Sin distancias de seguridad en la recta final de la pandemia, PP, Vox y Ciudadanos han conseguido este domingo reunir a miles de personas –126.000, según la Policía local y 25.000, para la Policía Nacional–, aunque menos que en la protesta de 2019, en la Plaza de Colón de Madrid en la concentración contra los indultos a los presos del procés convocada por Unión 78, una plataforma impulsada por, entre otros, la exlíder de UPyD, Rosa Díez, el filósofo Fernando Savater o los exdirigentes del PP vasco Carlos Urquijo y María San Gil.
Pablo Casado e Inés Arrimadas han evitado que se reprodujera la conocida como foto de Colón de febrero de 2019, y, además, han recibido todo tipo de abucheos y acusaciones de “traición” por parte de varios grupos de manifestantes que han alabado, en cambio, a Vox. Los dos dirigentes no han accedido al centro de la plaza y se han quedado en sus inmediaciones, a diferencia de Santiago Abascal, que sí ha estado al lado del escenario, cerca de donde también han dejado verse la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo y el escritor Mario Vargas Llosa.
“Pablo Casado, nos has abandonado”, le han gritado constantemente al líder del PP mientras intervenía ante la prensa antes de la protesta, en Génova 13, y una vez en la concentración. Él ha ido acompañado del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y de la presidenta electa de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso que, a diferencia del líder de su partido, ha recibido grandes ovaciones con gritos de “Ayuso a la Moncloa”. Durante su intervención ante la prensa, ella trataba de involucrar al rey en contra de los indultos: “¿Los va a firmar?”, se preguntaba.
“Casado y Rajoy son unos traidores igual que Sánchez. El único que defiende a los obreros españoles es Santiago Abascal”, aseguraba a primera hora un ciudadano que se identificó como Julio Rodríguez, que portaba un cartel contra Casado y Rajoy. Se han visto distintos carteles cargando contra el PP, aunque lo que han predominado han sido las banderas españolas. También ha sido abucheada la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, con gritos de “traidora”, acusándola de haber pedido permiso al presidente para acudir.
En cambio, Vox ha logrado hegemonizar la protesta. Se han visto banderas del partido y su líder, Santiago Abascal, ha recibido grandes ovaciones entre gritos de “presidente”.
Una imagen incómoda
Nada que ver con la foto de Colón de 2019. Entonces, los líderes de PP, Vox y Ciudadanos hicieron todo lo posible por salir en la foto conjunta. Dos años y cuatro meses después, esa imagen no le interesaba a ninguno de ellos, aunque la concentración ha supuesto en la práctica una reedición, ya que han vuelto a juntarse los tres –Pablo Casado, Santiago Abascal y, en este caso, Inés Arrimadas, en sustitución de Albert Rivera– en la misma plaza y también en contra del Gobierno de Pedro Sánchez.
Así, a diferencia de entonces, esta vez no ha habido una imagen conjunta de los líderes de PP y Ciudadanos con la extrema derecha de Santiago Abascal. Esa foto se ha convertido en incómoda para ambos partidos, que tratan de escenificar una moderación que se ve entorpecida por su connivencia con Vox en autonomías y ayuntamientos. Esa concentración del 10 de febrero de 2019 supuso un punto de inflexión en la política española. Por primera vez, PP y Ciudadanos –que hasta entonces se disputaban el mismo electorado de derechas– normalizaron el entendimiento con la extrema derecha. Y Vox fue, de hecho, el único partido que a largo plazo salió beneficiado electoralmente de aquella foto de Colón.
Además, el hecho de manifestarse junto a la ultraderecha ha generado en las últimas semanas un profundo malestar interno en sus filas, con un PP dividido entre la dirección de Casado y el sector moderado –a Colón solo han acudido los barones más derechistas como Isabel Díaz Ayuso y Fernando López Miras–, y numerosas voces dentro de Ciudadanos que, hasta el último momento, intentaron que su líder no asistiera para diferenciarse del partido de Abascal.
El PP, que ha tratado de calcar contra los indultos la estrategia que siguió en 2006 contra el Estatut catalán, por el momento está lejos de repetir el éxito de esa campaña. Entonces, en solo una semana, logró 800.000 firmas contra el texto estatutario, mientras ahora, en el mismo plazo, solo ha alcanzado las 100.000. La protesta de este domingo venía además precedida por la que tuvo lugar el viernes en Barcelona que, convocada por PP y Ciudadanos, solo logró la asistencia de 200 personas.
Trapiello y Rosa Díez cargan contra el Gobierno
Entre quienes han intervenido, el primero ha sido el escritor Andrés Trapiello, que ha defendido que la protesta ha sido “cívica” y no “los indultos a los golpistas”. “Aquí hay gente de derechas, pero también de centro y de izquierdas”, ha proclamado. Él ha reivindicado la Constitución de 1978 y ha señalado que el único objetivo de la concentración es “decir no a los indultos”. “No nos ha convocado ningún partido, sino una plataforma de ciudadanos como la que se formó en el País Vasco para decir ¡basta ya! Y eso es lo que estamos diciendo aquí: ¡basta ya!”. “Nadie es facha por decir lo mismo que decía el presidente del Gobierno hace unos meses”, ha zanjado.
“No puede ser que la estabilidad de este país se asiente en ERC, los herederos de Sabino Arana y los herederos de ETA”, ha añadido, a renglón seguido, Yeray Mellado, presidente de la organización juvenil catalana S'ha acabat. “Jóvenes de España, uníos, el futuro nos pertenece”, ha añadido, para concluir lanzando vivas a la libertad y a España.
Rosa Díez, portavoz de la plataforma convocante, ha intervenido después agradeciendo la asistencia a “los españoles de bien”. “Somos mayoría”, ha recalcado. “Consideramos que los indultos suponen un grave atentado contra la democracia, lo dice la ley, lo han dicho los tribunales, sin arrepentimiento no cabe ningún indulto”, ha añadido. A su juicio, si el Gobierno indulta a los presos del procés estará “violando la Constitución”. “No vamos a callar ante los autoindultos de Sánchez, que ha puesto la justicia en venta socavando los principios democráticos. Eso, los españoles de bien no lo vamos a permitir”, ha dicho, antes de asegurar que el Gobierno ha instaurado la “mentira”.
“No se ve el final de esta manifestación de españoles decentes”, ha enfatizado desde el escenario, recalcando el carácter masivo de la protesta. Díez también ha criticado que Sánchez haya “cedido” y haya llamado “concordia” a indultar a “quienes han robado”. “Sánchez necesita el voto de los delincuentes condenados por sedición como necesita el de los condenados por terrorismo”, ha zanjado para concluir: “No vamos a permitir que nuestra nación se entregue a unos delincuentes para que Sánchez pueda estar dos años más en la Moncloa”. También ha dicho que el Gobierno es “excluyente, sectario y peligroso”.