Vox subvencionó una subida de salarios y gastos en la fundación de Abascal en 2023 mientras pedía créditos bancarios
El 2023 no fue un buen año para Vox, ni en lo electoral ni en lo económico. Sin embargo, su fundación, Disenso, no notó el bache porque siguió recibiendo del partido las mismas cantidades que ingresa desde su nacimiento e incluso se permitió gastar más dinero en salarios, gastos de la actividad y contratos con terceros. Las estrecheces del partido no tuvieron reflejo en la fundación que ideó y creó en 2020 Santiago Abascal junto a su mano derecha, Kiko Méndez Monasterio, y que vive de las subvenciones que recibe de Vox.
Las cuentas del partido, enviadas a sus afiliados el pasado junio, revelaron que ese año súper electoral –con comicios locales, autonómicos y generales– Vox perdió dos millones de ingresos, que la mitad de sus afiliados no pagaban la cuota y que tuvo que pedir un crédito de nueve millones de euros a entidades bancarias para poder hacer las campañas electorales, que esperaban que fuera reembolsado posteriormente por las administraciones públicas una vez pasados esos comicios, algo que los críticos con la actual dirección califican de “opaco”. Como publicó El País, el partido se ha negado a aclarar a qué entidad bancaria pidió el crédito pese a que está obligado por ley a hacerlo público.
Pese al bache económico, el partido continuó haciendo las transferencias a la fundación política que preside el propio Abascal, y a la que desde 2021 destina 2,5 millones de euros anuales. Ese 2023 también traspasó esos mismos fondos a Disenso desde Vox, un dinero que proviene básicamente de las cuotas de los afiliados y de los casi diez millones de dinero público en concepto de subvenciones del Estado que ha estado recibiendo para financiar su actividad y que es proporcional a los resultados electorales que obtiene. Más escaños, más dinero, y viceversa.
Las cuentas recién colgadas por la Fundación Disenso, las de 2023, revelan que no solo no hubo una contención del gasto en el laboratorio de ideas que preside nominalmente Santiago Abascal, sino que fue expansivo en salarios y en contratos a terceros y “otros gastos”. En total, Disenso dispuso de 2,8 millones de euros –los 2,5 que le pasa el partido más dos subvenciones públicas de 150.000 euros y un pequeño excedente del año anterior–.
Casi todo se lo gastó en dos partidas: gastos de personal (1,2 millones en 2023 frente al millón que había gastado en 2022) y “otros gastos” (1,4 millones frente a los 1,3 de 2022). De estos últimos, se llevan el grueso los “servicios de profesionales independientes”. Qué empresas o profesionales se hicieron con esa partida es algo que no se revela, pese a las peticiones de críticos como Macarena Olona. Dentro de esa partida destacan también los 200.000 euros que gastó Disenso en alquileres.
Según sus propias cuentas, Disenso tiene 26 empleados y solo uno es de alta dirección: su director, Jorge Martín Frías (desde junio también eurodiputado), que en 2022 cobraba 85.000 euros y que en 2023 se sube el sueldo y pasa a cobrar 91.000. La media en gastos de personal del think tank es de 46.000 euros por trabajador (el salario medio en España ese año era de 26.500 euros). Disenso no ha contestado a elDiario.es si hay alguien que cobre más que Martín Frías. La auditoría especifica que los patronos no han recibido dietas ni salarios. El patronato está formado por el propio Santiago Abascal, que lo preside. También está Enrique Cabanas, amigo de Abascal desde la época en la que presidió la fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes) financiada por los gobiernos de Esperanza Aguirre en Madrid, o Pablo Sáez, tesorero del partido y diputado por Valladolid.
Una herramienta de Vox desde 2020
Disenso nació en 2020 con un capital que puso Vox y que ascendía a 30.000 euros, el mínimo legal para poder constituirse. Las fundaciones son instituciones privadas sin fines lucrativos, tienen beneficios fiscales y, por tanto, la obligación de presentar balances (las vinculadas a partidos están fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas). Entre los fines de Disenso, considerados de interés general, está la “promoción de la defensa de la vida y la familia”, “la reivindicación de la herencia de la civilización occidental” o “la defensa de la libertad, la unidad y la soberanía de España”. La organización difunde el ideario de Vox a través de charlas, conferencias, formación, vídeos y también ha sido el motor de las relaciones de Vox con líderes ultraderechistas como Javier Milei o Jair Bolsonaro, a través del proyecto que llaman Iberosfera (la fundación de Abascal ha financiado 21 viajes en 2023, según las memorias).
Una de las actividades que más dinero se llevó según las cuentas de 2023 fue la web La Gaceta de la Iberosfera, aunque la propia fundación admite que ha recibido la exigua cantidad de 28.000 visitas en un año. Además, Disenso ha subvencionado a dos estudiantes para la escuela de negocios ISSEP, también del entorno de Vox y patrocinada por la sobrina de Marine Le Pen.
Desde su creación, Disenso ha recibido nueve millones de euros del partido (a razón de 2,5 millones de euros anuales a los que hay que sumar el millón que lleva ya traspasado en lo que va de 2024, según las propias cuentas de Vox). Las cantidades de dinero que Disenso recibe de Vox y sus gastos se salen de lo habitual en el entorno de las fundaciones de partidos.
Concordia y libertad, el último think tank del PP, gastó la mitad en personal de lo que gastó Disenso, según sus últimos balances colgados. Recibió en subvenciones y aportaciones un millón de euros menos que la fundación de ultraderecha. En el caso de la Fundación Pablo Iglesias, del PSOE, gastó medio millón en personal y, en subvenciones y donaciones (no especifica de quién), recibió 500.000 euros en 2022, una quinta parte de Disenso. En ninguno de sus balances aparece una donación del partido de la magnitud de la que hace Vox a su fundación.
Disenso no ha contestado de momento a la petición concreta de información de elDiario.es sobre sus cuentas y sus gastos, ni sobre salarios o la cantidad que espera percibir del partido de Abascal.
53