Las listas negras de Vox para vetar a medios y periodistas: “Son activistas que solamente hablarán mal de nosotros”

Las órdenes de Vox para vetar a medios de comunicación y periodistas están por escrito y se distribuyen a cada uno de los diputados en el Congreso y otros cargos públicos. En esas comunicaciones, a las que ha tenido acceso eldiario.es, la formación de extrema derecha se dedica a descalificar la profesionalidad de determinadas cabeceras periodísticas que no le gustan a Santiago Abascal y a otros dirigentes para justificar su boicot a los informadores que trabajan en ellas.

La estrategia viene de atrás y no se modificó ni siquiera cuando el partido llegó a las instituciones. En las órdenes por escrito a las que ha tenido acceso este diario, Vox veta a nueve empresas informativas y a dos programas de televisión. La tesis de la que parten es que esos periódicos y televisiones “no son medios de comunicación ni periodistas, sino activistas”. “Solamente hablarán mal de nosotros, porque somos su enemigo”, sostiene Rosa Cuervas, jefa de prensa del partido, en una comunicación enviada en agosto a todo el grupo parlamentario.

Según la documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es, en el mensaje difundido como un “recordatorio” de medios con los que sus 24 diputados no deben “hablar nunca”, la responsable de comunicación de la formación de Abascal cita a empresas periodísticas y a programas de televisión. Entre las cabeceras digitales vetadas incluyen a Público, eldiario.es, La Marea, El Plural, El Español, Infolibre y la revista Contexto (CTXT).

Otros dos periódicos incluidos en esta relación de empresas de información a los que se ordena no atender, son El Mundo y El País. En el caso de El Mundo incluyen excepciones y salvan a dos informadores que no están vetados por el partido. “Salvo Álvaro Carvajal y Javier Negre”, apunta la trabajadora del grupo parlamentario. Por su parte, sobre los trabajadores del diario El País la jefa de prensa de Vox sostiene que también están vetados pero añade el siguiente comentario: “En términos generales, luego ya iremos viendo excepciones”. En la lista de medios boictoteados hay dos programas de televisión señalados directamente: “Todo es mentira (Cuatro)” y “El intermedio (Wyoming)”, el programa de La Sexta presentado por El Gran Wyoming.

El mensaje fue difundido en el grupo de WhatsApp que el partido de extrema derecha utilizó durante su primera legislatura en el Congreso para canalizar la comunicación interna del grupo parlamentario. Entre los receptores de esos mensajes había diputados y trabajadores del partido. “Queridos diputados, Paso a continuación, por indicación de presidencia, recordatorio de los medios con los que no debemos hablar nunca”, comienza planteando la jefa de prensa de Vox en la comunicación enviada el 17 de agosto.

“No son, aunque se les trate como tal, medios de comunicación ni periodistas, sino activistas que solamente hablarán mal de nosotros, porque somos su enemigo”, continúa el mensaje, a través del cual la formación de extrema derecha señala a determinados medios.

Tras citar a las empresas periodísticas, la jefa de comunicación del grupo parlamentario en el Congreso lanza un aviso a los cargos y trabajadores de Vox: “Recordad que la mejor forma de evitar a estos medios (y a todos en general, que dan mucha lata) es enviar cualquier petición o contacto que hagan a Prensa (a Fátima y a mí), para que nosotras lidiemos con ellos”.

A pesar de su entrada en las instituciones, con presencia en gran parte de administraciones públicas (locales, autonómicas, nacionales y europeas), este mensaje confirma que la formación de extrema derecha sigue alentando los vetos entre sus representantes a medios de comunicación que no les gustan.

Durante semanas, algunos portavoces de Vox han intentado negar este tipo de actuaciones. Lo hizo Iván Espinosa de los Monteros, portavoz del grupo parlamentario de Vox en el Congreso, durante una entrevista que concedió en junio en la Cadena SER. “Usted se está refiriendo a hace mucho tiempo”, respondió cuando le preguntaron por la censura de su partido a determinadas cabeceras.

Desde la organización nacional del partido esta ha sido la actuación constante desde la campaña de las elecciones generales del 28 de abril. Sus responsables de comunicación no acreditan a los periodistas de medios que no les son afines a los actos que organizan fuera del Congreso y tampoco atienden sus peticiones de información. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) han condenado en reiteradas ocasiones este procedimiento.

Desde su irrupción en las instituciones, tras las elecciones andaluzas, el partido de Abascal asumió esta estrategia comunicativa, calcando la que ya utilizaron líderes de otras formaciones populistas como el presidente estadounidense, Donald Trump, o el de Brasil, Jair Bolsonaro, que han hecho de la confrontación con los medios de comunicación el eje de su discurso. Esta es la línea que figura en el manual de comunicación del partido, desvelado por esta redacción, en el que ya instaban a las delegaciones provinciales a rechazar las peticiones de entrevistas de medios “poco afines”.

Está redacción ha tratado de recabar la versión de Vox, sin haber recibido respuesta por el momento.