Vox pidió tres años de cárcel por la 'ejecución' simulada de un muñeco con la cara de Abascal

Alberto Pozas

2 de enero de 2024 21:59 h

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Vox no ha condenado aún el apaleamiento de un muñeco de Pedro Sánchez en la calle Ferraz de Madrid la pasada Nochevieja, durante una concentración convocada por Revuelta, la marca juvenil del partido de Santiago Abascal. Pero hace solo unos meses el partido de extrema derecha y su líder sí pidieron hasta tres años de cárcel para un hombre que colgó de un árbol de Castelló un muñeco con la cara del propio presidente de Vox, representado con un disparo en la frente. En el juicio, que terminó con una condena de ocho meses de prisión para el creador del muñeco, el líder de la extrema derecha testificó y lamentó la “hostilidad y agresiones en actos públicos” hacia su formación.

Ese caso fue sentenciado por un juzgado de lo penal de Castelló a principios de este año. Según la sentencia, el acusado creó y colgó en marzo de 2020 un muñeco representando a Abascal usando bolas de papel y pintándole, con un spray de pintura roja, manchas simulando disparos en las extremidades, el tronco y la cabeza. Lo colgó boca abajo del ficus de la plaza María Agustina de la ciudad y, además, le pintó las iniciales del partido y de las Brigades Antifeixistes de Castelló.

El resultado del proceso judicial fue una condena de ocho meses de prisión por un delito de amenazas, además de una indemnización de 500 euros para Abascal por los perjuicios. El juzgado, pendiente de confirmación o revocación por la Audiencia Provincial, optó por no atribuirle un delito de odio, contempló la atenuante de dilaciones indebidas por los tres años que tardó en culminar el proceso y aplicó una agravante de discriminación.

En este proceso judicial Vox compareció como acusación junto con el propio Abascal y, según revela la documentación del caso, llegó a pedir tres años de prisión. En su escrito de acusación, el partido de extrema derecha le atribuía un delito de odio además de pedir los tres años de cárcel y una indemnización de 1.000 euros para su líder, Santiago Abascal.

Este último llegó a comparecer por videoconferencia en el juicio celebrado en Castelló. En abril de 2023, desde su despacho en el Congreso de los Diputados, afirmó sentirse “amenazado” y también dijo que lo sentían así otros miembros y votantes de Vox, a quienes ese tipo de acciones “pretenden intimidar a través de la simulación de un asesinato”, explicó. Según dijo Abascal en el juicio, “desde 2019 hay un clima creciente de hostilidad y la reproducción de amenazas de esta naturaleza”, añadiendo que lamentaba esa “hostilidad y agresiones en actos públicos” hacia Vox y sus miembros.

“No me considero fascista”

La sentencia del caso revela cómo fue la comparecencia de Abascal como víctima. “El muñeco pretendía intimidar, simulando un asesinato”, dijo. Preguntado sobre si otros políticos de su partido han difundido imágenes de políticos boca abajo en las redes sociales, afirmó no saberlo pero “de haberlo hecho no puede equipararse a simular un tiro en la cabeza”. También aseguró que en este caso no es libertad de expresión, sino la representación de “un asesinato”.

“No me considero fascista”, llegó a decir Abascal en el juicio. La sentencia del caso revela que Vox y Abascal incluso pidieron que si no era condenado a tres años de cárcel por un delito de odio lo fuera a dos años y medio de forma alternativa por amenazas, aportando incluso documentos de otros procesos judiciales para “acreditar un clima de hostilidad” contra el partido de extrema derecha.

En ese juicio también testificaron varios simpatizantes de Vox. “Nos quedamos impactados y con sensación de inquietud”, dijo una de ellas. “Sentimos miedo y vergüenza”, dijo otro.

Denuncia por delito de odio en Ferraz

El convocante de la manifestación de Ferraz, donde varios asistentes apalearon el muñeco-piñata de Sánchez al grito de “hay que acabar así con él”, declaró ante la Policía Nacional este martes, y el PSOE ya ha anunciado que denunciará los hechos por un posible delito de odio.

Otro caso similar registrado hace un lustro terminó sin consecuencias legales, cuando la Fiscalía de Sevilla decidió archivar la denuncia de la Generalitat de Catalunya por la quema y fusilamiento de un muñeco representando a Carles Puigdemont en la localidad sevillana de Coripe, donde cada mes de abril se celebra la 'Quema de Judas'.

En ese caso se trataba de una tradición del Domingo de Resurrección que en 2023, por ejemplo, llevó a los escopeteros a disparar contra el muñeco de un piloto del helicóptero de la Dirección General del Tráfico que dio positivo en drogas.