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“Muere la persona más vieja del mundo”: el titular que lees varias veces al año y que suele ser falso
El 22 de abril se conoció el fallecimiento de Nabi Tajima, una anciana japonesa que no sería noticia si no fuese por su edad. Se trataba de la persona más vieja del mundo, ya que tenía 117 años cuando murió. Pero no es la primera vez que vemos un titular igual o similar al que anunciaba el deceso de Tajima. Las informaciones sobre ancianos o ancianas que fallecen con edades impresionantes se repiten varias veces todos los años. Y en la mayoría de los casos no suelen ser ciertas.
Una simple búsqueda de Twitter de las palabras “muere persona más vieja” o “muere la persona más anciana” muestra numerosos resultados que se remontan hasta 2010. Seleccionando solo algunos de los nombres y comparando las edades se puede comprobar que a muchos se les otorgó el título de persona más anciana sin que fuese cierto. Por ejemplo, se dan casos de personas que han fallecido con menor edad que otras que fallecieron meses después y a las que se les atribuían más años.
En algunos casos se ha hablado de ancianos que murieron superando los 120 años. El récord de vivir más años es de una francesa llamada Jeanne Calment, que murió en 1997 con 122 años. Un caso avalado por el Récord Guinnes y por la única institución dedicada a validar estos resultados: la Gerontology Research Group (GRG), que cuenta con un método para comprobar si las edades de estas personas se corresponden con las realidad. eldiario.es ha contactado con uno de sus responsables, Robert Young, que insiste en que la mayoría de reclamaciones de mayores que superan los 100 años son falsas. “Los medios no son un buen juez sobre quién dice la verdad y quién no. Para eso estamos los científicos que revisamos los datos”, explica.
Otros casos de gente que ha vivido siglo y cuarto también han alcanzado notoriedad. Un hombre chileno y una mujer guatelmateca fallecieron, supuestamente, con 121 y 123. Incluso medios como la BBC se hicieron eco del caso de un indonesio llamado Mbah Gotho, que aseguraba tener más de 140 años y que supuestamente falleció con 146. Pero que los fallecimientos de estos casos fuesen publicados por periódicos o televisiones de prestigio no los convierten en reales. De hecho, ninguno de ellos está corroborado por la GRG.
GRÁFICO: Raúl Sánchez GonzálezGRÁFICO: Raúl Sánchez González
El prestigio de este grupo, formado por varios científicos, está justificado por su éxito al validar a los ancianos “supercentenarios” o que superan los 110 años. La GRG fue la que avaló en 2017 que Nabi Tajima era la persona más anciana sobre la tierra, tras el fallecimiento de la jamaicana Violet Brown, que a su vez sustituyó a la italiana Emma Morano. El libro Guinnes suele utilizar sus clasificaciones y estudios para otorgar los títulos del más viejo del mundo, y The New York Times les consideró un referente en la materia.
Su método para comprobar casos de este tipo consta de varios pasos. Entre los pasos que dan se incluyen cruzar certificados de nacimiento y de fallecimiento; comprobar documentación lo más antigua posible; identificar a la persona por medio de datos que debe conocer, como los nombres de sus padres o su lugar de nacimiento; o que eventos como la boda o el nacimiento de los hijos tengan sentido en la vida del objetivo de la comprobación.
Además, la documentación que reconozca los años de la persona a la que se está estudiando debe ser proporcional a la edad que dice tener. Es decir, hay que ser mucho más meticuloso con alguien que dice tener 120 que con alguien de 111. En este estudio, los miembros de la GRG dieron a conocer su metodología y arrojaron luz sobre por qué la mayoría de los casos de gente extremadamente anciana son mentira. Tanto que una de sus conclusiones es que “la mayoría de reclamaciones sobre los 110 años y casi todas las que superan los 115 son falsas”.
Un estudio de Nature fijó la vida máxima de las personas en los 125 años. Hasta el momento, solo Jeanne Calment se ha acercado a dicha cifra. Ninguna otra persona ha superado los 120 años, según el ránking de los 100 más ancianos de la historia, que cuenta con datos de la GRG.
El 22 de abril se conoció el fallecimiento de Nabi Tajima, una anciana japonesa que no sería noticia si no fuese por su edad. Se trataba de la persona más vieja del mundo, ya que tenía 117 años cuando murió. Pero no es la primera vez que vemos un titular igual o similar al que anunciaba el deceso de Tajima. Las informaciones sobre ancianos o ancianas que fallecen con edades impresionantes se repiten varias veces todos los años. Y en la mayoría de los casos no suelen ser ciertas.
Una simple búsqueda de Twitter de las palabras “muere persona más vieja” o “muere la persona más anciana” muestra numerosos resultados que se remontan hasta 2010. Seleccionando solo algunos de los nombres y comparando las edades se puede comprobar que a muchos se les otorgó el título de persona más anciana sin que fuese cierto. Por ejemplo, se dan casos de personas que han fallecido con menor edad que otras que fallecieron meses después y a las que se les atribuían más años.