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Todo el poder de la Justicia para Gallardón
El PP prometió en su programa electoral que cambiaría el sistema de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial para que los 12 vocales judiciales fueran elegidos por las asociaciones de jueces. Hasta que Ruiz-Gallardón descubrió que las asociaciones conservadoras no seguían las directrices del ministro, es decir, de él.
Txetxo Yoldi cuenta cuál ha sido la estrategia de Gallardón:
“Y Gallardón desató la guerra. Con la máquina de proponer leyes y un parlamento con mayoría absoluta, el ministro tiene la sartén por el mango para doblegar a esos jueces díscolos que acabarán suplicándole para que les dé un carguito. Ya no se trata de ejercer el poder por personas interpuestas, que a veces no siguen las consignas y directrices que imparte, sino de mandar él mismo. De entrada, ha renunciado a la promesa electoral del PP de que sean los jueces los que elijan a los 12 vocales judiciales. No solo eso, sino que ha desbaratado el filtro de que sean los jueces los que propongan a los candidatos, por el sistema de reducir los requisitos al mínimo. Ahora, cualquier juez amigo podrá ser candidato, y por tanto las posibilidades de elegir un Consejo a su medida, al margen de las asociaciones judiciales, es perfectamente viable.”
¿Para qué vas a compartir el poder si puedes quedarte con todo? El último recurso.
El PP prometió en su programa electoral que cambiaría el sistema de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial para que los 12 vocales judiciales fueran elegidos por las asociaciones de jueces. Hasta que Ruiz-Gallardón descubrió que las asociaciones conservadoras no seguían las directrices del ministro, es decir, de él.
Txetxo Yoldi cuenta cuál ha sido la estrategia de Gallardón: