El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se ha escudado en la responsabilidad para justificarse por no haber hecho pública la carta enviada por el BCE en agosto de 2011 y que la oposición le requirió en varias ocasiones. Ahora la ha incluido en su libro El Dilema: 600 días de vértigo, editado por Planeta, porque ha decidido “que fuera pública”. “Siempre he sido exquisito con el Parlamento”, ha defendido en una entrevista en la Cadena SER.
El Gobierno socialista ignoró las tres peticiones del diputado Gaspar Llamazares e incluso la del líder de la oposición, Mariano Rajoy, de que se diera a conocer el contenido de la carta remitida por Jean Claude Trichet y el gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, en la que le exigían medidas para devolver la estabilidad a la “firma soberana” española.
“En su momento no podía hacerlas publicas porque era un riesgo para la estabilidad”, ha asegurado Zapatero, que ha reconocido que ignoró también las peticiones de los medios de comunicación. El expresidente la ha dado a conocer ahora para evitar que la ciudadanía piense que la reforma de la Constitución, que se produjo 20 días después de recibir la misiva en La Moncloa, tuviera algo que ver.
“Así todo el mundo la ha podido tener para explicar que es un intercambio de intenciones”. En su respuesta a la carta, dice que se limitó a explicar al presidente del BCE las medidas que el Gobierno ya estaba tomando.
El socialista ha admitido que cometió errores tras la caída de Lehman Brothers. “Cuando viene el tsunami mayor desde hace 70 años, el presidente no está a la altura”, ha expresado, aunque ha defendido que el Ejecutivo tomó medidas incluso antes que otros países europeos, como la garantía de los depósitos o la entrega de 400 euros a las familias para que pudieran hacer frente a la subida de las hipotecas.
“Evitamos un riesgo de intervención”
En su libro, Zapatero asegura que no optó por dimitir en mayo de 2010 -cuando cambió su compromiso de no recortar y aplicó un duro programa de austeridad - ya que hubiera provocado una intervención de España: “Habría habido una alta probabilidad y un alto riesgo”, ha reiterado este jueves Zapatero que también ha admitido que fue un error no pronunciar la palabra crisis durante varios meses.
El expresidente ha defendido su gestión de las críticas que recibió de los dirigentes del PP: “A lo mejor algunos de los que criticaron nuestra gestión empiezan a pensar que no era tan fácil”. Zapatero ha asegurado que lo que menos le ha gustado del mandato de Rajoy es que haya eliminado la asignatura de Educación para la Ciudadanía. “Me parece que es fundamental para la convivencia, para la tolerancia, el respeto a los derechos y la formación que tiene que ver con el respeto a tu país. No molestaba a nadie la transmisión de esos valores”, ha expresado.
Aunque sostiene que no quiere entrar en polémicas con los miembros de sus gobiernos, ha insistido en que no tiene “constancia” de que el exministro de Economía Pedro Solbes le entregara un plan de ajuste que él rechazó, tal y como explica Solbes en su libro. “Su memoria en este caso no coincide con la mía”, ha insistido el expresidente, que tampoco recuerda “la sensación de tener discrepancias de fondo” con Solbes.
El documento titulado “Una estrategia para la recuperación de la economía española”, al que ha tenido acceso eldiario.es, contenía un plan de reformas estructurales que habría que acometer para encarar la crisis latente que se percibía en los primeros días de enero de 2009. Según Solbes, el rechazo del presidente a esas medidas – por llevar “implícitas dos huelgas generales”- supuso su salida del Ejecutivo.