“No podemos consentir que esta operación continúe”. La vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, ha trasladado a la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que detenga la entrada de principal operador de Arabia Saudí en Telefónica, después de que esa compañía estatal anunciase la adquisición de un 9,9% de la empresa española y se convirtiese así en su accionista mayoritario. La vicepresidenta primera advirtió desde Bruselas esta semana que el Ejecutivo activará “los mecanismos necesarios para garantizar la defensa de nuestros intereses estratégicos”, pero Díaz este viernes ha pedido ir más allá.
“Telefónica es estratégica para nuestro país”, ha dicho la líder de Sumar en declaraciones a los medios tras participar en un acto en Italia. La también ministra de Trabajo en funciones ha asegurado que ya ha trasladado a Calviño su preocupación por el movimiento saudí: “Mi opinión es que no podemos consentir que esta operación continúe”. “Debemos pensar cuáles son los sectores estratégicos, quiénes forman parte de los consejos de administración en esos sectores y cuáles son los límites y trabajaré para que esta operación no se produzca”, ha reiterado.
Este miércoles, tras conocerse la operación saudí, Calviño enfatizó que esos mecanismos para garantizar la defensa de los sectores estratégicos se han “reforzado” durante el mandato de Pedro Sánchez. No obstante, intentó en esas declaraciones ser prudente y no criticar explícitamente esa compra ni adelantar cuál será el posicionamiento del Gobierno, que tiene en su mano impedir que la empresa saudí alcance el 9,9% de la participación de la compañía española y se quede en un 4,9%.
La adquisición de este paquete, con el que supera a otros accionistas como Blackrock, BBVA y CaixaBank, se realiza en dos pasos. Adquiere un 4,9% de manera directa. El 5% restante lo realiza mediante la adquisición de derivados financieros sobre acciones que se convertirán finalmente en títulos de la compañía.
La operación saudí llega en un momento en el que todavía siguen vigentes los límites para la adquisición de empresas españolas por parte de inversores extranjeros que se aprobaron durante la pandemia. La compañía árabe adquiere un 4,9%, justo por debajo del 5% que impone la ley a partir del cual un inversor foráneo que entrase en una empresa con intereses en Defensa, como es Telefónica, tendría que pedir permiso al Gobierno. Además, con ese 9,9% que alcanzaría con los derivados, se encuentra también justo por debajo del 10% que impone el escudo antiopas.
Díaz ya había pedido después de que trascendiese la noticia “preservar la ”autonomía estratégica“ de las compañías españolas. ”España debe asegurar la toma de decisiones en empresas como Telefónica, guardianas de datos sensibles“, dijo en un tuit en el que reclamó además ”una mejor regulación y una protección para evitar“ ofertas públicas de adquisición de acciones (OPA). Este viernes ha sido más contundente y ha pedido que no se produzca la operación. ”Nos queda mucho por hacer en materia industrial, todos los países reglan y normativizan estas situaciones“, ha dicho.
La vicepresidenta segunda ha apostado además por una política industrial más ambiciosa y que mejore “los sectores estratégicos” como el que representa telefónica en materia de “datos”. “Telefónica es estratégica para nuestro país. Y como tal empresa estratégica, que maneja lo más importante de nuestras vidas, que son los datos. Es el petróleo del siglo XXI, todo radica en los mismos”, ha dicho.