El último gran cometido del expresidente del Gobierno ha sido asesorar a François Hollande en su reforma para permitir el matrimonio y la adopción a parejas homosexuales. José Luis Rodríguez Zapatero fue requerido por el presidente del país vecino para acometer la reforma que estos días inicia su trámite legal en medio de la polémica.
La Asamblea Nacional francesa aprobó a finales de la semana pasada el primero de los artículos del proyecto de ley para legalizar el matrimonio homosexual en Francia, iniciando así el proceso de tramitación del proyecto de ley del Gobierno, que se examina desde el pasado martes y que aún se debatirá durante varios días.
El primer contacto entre Hollande y Zapatero se produjo tras el verano de 2012. Fue a través de una llamada telefónica entre el presidente francés y el expresidente español. Según fuentes conocedoras del contenido de esa conversación, Hollande quería conocer de primera mano cómo se había desencadenado en España el proceso de redacción de la Ley de Matrimonio Homosexual. Durante esa conversación telefónica, el presidente francés invitó al español a visitar París para realizar un intercambio de ideas que permitiese al país vecino tomar nota del modelo español en el desarrollo de su ley.
Hace apenas un mes, Zapatero recibió otra llamada desde Francia. En este caso, al otro lado del hilo telefónico se encontraba Christiane Taubira, ministra de Justicia del Gobierno de Hollande. Durante esa conversación se cerró el viaje de Zapatero a Paris para trabajar sobre la reforma legal. Pocos días después, Zapatero almorzó en Paris con Taubira.
La principal aportación del expresidente español a la ley francesa fue su propuesta de simplificar la medida. Zapatero recomendó a la ministra de Justicia que no abriese debates concretos sobre las consecuencias de la unión entre dos personas del mismo sexo. Dicho de otro modo, la parte española propuso que el Gobierno francés moviese la pieza de la igualdad sin entrar en el debate de las consecuencias jurídicas sobre cuestiones como la adopción o la fertilidad. Durante el encuentro, Zapatero explicó a Taubira que la gente no cuestiona que la adopción esté reconocida para madres o padres solteros y que sí lo hace en el caso de parejas homosexuales.
La experiencia española ha servido para que Francia saque del foco del debate los derechos que podrían generarse tras una boda entre personas del mismo sexo y centre su propuesta en la defensa de que todos son iguales ante la ley y que independientemente del sexo de sus integrantes, los miembros de un matrimonio tienen los mismos derechos. De hecho, el proyecto se llamaba en inicio “Ley de Matrimonio y Adopción” y tras la aportación española se eliminó de su título la referencia a la adopción.
Además, Zapatero recomendó al Gobierno francés que buscase la complicidad de gente con relevancia ante la ciudadanía en su campaña de apoyo a la medida. El expresidente español propuso que Hollande se hiciera rodear de personajes de la cultura reconocidos por la ciudadanía para apoyar su idea de que las parejas homosexuales merecen los mismos derechos que el resto.
El Gobierno de François Hollande sugirió a Zapatero que participase en alguna entrevista televisiva para que pudiese explicar su experiencia y colaborase con la creación de un clima de opinión favorable al cambio legal. El expresidente español consideró que la propuesta podría rozar la imprudencia y que podría ser interpretada como una injerencia del vecino del sur, así que se ofreció a la publicación de un artículo en prensa. El periódico elegido fue el diario Le Monde, la fecha el 3 de diciembre y el título del artículo: “Gracias al matrimonio para todos la república francesa será más republicana”.
El expresidente del Gobierno fue invitado a las manifestaciones que durante la pasada semana han servido de apoyo a la propuesta de reforma legal. Zapatero declinó la invitación cursada por los convocantes.