Albert Rivera y la petición de indulto para el golpista Tejero: fue una archidiócesis la que lo pidió

“Imagínense que subiera a la tribuna y dijera alguien que había que indultar a Tejero”. El autor de estas palabras es Albert Rivera, que ha criticado desde la tribuna del Congreso que la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, se mostrase favorable al indulto a los políticos independentistas presos (aunque después rectificó). Una frase dirigida a Pedro Sánchez, aludiendo a que alguien que ha nombrado su gobierno habló de indultar a “golpistas”, en referencia a los políticos presos, cuando nadie lo había hecho con alguien como Tejero. Pero sí hubo una petición en ese sentido para el militar golpista.

En 1993, 12 años después del Golpe, el Tribunal Supremo se pronunció a favor de indultar a Tejero, como informó El País. Lo hizo tras una petición de una asociación religiosa que hablaba en nombre del militar, llamada Archicofradía de la Celeste, Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced. Pero, como admitió el Alto Tribunal, las razones para indultarle no eran jurídicas: se trataba de causas “extrajurídicas” y de “conveniencia pública” para lograr “una aceptación social que contribuiría al olvido de unos hechos que deben quedar ya en el pasado”.

Finalmente, el Gobierno no indultó al ex teniente coronel, que pasó 15 años en prisión tras ser condenado a 30 años por el Consejo Supremo de Justicia Militar. Salió del todo en 1996, cuando le concedieron la libertad condicional. Junto a él fueron condenados otros 32 militares, entre los que destacaban los otros dos “cerebros” del Golpe, Milans del Bosch y Alfonso Armada. Tejero y Milans recibieron la pena máxima, mientras que Armada fue condenado a 26 años.

Pero aunque Tejero no fuese indultado, sí lo fue Armada. Y también a raíz de una aval del Supremo. El Gobierno de Felipe González concedió la medida de gracia en 1988 al general, como publicó El País, un 23 de diciembre de 1988. Esto “hizo posible que Armada saliera poco antes de las nueve de la noche del hospital militar Gómez Ulla, de Madrid, donde estaba internado”.

La portavoz del Gobierno entonces era Rosa Conde y en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros señaló: “El Gobierno ha oído el informe del ministro de Defensa, preparado por sus servicios jurídicos, y ha decidido atender la propuesta del Tribunal Supremo”, que había sido hecha casi un mes antes, 16 de noviembre. En esa fecha, los ocho magistrados de la Sala de lo Militar del Alto Tribunal emitieron por unanimidad un informe favorable al indulto. En el documento se alegaban “razones de equidad”.

El papel de Alfonso Armada el 23F

El día del golpe de Estado y de la toma por las armas del Congreso de los Diputados, Alfonso Armada, Marqués de Santa de Cruz de Ribadulla, desempeñaba el cargo de segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército. Se le destituyó de su cargo y fue arrestado días después de la asonada acusado de haber participado en los hechos. Los planes de los golpistas eran que Armada ocupara la presidencia del Gobierno en caso de que hubiera fructificado el golpe. “El elefante blanco” se le denominó.

Fue procesado bajo la acusación de rebelión militar el 11 de marzo de 1981. El fiscal pidió para él 30 años de cárcel y pérdida de empleo. El Tribunal Supremo le impuso en abril una condena de 30 años y pérdida de empleo, causando baja definitiva en el Ejército. Finalmente, el Consejo Supremo de Justicia Militar le rebajó la pena a 26 años, ocho meses y un día. Hasta que en 1988 fue indultado. Si no le hubieran concedido la medida de gracia habría permanecido recluido hasta el 23 de octubre del año 2007. Armada falleció el 1 de diciembre de 2013, a los 93 años.

El 25 de noviembre de aquel año también abandonó la cárcel el general Luis Torres Rojas, otro de los implicados en el golpe, a quien se le concedió la libertad por padecer una enfermedad y por haber cumplido los 70 años de edad.

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