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Félix de Azúa, otra vez: “No sé si Ada Colau odia a los nazis”
El académico Félix de Azúa no para de hablar de Ada Colau. Si el viernes fue en una entrevista en Tiempo, donde la mandó a servir pescado, y el lunes dijo de ella que “apenas tenía estudios”, ahora carga contra la alcaldesa de Barcelona por el ataque a la casa del dramaturgo Albert Boadella. Todo por no condenar el ataque. Por eso Azúa duda de si la líder de Barcelona en Comú rechace lo ocurrido: “No sé si Ada Colau odia a los nazis”.
El escritor cuestiona otra vez a Colau en una columna en El País, donde colabora habitualmente, y titulada Hedor. Esta vez por este ataque a la vivienda de Boadella, al que le cortaron tres árboles de su jardín como último agravio tras otras acciones hostiles, como llenarle su césped de bolsas de basura. Esto le sirve a Azúa para dudar sobre las intenciones de la alcaldesa. “Odia la misoginia, el machismo y el clasismo, según dice. Yo no sé si odia a los nazis, pero no dan una imagen demasiado democrática de Cataluña”, escribe el académico.
Azúa no solo carga contra Colau por el ataque al dramaturgo. “Tampoco han dicho ni pío los 300 paniaguados que exigen la reducción de Cataluña a lo que ellos alcanzan a comprender. Ni los periodistas y redófilos a sueldo. Ni los jefes de partido progresista”. Todo esto “da un poco de asco”, escribe el filósofo.
El académico Félix de Azúa no para de hablar de Ada Colau. Si el viernes fue en una entrevista en Tiempo, donde la mandó a servir pescado, y el lunes dijo de ella que “apenas tenía estudios”, ahora carga contra la alcaldesa de Barcelona por el ataque a la casa del dramaturgo Albert Boadella. Todo por no condenar el ataque. Por eso Azúa duda de si la líder de Barcelona en Comú rechace lo ocurrido: “No sé si Ada Colau odia a los nazis”.
El escritor cuestiona otra vez a Colau en una columna en El País, donde colabora habitualmente, y titulada Hedor. Esta vez por este ataque a la vivienda de Boadella, al que le cortaron tres árboles de su jardín como último agravio tras otras acciones hostiles, como llenarle su césped de bolsas de basura. Esto le sirve a Azúa para dudar sobre las intenciones de la alcaldesa. “Odia la misoginia, el machismo y el clasismo, según dice. Yo no sé si odia a los nazis, pero no dan una imagen demasiado democrática de Cataluña”, escribe el académico.