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La vuelta a los orígenes de ETA para anunciar su final: ¿de dónde sale el nuevo anagrama de su comunicado?

ETA ha vuelto a los orígenes para poner el punto final a su historia. Los últimos comunicados de la banda terrorista han estado encabezados por una fotografía de una talla de madera que ha sustituido a la imagen de su anagrama que empleaba en los últimos años, un dibujo del hacha y la serpiente sobre un fondo azul.

La talla de madera de la fotografía no es otra que la primera expresión del símbolo que ETA convertiría en su firma: un grabado sobre madera elaborado en los años 70 por el anarquista guipuzcoano Félix Likiniano.

ETA anunció este cambio de imagen en un comunicado el pasado mes de septiembre, el mismo en el que adelantaba que había iniciado un proceso de debate sobre su futuro y su historia. “Para reforzar la importancia histórica de este debate, ETA quiere enseñar uno de sus tesoros: la talla original de Félix Likiniano con el hacha y la serpiente que se convirtió en el anagrama de la organización”, decía ETA entonces. Y junto a ese comunicado, la organización difundió una fotografía de la talla que la banda ha guardado durante décadas. El hecho se interpretó como una reivindicación por parte de los autores del comunicado de que se trataba de la ETA original, la misma a la que el guerrillero antifranquista entregó la talla.

Likiniano, militante de la CNT durante la República, formó parte de las milicias del sindicato anarquista que se enfrentaron al bando sublevado durante la Guerra Civil. Tras formar parte de la resistencia en Donostia, participó en los frentes de Aragón y Catalunya para acabar exiliándose en Francia donde se integró en el maquis y planeó varias acciones contra Franco.

En Francia, Likiniano entró en contacto con los primeros dirigentes de ETA a los que, además de regalarles una talla de 40 por 60 centímetros que él mismo había elaborado con la imagen del hacha y la serpiente, les entregó parte de las armas que había guardado durante su etapa de guerrillero.

Con el tiempo, los dirigentes etarras adoptaron la imagen de la talla como anagrama de la banda terrorista y la incorporaron a sus actos, comunicados y cartelería. Apareció impreso por primera vez en el escrito 'Hacia una estrategia revolucionaria vasca' publicado en el número 2 de la revista 'Cuadernos Lauburu' que se vio la luz en el primer trimestre de 1975.

Sobre el significado de la imagen de la serpiente con el hacha, tradicionalmente se ha dicho que el reptil representa la astucia y el sigilo mientras que la herramienta simboliza la fuerza. Hay una interpretación más compleja que liga ambas imágenes con la mitología vasca: el hacha, como expresión del rayo procedente del cielo; y la serpiente, como símbolo de 'Herensuge', el dragón de fuego que nace de la tierra. Sea como fuere, la imagen que estuvo en el origen de la banda terrorista ha regresado para encabezar su final.

ETA ha vuelto a los orígenes para poner el punto final a su historia. Los últimos comunicados de la banda terrorista han estado encabezados por una fotografía de una talla de madera que ha sustituido a la imagen de su anagrama que empleaba en los últimos años, un dibujo del hacha y la serpiente sobre un fondo azul.

La talla de madera de la fotografía no es otra que la primera expresión del símbolo que ETA convertiría en su firma: un grabado sobre madera elaborado en los años 70 por el anarquista guipuzcoano Félix Likiniano.