Yolanda Díaz defiende Sumar como un proyecto de Gobierno desde la “centralidad” y no desde una “esquina del tablero”
Yolanda Díaz ha plasmado en el arranque del año las principales líneas políticas de la plataforma Sumar no solo para los próximos meses de efervescencia electoral sino para la próxima década. En el primer acto político del año, la ministra de Trabajo ha lanzado un mensaje importante sobre el proyecto que diseña: un espacio con ambición de gobernar tiene que hacerlo desde la “centralidad” y no desde una “esquina del tablero”.
“Hay gente que hace ruido pero no tiene un proyecto de país. Nosotras vamos a tener un proyecto porque queremos gobernar”, ha dicho la vicepresidenta segunda del Gobierno en el cierre del acto en el que se han presentado los principales avances del trabajo que están realizando los diferentes grupos de trabajo sectoriales de Sumar. Díaz ha presentado su plataforma como la “llave para abrir una nueva década progresista; la garantía para una década progresista en España”.
La ministra de Trabajo ha culminado así un acto en Madrid en el que han intervenido expertos como el filósofo César Rendueles, la arquitecta y urbanista Zaida Muxí, el exdirector de Salud Pública de Asturias Rafa Cofiño, el catedrático de derecho del trabajo Antonio Baylos o el actual ministro de Universidades, Joan Subirats. Una decena de expertos que han presentado los trabajos que llevan realizando desde hace meses.
Díaz ha recogido sus conclusiones para formular una suerte de programa con los principales ejes que, entiende, deben marcar un proyecto progresista para la próxima década: la sanidad, la vivienda, los derechos laborales, el feminismo. Pero todo ello, ha dicho, a través de la conexión con las “mayorías sociales”. “Cuando emprendes un cambio de época, no se hace desde la esquina del tablero sino desde las mayorías sociales, desde la centralidad. No va de estar en la esquina del tablero, es dirigirse a las personas que necesitan universidad pública, empresarios que tienen que levantar cada mañana su proyecto, cajeras, celadores, docentes, médicos, enfermeras. Necesitamos a todos ellos para que sean protagonistas de la vida común”, ha lanzado.
Díaz ha enfrentado esa “ambición social” al “proyecto neoliberal”, que ha gestionado desde el “dolor y el sufrimiento”, un proyecto que en España, ha dicho, encarna el PP de Alberto Núñez Feijóo y que ya está “caduco”: “El proyecto neoliberal, que es cultural por encima de todas las cosas, lo vimos en la gestión de la crisis financiera pasada, está caduco, no ha servido”. “Toca sumar para derrotarlo políticamente”, ha advertido para advertir de que si las fuerzas progresistas “no suman”, llegará la “barbarie”. Esa esquina del tablero es también el neoliberalismo que vaticina terminado.
Vivienda, sanidad, derechos laborales
A continuación, la vicepresidenta ha trazado los ejes de su proyecto de país, como ha insistido, para la próxima década y no para cuatro años más o un mero ciclo electoral. En ese compendio de prioridades, Díaz ha destacado la sanidad universal por encima de todo y ha prometido incluir en el estado de bienestar la sanidad bucal y la oftalmológica. “Una persona que gana 1.200 euros no se puede permitir un dentista”, ha lamentado para garantizar un futuro en el que todo el mundo se pueda permitir sufragar una ortodoncia, unas gafas o unas lentillas.
Yolanda Díaz también ha defendido su gestión al frente del Ministerio de Trabajo y la reforma laboral, que está contribuyendo, ha dicho, a reducir la precariedad. Pero ha pedido ir más allá y ha prometido, si su proyecto llega a gobernar, reducir la jornada laboral de ocho horas y eliminar las horas extra. “España sigue teniendo una jornada laboral de ocho horas como hace un siglo. Ha llegado el momento de reducir la jornada laboral, pero no basta con eso”, ha dicho la ministra, que ha insistido en otro aspecto fundamental para su plataforma en materia de trabajo, las horas extra sin remunerar. “Les voy a dar un solo dato. En nuestro país se hacen a día de hoy la friolera de seis millones y medio de horas extraordinarias a la semana, de las cuales la mitad no se retribuyen. Se ha acabado. Las horas extra sin retribuir en nuestro país no van a volver a ver la luz por injusticia”, ha prometido.
Otro de los retos, esta vez inmediatos, que ha planteado es el de la reforma del mercado de la vivienda. “Salario mínimo, alquiler máximo”, ha dicho para pedir una nueva política de vivienda, tras décadas de regulaciones “fallidas”. “Queremos ser europeos. Ciudades donde la vivienda no es objeto de especulación sino un derecho fundamental para las personas de nuestro país”, ha avanzado, para pedir, con la vista en el último año de legislatura, en el límite del precio de los alquileres.
El de hoy ha sido el primer acto político de Sumar, la plataforma que está preparando la vicepresidenta segunda del Gobierno con el fin de agrupar a todo el espacio de la izquierda del PSOE, el primer paso de un primer trimestre frenético que concluirá presumiblemente con el anuncio de Díaz de que aspirará a liderar ese espacio de cara a las elecciones generales que si nada cambia se celebrarán a final de año.
La ministra de Trabajo tiene prevista una parada importante este mismo fin de semana en Catalunya. El viernes viaja a Tarragona para celebrar un primer ‘acto de escucha’ y el sábado por la mañana estará en Barcelona con la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, en un acto que servirá para apuntalar su alianza con el espacio de los comuns.
Díaz ha concluido con una llamada a la gente “que falta” en Sumar. “No se puede Sumar sin proyecto de país. En Sumar falta demasiada gente. Lo importante no es aquí. Lo importante es ahí fuera y todas esas personas son las que necesitamos para sumar mucho y sumar bien. No necesitamos pensar lo mismo”, ha lanzado.
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