Vox reclamó el estado de alarma que ahora presume de haber anulado en el Constitucional

Carmen Moraga

14 de julio de 2021 19:09 h

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Vox ha sacado pecho este miércoles porque el Tribunal Constitucional ha declarado ilegal el confinamiento domiciliario decretado por el Gobierno en marzo de 2020, atendiendo a un recurso que interpuso la formación de extrema derecha. En su escrito, Vox veía en ese instrumento, prorrogado por última vez durante seis meses más, “la punta del iceberg” de una deriva “totalitaria y dictatorial” del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y alegó que la decisión del Ejecutivo vulneraba “los derechos de circulación, reunión y libertad de los ciudadanos”.

Este miércoles, tras conocer el fallo del Constitucional, Abascal ha afirmado en Twitter que su formación fue “la única que se opuso a un Gobierno que vulneró la Constitución”. “Solo Vox votó en contra” y “recurrió ante el Tribunal Constitucional”. Además, también ha recordado que su formación presentó una moción de censura contra Sánchez en el Congreso. Pero la realidad –y la hemeroteca– le desmiente.

Y es que Abascal no dice la verdad porque Vox votó en el Congreso a favor de ese decreto del 14 de marzo sobre la instauración del estado de alarma, que fue aprobado en la Cámara baja el 25 de marzo de 2020. Un estado de emergencia que el propio Abascal había pedido aplicar previamente ante el descontrol de la pandemia.

Era el 12 de marzo de 2020 y Abascal pedía al presidente que “decretara ya el estado de alarma” en España ante el nuevo brote de coronavirus y dejara “de dar consejos a las Comunidades Autónomas”. Además, Abascal censuró la estrategia de Sánchez de recomendar a las regiones el cierre de los centros escolares y le acusó de “no actuar”. “El presidente sigue sin entender nada, no es cuestión de dar consejos a las comunidades autónomas sino de tomar medidas. ¡Asuma responsabilidades en toda la Nación!”, le exigía en su cuenta de Twitter.

Antes incluso de esa fecha, el 10 de marzo, ya se dedicó a atacar al Gobierno por no tomar medidas, recordando que Vox lo estaba denunciando desde principios de año y las numerosas iniciativas que habían presentado en el Congreso. “La crisis a la que nos enfrentamos es un problema que venimos denunciando en Vox desde el 31 de enero”. “Hemos hecho 38 preguntas parlamentarias y hemos presentado 3 proposiciones no de ley en el Congreso de los Diputados”, señalaba, de nuevo, en Twitter, mientras en un vídeo acusaba la presidente del Gobierno de “mentir” sobre la gravedad de la pandemia.

El 14 de marzo Abascal volvía a la carga y abundaba: “Si Sánchez necesita los votos de Vox para decretar el estado de alarma, unificar gestión de la crisis y poner todos los servicios del Estado a combatir la pandemia y sus efectos económicos y sociales, puede contar con ello y escapar del miserable chantaje comunista y separatista”.

En un hilo acusaba a Sánchez de “no haber tomado las medidas de contención en nuestras fronteras como se lo requerimos hace ya 3 semanas”. “El Gobierno tampoco restringió cuando debía la entrada de viajeros procedentes de China, Corea del Sur e Italia”.

El día que el Gobierno decidió aprobar el decreto con la primera prórroga, Abascal se felicitaba: “Más vale tarde que nunca”, decía. “Celebro que Pedro Sánchez haya excluido aparentemente a separatistas y comunistas de la gestión de esta emergencia. Han demostrado que trataban de utilizar esta tragedia para sus criminales objetivos políticos”, fue otro de sus mensajes publicados en otro de sus 'hilos', entre otros muchos comentarios.

A partir de ese momento Abascal no volvió a apoyar ningún otro decreto de prórroga de los estados de alarma y comenzó a criticar con suma dureza al Gobierno por considerar que el confinamiento domiciliario era una especia de “secuestro” o “arresto” y que con las restricciones, Sánchez estaba “condenando a la ruina” a los españoles. A principios de noviembre de 2020 incluso pidió “cárcel” contra los políticos que defendieran esa medida.

Lo contradictorio, ademas, es que el partido de Abascal jalee las sentencias del Constitucional solo cuando le son favorables y lo ataque cuando no le gustan. Como cuando en diciembre del año pasado la Sección Primera de la Sala Primera del Tribunal inadmitió a trámite el recurso de amparo que presentó la diputada Macarena Olona contra la prórroga por seis meses del estado de alarma declarada por decreto por el Gobierno el pasado 25 de octubre, que le permitió extender esa situación hasta el 9 de mayo. Entonces Olona aseguró que el Constitucional era “cómplice del golpe de Estado del Gobierno” y del “estado de excepción encubierto” que había decidido contra los ciudadanos y pidió a sus miembros que “rompieran sus cadenas y se liberaran del secuestro bajo el que les tienen confinados los partidos políticos”.

Además, entre las 100 medidas del programa con el que se presentó la formación de extrema derecha a las elecciones de Andalucía, a finales de 2018, proponían, entre otras cosas, la supresión del Constitucional y que sus funciones las asumiera el Tribunal Supremo. “Vox propone la supresión del Tribunal Constitucional, un órgano político que se ha convertido en la correa de transmisión de los partidos”, aseguró el secretario general de la formación, Javier Ortega Smith, en un vídeo de 2015, una idea de la que no se les ha oído renegar.