“Yo no quiero eso. No sé cómo decirlo ya. Dos no acuerdan si uno no quiere. Si tú pides la unidad a torta limpia a tu electorado, lo estás deprimiendo. Y luego da igual que te des la mano”. Así de rotunda se ha mostrado la vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y líder de 'Sumar', Yolanda Díaz, este domingo en el programa 'Lo de Évole' al ser preguntada por la posibilidad de que los votantes tengan que elegir entre la papeleta de Sumar y la de Podemos en las próximas elecciones generales.
En la entrevista, grabada el pasado 12 de abril en un restaurante japonés, Díaz ha hablado de su relación con Pablo Iglesias o Pedro Sánchez, de cómo se vería siendo presidenta del Gobierno, de la monarquía, del Sáhara o de la guerra de Ucrania.
La ausencia de Podemos en Magariños
“Sumar se dirige a toda la sociedad. Subir el salario mínimo no es una cuestión de izquierdas. Se dirige a todo el mundo. Cabe gente que comparta el proyecto de país”, ha dicho sobre el proyecto que presentó el pasado 2 de abril en el polideportivo de Magariños con la notable ausencia de la cúpula de Podemos. “No puedo entender que te invite a un acto el día 2 en el que no acababa nada y no puedas venir. No soy capaz de entenderlo”, ha señalado, tras poner de relieve que hubo personas pertenecientes al partido de Ione Belarra que estaban allí y otras que querían ir y no fueron. “Hay un principio fundamental: cuando tú quieres que un acuerdo salga, lo negocias con discreción”, ha añadido. “Yo no me enroco en ninguna posición. Negocio hasta con el diablo y si uno no quiere, dos no acuerdan”.
Al ser preguntada por las declaraciones que ha hecho en varias ocasiones sobre estar “libre de tutelas”, en referencia al gesto que tuvo Pablo Iglesias al designarla sin consultarlo con ella cuando dejó su puesto como vicepresidente y secretario general de Podemos, Díaz ha señalado: “ Pablo no pensaba en tutelarme”. “El problema es que tengo que ser siempre de alguien, de señores, no de mujeres curiosamente”, ha añadido. Ha compartido, además el enfado que le produjo aquella situación: “Ha matizado mucho mi enfado en su libro. No solo le llamé cabrón [como el exsecretario general de Podemos relató en su día], hice algo mucho peor que no voy a contar. Fue una falta de respeto. Me enteré por un vídeo”.
Lo que sí ha asegurado es que no se imaginaba que Iglesias fuese a tener, ya fuera del partido que lidera ahora Belarra, un rol “tan agudizado”. “Lo creo yo y lo cree toda España. En política hay que dejar volar a la gente. Hay que dejar hacer”, ha aseverado. Cuando Évole le preguntó si se refería a Belarra, Díaz subrayó: “A todo el mundo”.
A pesar de la evidente distancia que hay ahora entre ellos, la vicepresidenta ha querido resaltar también que Iglesias es una persona a la que “respeta” y que “convirtió en real la posibilidad, tras 80 años, de formar parte de un gobierno”. “A Pablo le tengo un enorme respeto y lo quiero muchísimo. Pero pensamos diferente. Estamos en un momento que no pensamos las mismas cosas. Somos muy diferentes. Siempre lo hemos sido. Yo no tengo ninguna pelea con nadie”. En ese tramo de la entrevista, la ministra de Trabajo ha reconocido y criticado que “lo que se le ha hecho a Podemos no se le ha hecho a nadie. También a sus dirigentes, Pablo Iglesias e Irene Montero. No solo por acoso o por invadir su vida privada, es que el odio es intolerable en democracia”. Y a renglón seguido, ha contado que algunas personas de su entorno que fueron encarceladas en el franquismo no han perdido la sonrisa ni la ilusión. Es su explicación de por qué le llamó a Iglesias “cascarrabias” en una de las escasas ocasiones en que han vuelto a saludarse, durante un acto en La Vanguardia con motivo de la celebración del Sant Jordi, hace casi un año.
“No hay discrepancia” sobre las primarias abiertas
Uno de los puntos centrales de los roces entre Podemos y Sumar a la hora de pactar, han sido las primarias abiertas, aunque Díaz ha dado entender que no es esa la razón por la que Podemos no estuvo en el pabellón madrileño de Magariños. “Va a haber primarias abiertas, pero hay debate sobre cómo queremos hacerlas. En Sumar quien quiera presentarse a las primarias puede. No es lo mismo hacerlas en un despacho a que se presente cualquiera. No hay discrepancia sobre esto. Se llega a acuerdos cuando se quiere llegar a acuerdos. Si uno no quiere, dos no acuerdan”, ha dicho. “Aquí cabe todo el mundo. Vamos a negociarlo todo. Yo sé de lo que hablan los partidos: de cuánto dinero, cuántas listas, cuántos liberados y poco de programa. Pero tengo clarísimo que cuando uno quiere estar, está”.
Díaz ha subrayado también que cuando Iglesias aún formaba parte del Gobierno, se entendían mejor entre él y Pedro Sánchez que con ella, porque ambos tenían modos “muy masculinos”. “La que seguramente distorsionaba ahí soy yo. En la forma de hacer política ellos se entienden mejor que yo con ellos”. La vicepresidenta segunda no se ve representada por la política masculinizada que pueden representar Sánchez o Iglesias: “Me siento ajena a esa forma de hacer política”. Preguntada por Évole sobre si Sánchez e Iglesias eran machistas, ha dicho que sí, “como todos”.
Su voto en Madrid
Madrid es una de las comunidades donde, tanto en las elecciones del 28 de mayo como en las de 2019, las fuerzas de izquierdas han ido separadas. Preguntada por la papeleta que escogería ella este año -en los anteriores comicios votó a Iglesias-, si Podemos o Más Madrid, Díaz ha contestado a Évole que él ya lo sabe. “Como toda España lo sabe”, ha dicho.
Al intentar el periodista que fuese más clara y preguntarle directamente por Mónica García, Díaz ha señalado: “Hay que entender que yo hoy represento a Sumar, lo que vamos a intentar desde Sumar es justamente eso, intentar sumar, y no reproducir estas cosas que vemos todos los días”.
Una política sin “derrotas”
En este sentido, la líder de Sumar ha insistido en que no concibe la política como “una manera de derrotar al que tienes al lado”. “Hay gente que va al Congreso solo a eso, y no puedo entenderlo”, ha añadido posteriormente refiriéndose a Macarena Olona, de Vox.
También ha tenido buenas palabras para algunos de los que la han rodeado los últimos años en política: “Pedro Sánchez es un gran político y en el espacio de donde vengo, creo que se le ha minusvalorado sin lugar a dudas. Se hicieron lecturas fáciles sobre él, pero es un político que se coloca frente a un partido que tiene 140 años de historia y él se ha puesto al frente. Por eso todas las minusvaloraciones son un error”. Su relación con el presidente del Gobierno, ha dicho “es buenísima”, “es muy cariñoso conmigo”.
Ucrania y el Sáhara
Díaz también ha tenido tiempo para posicionarse en temas de política internacional y exterior. Preguntada por Jordi Évole sobre la guerra de Ucrania y el envío de armas por parte de Europa, ha señalado que “si fuera presidenta cumpliría con un objetivo fundamental, que es desplegar una política de seguridad europea propia”. La guerra de Rusia es ilegal, ilegítima y toda mi solidaridad con Ucrania. Cuando hay una agresión ilegítima el pueblo ucraniano tiene derecho a la defensa“, ha aseverado.
En cuanto a la actual postura de España sobre el conflicto entre Marruecos y el Sáhara, Díaz ha sido rotunda: la cambiaría. “Tengo una posición muy clara y no es la de Pedro Sánchez. Hay que tomar con seriedad a Marruecos, claro. Pero Marruecos es una dictadura”.