Yolanda Díaz activa la cuenta atrás de Sumar y Podemos pide antes un acuerdo de coalición
Yolanda Díaz ultima el lanzamiento de Sumar. En las próximas semanas celebrará un acto en Madrid que servirá como presentación pública de la plataforma y en el que la vicepresidenta segunda quiere que estén todas las formaciones políticas a las que pretende agrupar en un mismo proyecto político. Podemos quiere acudir a ese acto pero pide para eso un acuerdo previo de coalición en el que se establezcan algunas condiciones para tener garantías de cara a los próximos meses. La principal, que la configuración del futuro espacio se dirima en unas primarias abiertas.
La formación que dirige la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha mostrado hasta ahora respeto a las negociaciones que Díaz mantiene con otros partidos y también a los tiempos, pero siempre con llamadas que marcan en público las posiciones que luego trasladan en privado. Podemos ha dicho en varias ocasiones que el proyecto de la vicepresidenta va tarde y ha reclamado las primarias abiertas como el mecanismo necesario para ordenar el proyecto en el que Díaz quiere agrupar a una decena de partidos como Izquierda Unida, Compromís, Más País o la Chunta Aragonesista.
Estos dos elementos son clave en las conversaciones con las organizaciones para la articulación de Sumar como plataforma política. El primero, los tiempos, porque Podemos prefiere alcanzar un acuerdo antes de las elecciones municipales y autonómicas que sirva para dar certezas a la ciudadanía pero también a los partidos de que habrá unidad en la izquierda. Pero por otro lado, en esa cita electoral los partidos de corte regional medirán su peso en votantes con la esperanza de contar con una mejor posición negociadora si ven reforzados sus números. En estas elecciones, además, algunos de estos partidos compiten entre sí, lo que dificulta cualquier acuerdo previo.
Si la negociación de Sumar se posterga a junio, después de las elecciones, como asegura Podemos que les ha trasladado el equipo de Díaz, las conversaciones se extenderán previsiblemente hasta septiembre u octubre con el verano de por medio y la ciudadanía, temen los de Belarra, no tendrá certezas sobre el proyecto político de la izquierda hasta poco tiempo antes de unas elecciones que están previstas para diciembre pero que, algunos dirigentes sostienen, Pedro Sánchez podría adelantar en cualquier momento.
Aunque las primeras conversaciones han constatado acercamientos y según Podemos ya hay condiciones para un acuerdo, una negociación con más de diez partidos de diferente origen, algunos como Más País escisiones del propio Podemos, parece a priori complicada, más cuando el precedente de un espacio con diferentes formaciones de izquierda es la confluencia creada para las autonómicas andaluzas, que se cerró a última hora y dejó fuera a Podemos porque el resto de formaciones que habían logrado un acuerdo no registraron a tiempo la coalición con los morados dentro. Curiosamente, Yolanda Díaz viaja este fin de semana a Andalucía con Sumar.
Un acuerdo de coalición con “primarias abiertas”
Para evitar un escenario así, los distintos partidos han planteado diferentes soluciones. Es ahí donde entra la segunda línea roja de Podemos, las primarias abiertas. Podemos quiere que más allá de los acuerdos que consiga Sumar con el resto de partidos haya un pacto de coalición entre Podemos y Sumar que se resuelva en última instancia con este mecanismo. Es lo que planteó este lunes el portavoz de la formación Javier Sánchez Serna. “Entendemos y respetamos que partidos como Izquierda Unida, el PCE y la Chunta Aragonesista puedan poner sus requisitos. Nosotros vamos a trabajar por garantizar la unidad entre Podemos y Sumar”, dijo. Esa unidad, añadió, para la que tienen “toda la predisposición y voluntad” pasa por un “acuerdo de coalición” que incluya “la propuesta de primarias abiertas para que todas las condiciones queden claras”.
Este acuerdo hoy por hoy parece inviable precisamente por la complejidad que entrañan las negociaciones con los diferentes partidos y porque en cualquier caso no se contempla desde Sumar un acuerdo que no sea con todas las organizaciones.
Este lunes, las redes sociales de Sumar publicaron un mensaje en el que avisaban de que pronto, en Madrid, arrancará “una nueva etapa”. La etapa que se ha desarrollado hasta ahora es el proceso de escucha, una caravana de actos con presencia de la ciudadanía aunque también de partidos y de organizaciones, que han tenido un protagonismo secundario. Fuentes del proyecto avanzan que lo que viene ahora es el “segundo ingrediente” de Sumar: “El diálogo y el acuerdo”.
Después del mensaje de Sumar, algunas de las organizaciones que forman parte de las conversaciones se hicieron eco o aprovecharon para lanzar sus propias consignas. Como siempre, en las presencias y las ausencias se puede leer entre líneas. La presidenta de En Comú Podem en el Parlament de Catalunya y líder de Podem en esa región, el secretario general del Partido Comunista de España, Enrique Santiago, o el líder de Alianza Verde, el partido ecologista de Unidas Podemos celebraron las novedades en las redes sociales.
El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, publicó un hilo de Twitter en esta línea en el que, además, aportó su visión sobre Sumar. “Yolanda encarna de manera extraordinaria lo mejor que hemos logrado estos años, a lo que añade sus propias formas y experiencia. Sumar es un proyecto esperanzador”, ha dicho. Pero a continuación advirtió: “Sumar no es –ni debe ser– una suma de partidos”, aunque ha recordado el bagaje del suyo, “enorme”, con “más de 35 años de historia y una militancia de oro curtida en mil batallas”.
Izquierda Unida aportó en enero más claves de cómo entendía que se podía articular esa difícil coalición de partidos. Garzón llevó a la ejecutiva del partido un documento con las bases políticas del año en el que apostaba por una mesa de organizaciones políticas y unas primarias proporcionales, con censo específico y por circunscripción para diseñar las candidaturas para las próximas generales. “Esta es la mejor manera de generar un proceso de participación y refrendo popular”, sintetizaba el documento.
En esas palabras del documento que refrendó la ejecutiva hay algunas claves importantes para el futuro. Yolanda Díaz apuesta por un sistema de primarias, pero los mecanismos de elección interna son tan numerosos como las formaciones que integran el arco parlamentario. En las conversaciones entre Sumar y los partidos se está hablando precisamente de estas cuestiones y una de las más importantes es qué censo se elegirá para un futuro proceso interno. Al mismo tiempo, hay partidos como Compromís que han planteado una fórmula alternativa, un acuerdo electoral como el que mantienen en la actualidad con Más País.
La entente Compromís y Más País tiene una relevancia especial en un momento en el que en paralelo al diálogo de Sumar han reforzado el llamado Pacto del Turia. Esta alianza, que originalmente comprendía a partidos de corte territorial del oriente español como Més o la Chunta Aragonesista, se ha expandido con la inclusión de la formación de Iñigo Errejón y recientemente la del Proyecto Drago del canario Alberto Rodríguez, ex número tres de Podemos y en el pasado enfrentado al líder de Más País. En un acto en las Islas este fin de semana pusieron el acento precisamente en el 8M. “Cuando toque, regaremos”, dijo Joan Baldoví, el portavoz de Compromís en el Congreso.
Yolanda Díaz mientras tanto ha activado la cuenta atrás del lanzamiento de Sumar. En ese acto en Madrid anunciará la decisión de si se presenta o no como candidata a las elecciones generales aunque desde su entorno descartan que sea un lanzamiento de candidatura, algo que no ocurrirá hasta después del 28M. Esas mismas fuentes no quieren entrar a valorar las peticiones de Podemos e insisten en que en las negociaciones que se iniciaron a partir de enero se trasladó a las organizaciones que este acto tendría lugar y un esbozo de los términos, esto es, que sería un acto que ponga una suerte de broche al proceso de escucha en el que ha sido la sociedad civil y las organizaciones sociales las que han tenido el protagonismo.
Desde el entorno de la vicepresidenta trasladan que Podemos es una parte esencial de los partidos con los que quiere conformar Sumar y una prueba es que las conversaciones con los partidos arrancaron precisamente con Podemos. Al mismo tiempo, consideran que sería “muy importante” que Podemos estuviese presente en el acto en el que Díaz anunciará su decisión. “Por supuesto cuando tome esa decisión espero que que toda la ciudadanía, los movimientos ecologistas, feministas, sindicales, todos los demócratas, todas las organizaciones políticas -y cuando digo todas, digo todas- estén a la altura de las circunstancias”, ha dicho la ministra de Trabajo este lunes en unas declaraciones a los medios en Bruselas.
“Invitaremos a todas las formaciones sindicales, ecologistas, feministas, al movimiento cultural, a todos los profesionales, a todo el mundo, y, por supuesto, a todos los partidos políticos que no puedo nombrar porque son muchísimos”, ha añadido sin mención explícita a la formación de Belarra.
A pesar del cruce de mensajes de este lunes y de unas declaraciones de Podemos que algunas voces en el espacio han leído como una advertencia, lo cierto es que en los últimos meses se han sucedido los gestos de distensión entre ambas partes, entre Yolanda Díaz y Podemos. Además de las imágenes en las que se ha podido ver juntas a Díaz y a la ministra de Igualdad, Irene Montero, como la de la semana pasada en medio de la crisis del 'solo sí es sí', algunos elementos como la bajada del tono en las declaraciones públicas apuntaban a que las conversaciones para el desarrollo de Sumar estaban avanzando silenciosamente. Esos gestos pueden empezar a ser fundamentales para detectar la marcha de las negociaciones para una candidatura unitaria de la izquierda en las próximas elecciones generales.
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