Prohibir la entrada en España de personas provenientes de “países de cultura islámica”. Es lo que plantea la extrema derecha en una iniciativa parlamentaria que se someterá al voto del Congreso a caballo de la guerra abierta entre Israel y Hamás, el reciente atentado en Bruselas (Bélgica) y la crisis migratoria que sufre la isla canaria de El Hierro. Tres elementos que Vox no ha dudado en mezclar en un batiburrillo que incluye las críticas de una parte del Gobierno de coalición a Israel y la negociación con EH Bildu.
“El Gobierno es cómplice de los terroristas de Hamás que asesinaron a miles de personas hace días”, ha dicho la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, en el inicio de una breve comparecencia ante los periodistas en el Congreso. Sin citar a nadie en concreto, la sustituta de Iván Espinosa de los Monteros ha trazado una línea directa entre el ataque del grupo armado palestino y la negociación para la investidura de Pedro Sánchez: “Las muestras de simpatía con los terroristas no es algo nuevo, Sánchez negocia con quienes llevaban a 44 en sus listas”.
Millán ha saltado así al reciente ataque en Bruselas que costó la vida a dos personas, además del atacante, quien fue abatido por la policía, que investiga todavía lo ocurrido, aunque todo apunta a un atentado terrorista.
“El autor del atentado del lunes en Bruselas residía de forma ilegal y tenía antecedentes”, ha dicho Millán, que se ha preguntado: “¿Alguien puede explicar que una persona con estos antecedentes campe a sus anchas por Europa con orden de expulsión y siendo vigilado?”.
Millán ha cerrado la triangulación con otro salto de miles de kilómetros, directa a Canarias. Según la portavoz de Vox, el atacante de Bruselas “entró como han entrado 23.000 inmigrantes ilegales en Canarias”. “El Hierro [donde se vive a una crisis humanitaria con la llegada de miles de migrantes en unas semanas] va a dejar de ser lo que fue y se convertirá en otra cosa, que es lo que va a pasar con la mayor parte de Europa si no ponemos remedio a esta grave amenaza”, ha añadido.
Por eso, ha seguido Millán, Vox ha presentado una iniciativa parlamentaria, que se someterá a votación, para “instar al Gobierno a suspender tramitación de expedientes de adquisición de nacionalidad española, autorizaciones de estancia y residencia, y prohibir la entrada de inmigrantes procedentes de países de cultura islámica en tanto no se pueda asegurar su integración”.
Una afirmación que choca con la Ley de Partidos, por ejemplo, cuyo objetivo, según su propia exposición de motivos, es “garantizar el funcionamiento del sistema democrático y las libertades esenciales de los ciudadanos, impidiendo que un partido político pueda, de forma reiterada y grave, atentar contra ese régimen democrático de libertades, justificar el racismo y la xenofobia o apoyar políticamente la violencia y las actividades de bandas terroristas”.
Millán sigue así la estela de su jefe de filas. El líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, pidió el martes en un tuit matar a hipotéticos terroristas “antes” de que cometan el supuesto ataque
No ha sido el único. En los últimos días otros cargos relevantes de Vox han hecho apreciaciones similares. Por ejemplo, el vicepresidente del Gobierno de Murcia en coalición con el PP de Fernando López Miras. José Ángel Antelo ha vinculado la llegada de migrantes en pateras a las costas murcianas en los últimos días con “la infiltración de yihadistas” que “eleva el riesgo de atentados” en “estos momentos de especial tensión internacional”, en referencia al conflicto en curso entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.