¿Puede un adolescente alérgico al queso morir porque un compañero le echase varios trozos por dentro de la ropa?

El caso de un adolescente alérgico al queso que murió después de que un compañero de instituto le echase trozos del lácteo por dentro de la camiseta ha sorprendido en Reino Unido. Los medios británicos en pleno han publicado la noticia, que adelantó The Independent, y que llamaba la atención por los motivos del fallecimiento del joven, que tenía 13 años. Y es que el niño, según las informaciones publicadas, no ingirió en ningún momento el queso, pero el alimento sí entró en contacto con su piel. Una situación que parece menos peligrosa de lo que realmente es.

Un niño alérgico de 13 años que no puede consumir alimentos como los frutos secos o los lácteos tiene que estar bajo supervisión de los médicos. El motivo es que existen posibilidades de que desarrollen otras alergias alimentarias. Una circunstancia de la que también hay que hacer partícipe a su entorno diario, además de a su familia cercana, según alergólogos consultados por eldiario.es.

La víctima es Karanbir Cheema, un joven de Londres que estaba en el instituto cuando el 28 junio uno de sus compañeros le echó queso por debajo de la ropa. Este alimento no era el único al que era alérgico, ya que tampoco podía consumir trigo, huevos, frutos secos y cualquier producto lácteo. Los servicios de emergencia que fueron a atenderle se lo encontraron en un estado de shock anafiláctico, sin apenas respiración y con la piel roja y llena de bultos.

A Karanbir intentaron ayudarle mediante una inyección de adrenalina, pero siguió con espasmos. Después, entro en parada cardiorrespiratoria, le practicaron un masaje cardiaco y posteriormente se utilizó un desfibrilador. Fue trasladado a un hospital, donde murió el 9 de julio. “Puede que le persiguieran con el queso y posteriormente se lo echaran por la ropa”, declaró uno de los médicos que le asistió.

“Las reacciones por alimentos pueden darse hasta por inhalarlos. Por contacto es poco habitual, pero también puede ocurrir. Y en muchos casos puede que se trate de niños alérgicos a otros alimentos, como ha ocurrido en este caso”, explica Paloma Ibáñez, jefa de Servicio de Alergología del Hospital Niño Jesús de Madrid.

Esta doctora explica que los alérgicos a los lácteos lo son más a los quesos que a la leche: “Suelen estar hechos de leche de cabra u oveja, que tienen alérgicos mucho más fuertes que la de vaca. Es lo que ocurre con la caseína, la proteína que da más alergia”. Ibáñez añade que los niños que desarrollan alergias desde muy pequeños pueden ir perdiéndolas con el paso de los años por su desarrollo vital. Pero siempre hay un porcentaje que llega a la adolescencia “con varias alergias, lo que provoca que pueden desarrollar otras mucho más fácilmente”.

Con estos jóvenes, señala la especialista, hay que tener un cuidado mayor: “Tanto ellos como sus padres están concienciados siempre. El problema es el entorno, como familiares cercanos o los compañeros y profesores del instituto, que quizá no están al tanto de los riesgos que corren”. Y es que una exposición masiva a un alérgeno, más en casos de este tipo, puede desencadenar situaciones como la de este niño de Londres.

Lo que se desconoce por el momento es si el niño padecía alguna otra patología que agravase la reacción alérgica que sufrió. La investigación sigue abierta, después de no se presentaran cargos contra otro niño de 13 años al que se detuvo acusado del homicidio de Karanbir.