Xi Jinping, Gadafi, Mubarak, Fujimori o el rey de Arabia Saudí: las polémicas en torno a las llaves de Madrid

Xi Jinping ya tiene las llaves de la ciudad de Madrid. El presidente chino, que lidera un régimen dictatorial en el país asiático, es el de una larga lista que recibe la Llave de Oro. Una distinción que en la actualidad está pensada para los jefes y jefas de Estado que visitan Madrid de manera oficial, pero que también se ha entregado a personalidades relevantes como Kofi Annan o el príncipe de Gales. Y que ha sido motivo de polémica por no distinguir entre dictadores y dirigentes democráticos. O por el veto a otros por parte del Gobierno central.

La Llave de Oro se entrega desde 1970, pero fue regulada en 1988, concretamente en el artículo XXXIV del Reglamento de Protocolo y Ceremonial. El consistorio decide la entrega de la Llave tras ser informado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de que un jefe de Estado piensa acudir al Ayuntamiento en visita oficial. Posteriormente, se organiza una ceremonia para hacer entrega de ella.

Esta es la razón por la que no se hacen excepciones con líderes autoritarios, que reciben el galardón con los mismos honores que los jefes de Estado de países democráticos. Un criterio polémico que tiene como ejemplo a Xi Jinping, que no es ni mucho menos un caso único. Antes que él, lo han recibido los reyes de Qatar y Arabia Saudí, los antiguos dictadores libio y egipcio, Muamar el Gadafi y Hosni Mubarak o el propio predecesor de Jinping, Hu Jintao. Una lista en la que también está el rey de Marruecos, Mohamed VI, y su padre, Hassan II.

Que se entregue a todo jefe de Estado que visite el Ayuntamiento también puede provocar situaciones incómodas para el consistorio. Especialmente si años después se conoce que su comportamiento o su gestión no son los adecuados. Es lo que ha ocurrido con el expresidente peruano Alan García, que ahora está huido de la Justicia por su supuesta implicación en el caso Odebrecht; Alberto Fujimori, también ex jefe de Estado de Perú, condenado entre otras cuestiones por violaciones de derechos humanos; o el expresidente panameño Ricardo Martinelli, imputado ahora por escuchas ilegales durante su mandato.

También se han dado casos en los que el Gobierno se ha impuesto al criterio del Ayuntamiento cuando pensaba concederla. Es lo que ocurrió con la visita del presidente de Palestina, Mahmud Abbás, al que Manuela Carmena tenía previsto entregarle las llaves. El Ejecutivo esgrimió que Abbás no era un jefe de Estado, y que por tanto no tenía derecho a este reconocimiento.

Todo ocurrió apenas una semana después de que sí recibiera el galardón el presidente de Israel, Reuven Rivlin, lo que provocó numerosas críticas al Ayuntamiento. Una situación que Carmena intentó sofocar asegurando que haría lo mismo con Abbás. Pero el Gobierno no se lo permitió.

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Xi Jinping ya tiene las llaves de la ciudad de Madrid. El presidente chino, que lidera un régimen dictatorial en el país asiático, es el de una larga lista que recibe la Llave de Oro. Una distinción que en la actualidad está pensada para los jefes y jefas de Estado que visitan Madrid de manera oficial, pero que también se ha entregado a personalidades relevantes como Kofi Annan o el príncipe de Gales. Y que ha sido motivo de polémica por no distinguir entre dictadores y dirigentes democráticos. O por el veto a otros por parte del Gobierno central.

La Llave de Oro se entrega desde 1970, pero fue regulada en 1988, concretamente en el artículo XXXIV del Reglamento de Protocolo y Ceremonial. El consistorio decide la entrega de la Llave tras ser informado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de que un jefe de Estado piensa acudir al Ayuntamiento en visita oficial. Posteriormente, se organiza una ceremonia para hacer entrega de ella.