El líder de Vox en Baleares y diputado autonómico, Jorge Campos Asensi, cobró 51.469 euros (en bruto y con dietas incluidas) por 10 meses de trabajo en la Fundación para el Desarrollo Sostenible de Baleares, según figura en las cuentas de la entidad, auditadas por la empresa RMSGasó, a las que ha tenido acceso eldiario.es.
La corporación, dedicada a la promoción turística, fue creada en 2004 por el Govern de Jaume Matas (PP). Esta institución pública tuvo un balance negativo en los dos últimos años en los que estuvo en funcionamiento: en 2012 declaró pérdidas de 336.688 euros y de 1.071.508 en 2011. A su vez, en ese mismo periodo se benefició de subvenciones del Ejecutivo autonómico: recibió 2.236.653 millones de euros en 2012 y 1.198.885 euros en 2011.
Campos, crítico con los “chiringuitos”, las “garrapatas del erario público” y los “enchufados”, fue director gerente desde agosto de 2011 hasta mayo de 2012 de una fundación que él mismo considera “prescindible”, como reconoció al periódico Diario de Mallorca. En declaraciones a eldiario.es, Campos asegura que la respuesta al periódico está “cortada” y que él expresó que “era prescindible usar dinero público” para la Fundación. “No hacía falta recursos públicos, la entidad podía autofinanciarse”, defiende ahora, pese a las pérdidas millonarias que arrastra.
El líder regional de Vox afirma que tras ser fichado por el PP propuso un plan para la “promoción y mantenimiento turístico de espacios naturales” de las islas. El coste público de este proyecto era “cero” porque podía “financiarse por las propias actividades que iba a desarrollar”, dice Campos. Según él, propuso que la Fundación, que “tenía una inmensa cantidad de personal que no hacía falta”, “no costase ni un euro”. Campos lamenta que el plan se “estancara” y que finalmente no se llevara a cabo.
A pesar de que la entidad aprobó su disolución en noviembre de 2011, Campos cobró hasta mayo de 2012. Fuentes de la Conselleria de Turisme, que recibió la mayor parte de la herencia de la extinta Fundación, recuerdan que es habitual que pase un tiempo entre el inicio de extinción de un ente y el cierre definitivo. En la misma línea, Campos asegura que el cierre no es “automático” y que, “mientras pasaban los meses” finales, estuvo colaborando en la reestructuración del ente y en potenciar el turismo en Son Real, una finca que tenía la Fundación.
Colocado por el PP
Campos, abogado de profesión y con un máster en medio ambiente, llegó a la fundación de la mano de Carlos Delgado, el polémico exconseller de Turisme i Esports de José Ramón Bauzá (PP). Delgado, que protagonizó una gran controversia tras la publicación de unas imágenes en la que posaba con unos testículos de ciervo en la cabeza, coincidió durante cuatro años con Campos en el Ayuntamiento de Calvià.
Antes fue alcalde entre 2003 y 2011 y Campos estuvo al frente de la Oficina de Cambio Climático de Calvià de 2007 a 2011. El propio Delgado agradeció haber tenido la “inmensa suerte” de que la mitad de su equipo en el Govern procedía de Calvià. Acabó dimitiendo como conseller a finales de 2013 por “motivos personales” y después de que se conociera que había contratado a su novia como asesora o que estaba siendo investigado por un presunto desvío de 1,4 millones de euros cuando era alcalde, una causa que el juez archivó.
Campos abandonó la Fundación en mayo de 2012 por “discrepancias ideológicas” con el Govern de Bauzá -especialmente por temas lingüísticos- y por no haberse cumplido el plan que él propuso para ahorrar dinero público, según cuenta el líder de Vox. Fue un mes antes de que la entidad desapareciera. Desde la Conselleria de Turisme aseguran que su contrato de alta dirección se rescindió por mutuo acuerdo el 10 de mayo de 2012. Campos volvió entonces a la empresa privada y a Círculo Balear, la asociación de extrema derecha que había dirigido con anterioridad.
La Fundación desapareció y quedó sujeta al proyecto de reestructuración del sector público autonómico, cuya primera fase fue aprobada en el Consell de Govern en abril de 2012. El personal y los bienes fueron destinados al Espais de Natura Balear (el actual IBANAT) y, especialmente, a la Agència de Turisme de les Illes Balears (la actual AETIB). En noviembre de 2012, el Govern autorizó las actuaciones necesarias para que la Agència de Turisme de les Illes Balears absorbiera la Fundación.
Cuentas aprobadas con pegas
Durante los dos años en los que Campos dirigió la Fundación, RMSGasó dio el visto bueno a las cuentas de la entidad, las cuales consiguieron reflejar la “imagen fiel” de la empresa y fueron presentadas según la legislación vigente. Sin embargo, el auditor incluyó bastantes salvedades. Esta situación es relativamente infrecuente, siendo más habitual que el auditor apruebe las cuentas sin reparos. En 2011 hubo cinco salvedades y en 2012 otras cinco.
En 2012, el año en que Campos fue el único director general, las salvedades se refieren a cómo se dieron de baja las deudas que tenía pendientes el programa Targeta Verda –RMSGasó argumenta que no hay evidencia documental de cómo se han saldado–; a los saldos con entidades financieras que eran patronos de la Fundación; a un saldo pendiente de cobro de 267.413 euros; a ajustes contra reservas “por correcciones de errores de naturaleza deudora” incorrectamente contabilizados y a una subvención de capital de 1,44 millones que se traspasa al epígrafe de aportaciones de socios sin que haya “evidencia documental ni explicación de la naturaleza y origen” de la misma.
Campos, contra los “chiringuitos”
Campos ha mantenido una posición muy crítica con los entes públicos, en la línea de otros dirigentes de Vox. Defendió en el inicio de campaña electoral que era necesario “eliminar chiringuitos ideológicos, acabar con las duplicidades en la administración y prescindir de cargos políticos, asesores y enchufados”. También dijo en un mitin con Santiago Abascal que “tenemos que pagar menos impuestos porque estamos pagando una barbaridad, no para tener mejores servicios sociales, sino para sostener miles de cargos públicos”. En una entrevista en la Cadena COPE aseguró que “hay muchas garrapatas en el erario público y la gente tiene que dejar de sostener tantos chiringuitos”.
Preguntado en una entrevista en Diario de Mallorca, Campos negó que la Fundación para el Desarrollo Sostenible o la Oficina de Calvià contra el Cambio Climático fueran chiringuitos. “La Oficina Calvià por el Clima sirvió para centralizar en un solo órgano todas las políticas ambientales, supuso un ahorro tremendo y premios”, dijo el líder autonómico de Vox. Sin embargo, reconoció que la Fundación era “un órgano prescindible”. “Y, de hecho, lo propuse”, añadió.
En declaraciones a eldiario.es, Campos explica que, para él, un chiringuito es “un ente u organismo público que no suponga ningún beneficio para el ciudadano y que tenga un coste para el erario publico, que se traduce en un aumento de impuestos para el ciudadano”. Y critica a la Fundación porque, aunque tenía orígenes público-privados (las entidades bancarias invirtieron en ella), acabó con “un 90% del presupuesto de carácter público”. “Nunca he creído en esto, implica un coste contra el erario público en el que no creo”, añade.
Líder de la extrema derecha
Campos fue el candidato de Vox en Baleares en las elecciones del 26 de mayo. Consiguió 3 diputados. Pero en el archipiélago ya era conocido por haber liderado la asociación de extrema derecha Círculo Balear. La entidad, fundada en 1999, se dedicó a “luchar” contra lo que ellos denominan el “pancatalanismo”, una supuesta catalanización de Baleares a través, por ejemplo, del idioma catalán. A pesar de las evidencias lingüísticas, Campos y su asociación defienden que en las islas no se habla catalán, sino que los dialectos son una lengua, la “balear”.
La última polémica que protagonizó Círculo Balear fue con el rapero Valtònyc, antes de transformarse en el partido Actúa Baleares e ir en coalición con Vox en las elecciones autonómicas. Círculo Balear está detrás de la querella contra el rapero mallorquín, quien amenazó a Campos con “una bomba de destrucción nuclear”. Valtònyc fue condenado a tres años y medio de prisión, pero Bélgica rechazó su extradición. Antes, Círculo Balear generó controversia por haber participado en una manifestación a favor del monolito dedicado al Crucero Baleares, considerado el monumento franquista más importante de las islas. Precisamente allí arrancó Vox Baleares la campaña electoral.