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El lío sobre la falsa prohibición del kebab, explicado

Los kebabs tienen asegurada su supervivencia. A pesar de que varios medios han publicado que la Unión Europea se planteaba prohibir este producto por los fosfatos que contienen, la realidad es que esto es un bulo. Y es que la carne de esta comida de origen turco no lleva fosfatos. ¿El motivo? Este aditivo ya está prohibido en toda la UE y solo se permite en algunos preparados, como las salchichas.

El origen de esta noticia falsa está en el debate que ha reabierto la Comisión Europea sobre los fosfatos. Bruselas ha propuesto permitir algunos fosfatos, concretamente los E 338-452. Una petición que la Comisión de Salud del Parlamento Europeo ha rechazado. La decisión final se tomará en un pleno de la Eurocámara a celebrar entre el 11 y el 14 de diciembre.

Este rechazo a recuperar algunos fosfatos en la carne que tomamos está basado en informes de 2012, que vinculaba su consumo con la aparición de problemas cardiacos. Además, otro de 2013 los ligaba a un aumento de la mortalidad en la población de Estados Unidos. Unos datos que ha recordado el Parlamento Europeo desde su cuenta de Twitter en español.

La bola de nieve del bulo la inició el diario alemán Bild, que publicó que los kebab estaban en peligro debido a que la Comisión de Salud del Parlamento Europeo iba a prohibir que se puedan añadir fosfatos. La premisa ya no es cierta, dado que ya están prohibidos previamente.

La agencia EFE publicó una información en la que contaba que la Eurocámara advertía de que, aunque están prohibidos, cada vez se utilizaban más debido a una acumulación de excepciones, limitadas a productos preparados como las salchichas. Pero en los medios españoles se hablaba de kebabs “en peligro” o incluso de que serían prohibidos en el futuro.

¿Son malos los fosfatos?

La duda que surge con todo lo anterior es por qué la Comisión quiere que se permitan los fosfatos en más casos si realmente son malos para la salud. Según el científico e investigador J.M. Mulet, la legislación europea para alimentación “es muy garantista”. Pero asegura que los estudios por los que se prohibieron tenían “argumentos muy débiles”. “Se prohibieron en muchos casos por precaución, como muchas otras cosas, que no utilizamos y que podríamos usar”, señala Mulet.

El fosfato sirve para regular el PH de la carne y para su humedad, que permite que esté más blanda, destaca el biotecnólogo de la Universidad Politécnica de Valencia. Y apunta que como aditivo no es “ninguna maravilla”, ya que tiene un sabor amargo y tiene una textura jabonosa.

“Es un bulo tremendo esto sobre los kebabs. Con los controles que hay, ningún producto en el que estén prohibidos puede llevar fosfatos”, afirma Mulet.

Los kebabs tienen asegurada su supervivencia. A pesar de que varios medios han publicado que la Unión Europea se planteaba prohibir este producto por los fosfatos que contienen, la realidad es que esto es un bulo. Y es que la carne de esta comida de origen turco no lleva fosfatos. ¿El motivo? Este aditivo ya está prohibido en toda la UE y solo se permite en algunos preparados, como las salchichas.