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Sánchez propone no llevar corbata para ahorrar energía y reabre un debate de más de una década
¿Qué tiene que ver la corbata con el ahorro energético? La pregunta vuelve a estar en el aire porque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en rueda de prensa sin corbata y ha ido un paso más allá: ha invitado a su equipo de gobierno y a los trabajadores públicos a que tampoco la utilicen cuando no sea necesario.
“No llevo corbata. Podemos todos ahorrar desde el punto de vista energético y he pedido a los ministros y funcionarios públicos que cuando no sea necesario, no la usen”, ha dicho el presidente en una rueda de prensa en la que, entre otros temas, ha tratado la lucha contra el cambio climático.
“Tenemos que ahorrar un 7% y que ahí tenemos que vernos involucrados todos”, ha explicado Sánchez, argumentando que la colaboración de todas las Administraciones públicas y de las empresas ayudará además a reducir el gasto en electricidad. “No hay más que pasearse por un centro comercial para saber que la temperatura está demasiado baja”, ha añadido.
El choque por una corbata entre Miguel Sebastián y José Bono en 2011
Sánchez no es el primer político español en vincular el uso de la corbata en verano y el ahorro energético. En 2011, el entonces presidente del Congreso José Bono, reprochó al ministro de Industria Miguel Sebastián que no llevara corbata durante una sesión de control celebrada en el mes de julio. Bono agradeció sin embargo que sí la llevaran otros parlamentarios por su ayuda para mantener “la disciplina del vestido” en el hemiciclo.
Con el mismo gesto que Sánchez, Sebastián intentó llamar la atención hace 11 años sobre la temperatura en el Congreso de los Diputados y argumentó que con cada grado que se sube el aire acondicionado, se puede ahorrar un 7% de energía. El ministro Sebastián se apoyó además en el ejemplo de Japón, donde varios ministros propusieron abandonar la corbata en los meses de verano. Fue en el verano de 2005, cuando los miembros del gobierno japonés se presentaron en sus despachos sin corbata ni chaqueta, sorprendiendo a todo el país, bajo el argumento de que la medida les ayudaría a cumplir con los protocolos de Kioto para la lucha contra el cambio climático.
“Es probable que el primer ministro japonés vaya sin corbata al Parlamento”, le respondió Bono, “pero no sé si ante el emperador de Japón”. En aquella sesión, el secretario segundo de la Mesa del Congreso y diputado del PNV, José Ramón Beloki, también había pedido a Sebastián que aportara argumentos que demuestran la relación entre “llevar o no llevar corbata” y el ahorro de energía, por si las palabras de Sebastián servían para concluir que “los que llevamos corbata somos contrarios a la eficiencia energética”.
Sebastián respondió posteriormente que seguiría acudiendo al Congreso sin corbata independientemente de lo que dijera el presidente de la Cámara. El ministro añadió que la polémica surgida entonces era buena si servía para concienciar a los ciudadanos en el ahorro energético mediante un uso moderado del aire acondicionado. El presidente del Congreso admitió posteriormente que había pedido disculpas a Sebastián con un mensaje de texto al haber interrumpido la sesión para criticar que no llevara corbata.
Antes que Sebastián también lo había propuesto Josep Bargalló, conseller de ERC en 2003, durante el primer gobierno tripartito catalán. Y en Grecia, el primer ministro griego Alexis Tsipras, que lideró el país entre 2015 y 2019, acostumbraba a llevar camisa blanca con el cuello abierto, siempre sin corbata. Aunque nunca lo relacionó con el ahorro energético, el vestuario de Tsipras sí encajaba en una de las épocas de mayor austeridad en el país griego. “Nunca me han visto llevar corbata y hay pocas posibilidades de que eso ocurra”, dijo en una ocasión. Tsipras solo se la puso al presentar el acuerdo con el Eurogrupo que puso fin a ocho años de rescates financieros en Grecia. En el mismo discurso, sin embargo, se la quitó antes de bajar del escenario.
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