Han pasado casi 750 días. Pablo Iglesias dejó hace poco más de dos años el Gobierno y cedió el liderazgo a Yolanda Díaz, que desde entonces ha postergado varias veces la respuesta a una pregunta: ¿será la vicepresidenta segunda candidata a las elecciones generales? Este domingo, dará una respuesta afirmativa. Desde aquel día, ella y su equipo han tratado de componer una foto de unidad de la izquierda que pudiera ampliar el espacio que representaba Unidas Podemos en 2019. Este domingo, en el acto en el que lanzará su propia plataforma política tendrá el apoyo de una docena de partidos políticos, desde Izquierda Unida hasta Más Madrid y Compromís pasando por formaciones regionalistas y ecologistas. En las filas reservadas para esos partidos, sin embargo, no estará la dirección de Podemos, el partido que decidió que fuera ministra y del que se ha distanciado en los últimos dos años.
La vicepresidenta segunda lleva mucho tiempo preparando el acto de este domingo. Prevé reunir a unas 3.000 personas en el polideportivo Antonio Magariños de Madrid, cuna del Estudiantes de Baloncesto, en pleno centro de la capital. Allí escenificará la puesta de largo de su proyecto político, después de casi un año de actos de escucha en los diferentes territorios de España y después de tres meses de diálogo con todas las fuerzas políticas a las que espera unir en un acuerdo electoral que pueda servir para recuperar la iniciativa del espacio progresista en las próximas generales.
Entre esas formaciones estará Izquierda Unida, que ha anunciado una amplia representación, con el coordinador federal, Alberto Garzón, a la cabeza, y el secretario general del Partido Comunista de España, Enrique Santiago, aliado de Díaz en el grupo parlamentario, quien ha avanzado que el evento será una gran “fiesta”. También acudirá Ada Colau, líder de Catalunya en Comú, uno de los principales apoyos de la vicepresidenta durante la conformación de Sumar y cuyo brazo en el Congreso, En Comú Podem, está alineado con Díaz desde hace tiempo. Con esas dos formaciones, la ministra de Trabajo se garantiza la presencia de dos de sus compañeros en el Gobierno entre las filas del Magariños: además de Garzón, estará el responsable de Universidades, Joan Subirats, que forma parte de las filas de los comuns.
En este tiempo, la vicepresidenta segunda ha conseguido el apoyo, al menos el suficiente para que asistan al acto de este domingo, de los líderes de Más País, Iñigo Errejón, y de su marca madrileña, Más Madrid, las candidatas Mónica García y Rita Maestre; también estará el alcalde de Valencia, Joan Ribó, en representación de Compromís, la coalición valenciana, principal fuerza electoral a la izquierda del PSOE en esa región. Verdes Equo, Alianza Verde, la Chunta Aragonesista, Proyecto Drago -el partido del exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez-, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Batzarre y el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta, de Fátima Hamed, completan el cartel de este domingo en Magariños.
Díaz estará arropada además por la presidenta del Partido Verde Europeo y el presidente del Partido de la Izquierda Europea. En los últimos días, ha recibido mensajes de apoyo en las redes de Alexis Tsipras, el ex primer ministro griego y antiguo líder de Syriza o el exvicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, número dos de los gobiernos de Evo Morales. Habrá representación además de Comisiones Obreras, UGT, asociaciones de autónomos como UATAE o UPTA y diferentes organizaciones de la sociedad civil.
En la foto, sin embargo, no estará Podemos. Los equipos negociadores de Díaz y del partido que dirige la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, llevan hablando desde enero como parte de la voluntad de la vicepresidenta segunda de lograr una candidatura de unidad el próximo diciembre. El partido que fundó Pablo Iglesias planteó hace unas semanas alcanzar un acuerdo bilateral con Sumar, un pacto de mínimos que aceptase sus condiciones para poder acudir al acto del domingo. Un acuerdo que contemplase que las listas electorales en el espacio político se decidiesen en primarias abiertas a la ciudadanía.
El equipo encargado de negociar en nombre de Sumar, dirigido por el jefe de Gabinete de Díaz, Josep Vendrell, trató desde entonces de plantear una alternativa que pudiese contentar a los de Belarra. En la última semana se trabajó en una declaración conjunta que estableciese ese requisito de primarias, pero con un escollo principal: el entorno de Díaz sostiene que la concreción de ese mecanismo de elección democrática debe darse en una negociación multilateral y no simplemente entre dos partidos. El equipo negociador de Podemos, encabezado por la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, mantuvo su exigencia, que considera un acuerdo de mínimos.
Las negociaciones se paralizaron el lunes. Verstrynge intentó una llamada ese día a Vendrell, pero entre las posiciones de ambos no había margen para un acuerdo si ninguno renunciaba a sus posiciones iniciales. En el entorno de Díaz defienden que las negociaciones deben darse en un espacio multilateral, con el conjunto de partidos y en el partido de Belarra sospechan que las resistencias de Sumar a aceptar esas primarias abiertas se deben a que ya hay compromisos atados con otras fuerzas del espacio político. Esta misma semana, el líder de Más País, Íñigo Errejón, defendió que acudían al acto sin ningún papel firmado.
El mismo sábado, Podemos celebró un Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección entre asambleas. Allí, la secretaria general del partido, enunció una última llamada a la vicepresidenta. “Yolanda Díaz tiene en su mano que mañana Podemos esté en el acto de presentación de su candidatura, largamente esperada. Basta con que esta misma tarde Podemos y Sumar firmemos una declaración en la que nos comprometamos a firmar unas primarias abiertas para elegir el mejor equipo para la próxima legislatura”, dijo en la intervención, retransmitida en abierto, al resto de miembros de la ejecutiva. En el partido descartaban hacer una llamada que en estas últimas horas no se ha producido.
Durante la semana, mientras las negociaciones seguían encalladas, se han producido algunos movimientos. Los líderes de Podemos en Galicia y Navarra, Borja San Ramón y Begoña Alfaro, anunciaron que acudirían al acto del domingo en una decisión que contravenía las líneas del partido. Mañana también estarán algunos miembros del partido, como el líder de Galicia en Común, Antón Gómez-Reino, o el secretario general de Unidas Podemos en el Congreso, Txema Guijarro, que hace tiempo que orbitan alrededor del liderazgo de la vicepresidenta segunda. Aunque en el entorno de Díaz se llegó a augurar una rebelión interna contra la dirección para acudir el domingo, la presencia de dirigentes de la primera fila de Podemos se ha limitado en principio a esas dos direcciones territoriales.
Aunque finalmente no estarán el domingo, Díaz sí ha recibido el apoyo de otras personas de Podemos en los últimos días, como la secretaria de la mesa en el Congreso Gloria Elizo, el vicepresident del Govern Balear, Juan Pedro Yllanes, o la candidata autonómica en Asturias, enfrentada con la dirección, Covadonga Tomé, que no asistirá, según ha avanzado, por la crisis de los incendios que vive su comunidad.
En las últimas horas, otras formaciones que sí estarán este domingo han lanzado mensajes a Podemos para forzar un cambio de planes in extremis. “Es lo más inteligente, lo que la ciudadanía está esperando en este momento”, ha reclamado Alberto Garzón antes de asistir a la reunión de la Coordinadora Federal de su partido este sábado. “Hay tiempo de sobra después para seguir concretando lo que haya que concretar para que estemos todos cómodos. Se trata de eso, de buscar espacios de comodidad”, ha dicho.
El líder del PCE, Enrique Santiago, ha enviado este sábado un mensaje en la misma línea. “En el acto de lanzamiento de Sumar, volverá a reiterarse el compromiso de Yolanda Díaz y de todas las fuerzas políticas por concurrir a las elecciones generales tras primarias abiertas. Ojalá todas las candidatas de UP acudan mañana y no renuncien a este acto en la campaña #28M”, ha deseado en un mensaje en sus redes sociales.
La presentación de este domingo supondrá el primer paso de Díaz como líder del espacio político con el que aspira a unir a todo el espacio progresista y tratar de recomponer esa bolsa de votantes que permitió a Unidas Podemos situarse a apenas medio millón de votos apoyos de disputarle la hegemonía de la izquierda al Partido Socialista. Después de diez años vertiginosos, los últimos tres en el primer gobierno de coalición desde la vuelta de la democracia, Podemos quiere reivindicar su papel como la principal fuerza de la izquierda. Pese a su ausencia este domingo, las conversaciones seguirán a partir del lunes, con meses por delante en los que está en juego no solo la supervivencia electoral de la izquierda sino la reedición de esa coalición de Gobierno frente a la amenaza de la llegada de la extrema derecha al poder.
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