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Franco antes que Putin: cuando la propaganda decía que el bombardeo de Gernika era un 'incendio republicano'

5 de abril de 2022 20:03 h

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El nombre de Mariúpol pasará a la Historia de las ciudades arrasadas por la guerra al igual que lo hicieron Sarajevo o Gernika. En el caso de esta última ciudad vasca, el 26 de abril de 1937 aviones alemanes e italianos la arrasaron, consumando el primer ejemplo de ‘guerra total’. A Gernika se ha referido hoy el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante su discurso telemático al Congreso de los diputados: “Estamos en abril de 2022, pero parece abril de 1937”. La prensa franquista no dudó entonces en seguir la estrategia que ahora calcan los medios afines a Putin respecto a la invasión de Ucrania.

El periodista de EiTB Dani Álvarez ha reproducido en su perfil de Twitter recortes de prensa de la época. Algunos, afines a Franco: “No hubo bombardeo de Guernica y sí destrucción por parte de los rojos”, decía una titular de La Nueva España con el antetítulo ‘Triunfa la verdad’; otros, contando lo que realmente pasó, como lo hicieron The Times, de Londres y The New York Times. El telegrama que el periodista George Steer envió The New York Times describía los casquillos de las bombas alemanas (con simbología militar y la inscripción Rheindorf 1936), así como el uso de una sustancia incendiaria llamada 'termita' que causó una ola de fuego permanente durante varios días en la ciudad.  

En 2010, un trabajo de Javier Ortiz Echagüe recopiló textos y recortes de prensa con la versión oficial en un trabajo para la Universidad Complutense [consultar aquí en PDF]. En ese estudio se cita cómo Víctor de la Serna, por ejemplo, desde el diario ABC de Sevilla, aseguraba: “son los separatistas los que han incendiado Guernica, con una morosa perversidad de sacrílegos”.

La práctica de culpar a las víctimas de la destrucción fue habitual en el bando golpista de Franco durante la Guerra Civil y en concreto durante la llamada ‘Batalla del Norte’ y en los casos de los combates en Irún, Eibar o en el bombardeo de Durango, previo al de Gernika.

En el punto de mira de la propaganda fascista, estuvo también el lehendakari José Antonio Aguirre: “¡Miente Aguirre! ¡miente vilmente! [...] No hay aviación alemana ni extranjera en la España nacional. Hay aviación española. Noble y heroica aviación española, que lucha constantemente con aviones rojos que son rusos y franceses y conducen aviadores extranjeros”, se podía leer en el Heraldo de Aragón el 28 abril 1937.

Vox considera “propaganda” la versión oficial sobre el bombardeo

En esta misma línea, este martes de abril de 2022, Hermann Tertsch, eurodiputado de la formación ultraderechista Vox, ha afirmado en su perfil de Twitter: “Zelenski, nacido en la URSS, no tiene culpa de no saber que la iconografía de Guernica es pura propaganda de guerra. Ni que en Guernica murieron menos que en un ataque a cualquier pueblo en Ucrania. Sabe de la guerra civil según Stalin y nuestros colegios”.

Tertsch, además, da por buenas las cifras sobre víctimas de Gernika que ha publicado en Twitter Luis Felipe Utrera-Molina, abogado de la familia Franco e hijo de José Utrera Molina, Ministro y Secretaria General del Movimiento en la dictadura de Francisco Franco.

Tal y como recuerda el Museo de la Paz de Gernika, durante el bombardeo se lanzaron sobre “un mínimo de 31 toneladas de bombas”. Las autoridades registraron 1.654 víctimas mortales. El alcalde de Gernika, Jose Labauria, expresó que más de mil personas habían perdido la vida, entre ellas, 450 en el refugio de la calle Andra Mari. El padre Eusebio Arronategi, que como Labauria estuvo en Gernika durante el bombardeo y los días posteriores colaborando en las labores de rescate e identificación de los cadáveres, expresó que vio “a miles de sus conciudadanos asfixiados, muertos y heridos”.

“El centro urbano de la villa (…) quedó totalmente arrasado. El 85,22% de los edificios -un total de 271- fueron totalmente destruidos y el resto parcialmente afectado. Las bombas incendiarias provocaron un incendio que no pudo ser sofocado en varios días. En línea con el concepto de bombardeo de terror, las fábricas de armamento y el puente de Errenteria, únicos objetivos estratégicos de la villa, no fueron bombardeados”, añade esta institución.

El nombre de Mariúpol pasará a la Historia de las ciudades arrasadas por la guerra al igual que lo hicieron Sarajevo o Gernika. En el caso de esta última ciudad vasca, el 26 de abril de 1937 aviones alemanes e italianos la arrasaron, consumando el primer ejemplo de ‘guerra total’. A Gernika se ha referido hoy el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante su discurso telemático al Congreso de los diputados: “Estamos en abril de 2022, pero parece abril de 1937”. La prensa franquista no dudó entonces en seguir la estrategia que ahora calcan los medios afines a Putin respecto a la invasión de Ucrania.

El periodista de EiTB Dani Álvarez ha reproducido en su perfil de Twitter recortes de prensa de la época. Algunos, afines a Franco: “No hubo bombardeo de Guernica y sí destrucción por parte de los rojos”, decía una titular de La Nueva España con el antetítulo ‘Triunfa la verdad’; otros, contando lo que realmente pasó, como lo hicieron The Times, de Londres y The New York Times. El telegrama que el periodista George Steer envió The New York Times describía los casquillos de las bombas alemanas (con simbología militar y la inscripción Rheindorf 1936), así como el uso de una sustancia incendiaria llamada 'termita' que causó una ola de fuego permanente durante varios días en la ciudad.