Vox duplica sus votos en las municipales y se hace imprescindible para el PP en seis comunidades
El PP ha conseguido la victoria en las elecciones municipales tras haber absorbido todo el voto de Ciudadanos, pero la extrema derecha, sin embargo, duplica su resultado de hace cuatro años. Vox ha superado los 1,6 millones de votos en los comicios locales y se ha convertido en la pieza clave para que los de Alberto Núñez Feijóo se hagan con seis gobiernos autonómicos (Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón, Cantabria, Islas Baleares y Murcia) si ninguna fuerza política cambia la estrategia que se ha seguido hasta ahora para aislar a la extrema derecha.
El partido de Santiago Abascal se ha recuperado respecto a las últimas elecciones locales en las que cosechó 813.282 papeletas, aunque luego se multiplicaron en las generales. Ahora duplica el resultado de las municipales y pasa, con el 7,2% del total, de 529 concejales a 1.687 representantes en toda España.
Más allá del aumento de la representación, que se traduce, además, en un incremento sustancial de los ingresos para el partido, el verdadero poder de la extrema derecha es que condicionará los gobiernos varias autonomías en las que es imprescindible para que el PP se haga con la presidencia y también de importantes ciudades españolas.
El aviso de Abascal y el precedente del pin parental
El propio Abascal, que ha comparecido triunfante cuando el recuento estaba muy avanzado, ha advertido de que será “determinante” en muchos lugares. “Hoy se produce sin ninguna duda la consolidación de Vox como proyecto político nacional”, ha declarado: “Es la consolidación del papel de Vox como partido absolutamente necesario para construir la alternativa al socialismo, al comunismo y sus socios separatistas y socios terroristas”. El jefe de la extrema derecha ha advertido a Feijóo de que no espere “regalos” porque no aceptará “chantajes”, es decir, que el PP tendrá que negociar con Vox.
El PP dejó claro en Castilla y León que no tiene complejos en gobernar con Vox. Alfonso Fernández Mañueco se quedó a nueve escaños de la mayoría absoluta e hizo vicepresidente a Juan García Gallardo, que había logrado trece diputados. En la Región de Murcia, Fernando López Miras ya dependía de Vox para gobernar y cedió en importantes políticas como la aplicación del ‘pin parental’ para sacar adelante los presupuestos.
El candidato condenado en la Comunidad Valenciana
Pero en esta noche electoral, el caso más paradigmático de la dependencia que tendrá el PP de Vox es el de la Comunidad Valenciana tras ocho años del Pacto del Botánico. Durante la campaña electoral se negó a aclarar si pactaría con el candidato de Vox, que fue condenado por violencia machista. La papeleta ha conseguido más de 250.000 votos, a pesar de la condena por un “delito de violencia psíquica habitual y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones” del cabeza de lista, encabezada por Carlos Flores.
Una de las pérdidas más dolorosas para el PSOE es Extremadura, donde el empate a 28 escaños con el PP tras dejarse seis en el camino deja a Guillermo Fernández Vara fuera de la presidencia en uno de sus tradicionales bastiones. El PP aumenta en ocho sus actas, pero Vox irrumpe con cinco tras doblar sus votos y situarse en el 8,25%. La suma con la extrema derecha sitúa al PP en 33 escaños (el umbral de la mayoría absoluta) frente a los 32 que suman los socialistas y Podemos.
En Aragón, Jorge Azcón ha conseguido 28 diputados, pero necesita a Vox, que ha duplicado sus resultados respecto a las autonómicas de hace cuatro años pasando de cuatro diputados a siete. Juntos suman 35 escaños, uno por encima de la mayoría absoluta. Lo mismo sucede en las Islas Baleares, donde el PP se ha impuesto con 25 escaños, que es la misma cifra que suman las formaciones que apoyaban al Gobierno liderado por Francina Armengol. Los ocho diputados de Vox se convierten en fundamentales.
El PP también necesitará a Vox para hacerse con el poder en Cantabria, donde ha conseguido 14 diputados y necesita cuatro (que son los que ha logrado la extrema derecha) para la mayoría absoluta. El Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla se ha hundido pasando de 15 a ocho representantes.
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