Girauta transforma su Twitter en su propio club de fans

Juan Carlos Girauta parece haber abrazado la profecía del caudillo aymara Túpac Katari: “Volveré y seré millones”. El exdirigente de Ciudadanos ha convertido su principal espacio de expresión pública –su cuenta de Twitter– en su propio club de fans, los girauters. “Los #Girauters pensamos y publicamos en la misma línea que Juan Carlos Girauta. Un referente top para nosotros”, dice sobre el político retirado su club de fans, es decir, él mismo, puesto que hasta hace solo unos días el perfil que responde al arroba 'girauters' era nada más y nada menos que Juan Carlos Girauta, o @GirautaOficial. Es decir, ha desaparecido como persona física en las redes para convertirse en sus seguidores, según sus redes más de 364.000, aunque es difícil pronosticar cuántos de ellos realmente lo apoyan.

La historia de esta reencarnación comienza con un artículo sobre Twitter y su nuevo dueño. El exmiembro del PSC, del PP y posteriormente, en su última etapa como político, de Ciudadanos, ahora reconvertido en columnista, publicó un elogio a Elon Musk el pasado mayo desde las páginas de ABC. Del millonario alababa su infancia (“Musk programaba en pantalón corto”), sus contribuciones a la tecnología (“Solo algunos elegidos han materializado grandes proyectos en la historia. Musk apunta a enderezarlo todo”) o sus ideas para mejorar la red social (“Los dueños de la hegemonía cultural están que trinan: se acabaron los algoritmos sesgados”).

Para concluir, decía: “Se acabó que unos cuantos tipos ideologizados y endiosados decidan qué es verdad y qué merece censura. El único límite será la ley, como debe ser. En el ágora, todos identificados y sin ‘bots’. Eso dice que va a hacer el hombre que suele hacer lo que dice”.

Hace pocos días, la compra de Twitter por parte de Musk se hizo efectiva tras varios meses de litigios con sus antiguos dueños. El pianista James Rhodes, habitual objetivo de las críticas de Girauta, escribió un mensaje profético en la misma red social: “Estoy un poco nervioso que ahora que Musk compró Twitter, se convertirá en un pozo negro de odio, intolerancia e insultos”. El exdirigente de Ciudadanos le contestó con una única palabra, “Autorretrato”, y ambos se enzarzaron en una discusión en la que Girauta fue calentándose hasta llamarle, entre otras cosas, “subnormal”. “¿Cómo voy a enojarme con una rata? Impotentes todos tus padres, montón de mierda, y borracha la puta que te parió. Y la próxima cara a cara, subnormal”, le dijo en un tuit que ahora está borrado, aunque no por la voluntad del columnista, como se puede observar a continuación.

Apenas seis meses después de loar el nuevo Twitter que traería más, Girauta ha abandonado la red social. Lo anunció hace unos días desde el perfil de Pie en Pared, el think tank que ha montado recientemente con su antiguo compañero de partido Marcos de Quinto. Este era el tuit:

Ese día, De Quinto también lloró la marcha de su amigo desde su propio perfil. “Twitter no será lo mismo tras la decisión de JC Girauta de abandonar esta red. Se va –según comenta– ”porque es un campo de batalla donde la izquierda puede luchar como cerdos salvajes y los demás tenemos que combatir según las reglas del marqués de Queensberry“. Muy cierto”, dijo, y luego anunció que, afortunadamente, seguiría denunciando “la dictadura cultural de la izquierda” desde otros altavoces. Uno de esos altavoces ya se conoce, la radio del difusor de bulos de la ultraderecha Javier Negre.

El plot twist de toda esta historia es que Girauta, en realidad, no se ha ido de Twitter. Su perfil se ha reconvertido en el de su club de fans y ha pasado de denominarse @GirautaOficial a @girauters, pero la cuenta es la misma, como ha comentado, entre otros, Julián Macías Tovar. En un hilo publicado este lunes relata cómo el “nuevo” perfil conserva los mismos seguidores que antes del cambio de nombre; fue creado en 2013, igual que la cuenta anterior; y tiene bloqueadas a las mismas personas.

“Girauta para que nadie se diera cuenta del truquillo le puso candado a su cuenta, borró miles de mensajes y puso anclado el mismo tuit que tenía la cuenta anterior de Girauters, su club de fans, al que Girauta ha renombrado su cuenta”, explica Macías, que apunta que la nueva cuenta borró hasta 40.000 tuits en octubre de 2021. En aquel momento, varios medios revelaron que la cuenta oficial de Girauta había borrado 39.000 tuits sobre el PP antes de asistir a la convención de ese partido. Es decir, @girauters es la misma cuenta que hasta hace unos días era @GirautaOficial. El exdiputado no se ha ido de Twitter, simplemente ha convertido su perfil en el altavoz de un club de fans que él mismo ha creado.

También se puede ver en una respuesta de Rhodes que antes llevaba a la cuenta del expolítico y ahora enlaza a @Girauters.

Ahora, Girauta se dedica a poner tuits sobre él mismo, promociona sus propios artículos y sus intervenciones en la radio de Negre. Pero lo hace en tercera persona, en nombre de su club de fans, con alabanzas que, si hablase en primera persona, quizás le habrían causado pudor.

Juan Carlos Girauta parece haber abrazado la profecía del caudillo aymara Túpac Katari: “Volveré y seré millones”. El exdirigente de Ciudadanos ha convertido su principal espacio de expresión pública –su cuenta de Twitter– en su propio club de fans, los girauters. “Los #Girauters pensamos y publicamos en la misma línea que Juan Carlos Girauta. Un referente top para nosotros”, dice sobre el político retirado su club de fans, es decir, él mismo, puesto que hasta hace solo unos días el perfil que responde al arroba 'girauters' era nada más y nada menos que Juan Carlos Girauta, o @GirautaOficial. Es decir, ha desaparecido como persona física en las redes para convertirse en sus seguidores, según sus redes más de 364.000, aunque es difícil pronosticar cuántos de ellos realmente lo apoyan.

La historia de esta reencarnación comienza con un artículo sobre Twitter y su nuevo dueño. El exmiembro del PSC, del PP y posteriormente, en su última etapa como político, de Ciudadanos, ahora reconvertido en columnista, publicó un elogio a Elon Musk el pasado mayo desde las páginas de ABC. Del millonario alababa su infancia (“Musk programaba en pantalón corto”), sus contribuciones a la tecnología (“Solo algunos elegidos han materializado grandes proyectos en la historia. Musk apunta a enderezarlo todo”) o sus ideas para mejorar la red social (“Los dueños de la hegemonía cultural están que trinan: se acabaron los algoritmos sesgados”).