de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC)”.
En opinión de la coalición liderada por Alberto Garzón, “esta acción del Gobierno venezolano puede ser objeto de crítica política” pero “en ningún caso puede llevar a una declaración formal de la Cámara” en la que se hable de “deterioro democrático” ya que lo hecho entra dentro de las potestades que la Constitución da al presidente de Venezuela.
Desde IU apuntan además a que el PP y el Gobierno están usando lo que ocurre en Venezuela como cortina de humo “frente a la moción de censura” y para tapar “los casos de corrupción”. “La táctica política nacional no puede hacerse a cualquier precio”, zanjan desde la dirección de IU.