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Taylor Swift es una agente del Pentágono que quiere derrocar a Trump: la última conspiración de los republicanos de EEUU
“It's me, hi, I'm the problem, it's me” (soy yo, hola, soy el problema, soy yo), cantaba Taylor Swift en uno de sus últimos éxitos Anti-Hero. La norteamericana despierta el furor de sus fans batiendo récords de ventas de discos, de entradas en su gira y de seguidores en redes sociales. Parece que todos quieren a Taylor. Pero no, todos no. A los republicanos no les gusta nada la protagonista de Miss Americana y coinciden con ella en que sí, ella es el problema. ¿Es porque no les gusta su estilo pop y folk? Pues no. Es porque, según los conservadores, es un “activo del Pentágono” que lleva a cabo una “operación psicológica” para interferir en las próximas elecciones presidenciales en favor de Joe Biden.
Desde hace semanas, los personajes más conspiranoicos de la derecha de Donald Trump aseguran que la artista forma parte de un plan oculto para influir en los resultados de la Super Bowl junto a su pareja, el futbolista Travis Kelce. Los comentarios vienen por parte de influencers conservadores, pero también de periodistas y políticos. “Haters gonna hate” (los odiadores odiarán), que decía ella.
Un ejemplo es el de Jack Posobiec, una persona influyente de la esfera de la derecha trumpista que hace unos días aseguraba que “están preparando una operación para usar a Taylor Swift en las elecciones contra todo: contra Trump y a favor de Biden”. Posobiec, en un vídeo difundido a través de redes sociales, aseguraba que a los llamados “swifties”, es decir, los fans de la compositora, “los van a convertir en votantes”. Una fuente cercana al expresidente republicano iba más allá y calificaba de “guerra santa” el conflicto que ahora los conservadores tienen con la estrella del pop, especialmente si acaba apoyando públicamente a Biden.
Taylor ha criticado en diferentes ocasiones a Donald Trump, especialmente en redes sociales. “El liderazgo ineficaz de Donald Trump empeoró gravemente la crisis en la que nos encontramos y ahora está aprovechándose de ella para subvertir y destruir nuestro derecho a votar y a votar con seguridad”, escribía en 2020 en su cuenta de X. Además, la cantante se ha posicionado políticamente en otras ocasiones, sobre todo mostrando su apoyo al colectivo LGTBI y en contra del sexismo o la xenofobia.
El respaldo de la artista es importante para los resultados, teniendo en cuenta su influencia, especialmente en la gente joven. Durante varias ocasiones, la compositora ha animado durante apariciones públicas a sus fans a que acudiesen a votar, lo que ha acabado en un aumento significativo de la participación. Tanto es así, que incluso la Comisión Europea intentó ficharla para que hiciera campaña para animar a que los jóvenes acudiesen a las urnas para las próximas elecciones europeas.
Pero parece que los seguidores del expresidente no están tan convencidos de la intervención de la estadounidense en la vida política del país. De hecho, las conspiraciones no solo se quedan en que ella sea una agente secreta del Pentágono (por si fuera poco), también han llegado a apuntar que ella y el deportista Kelce son una “pareja artificial”, que pretenden impulsar la Liga Nacional de Fútbol o las vacunas COVID, entre otras, según indica The New York Times.
Una de las personas que reafirmaba esa teoría de la “pareja artificial” hace unos días en redes sociales era Vivek Ramaswamy, uno de los ex candidatos republicanos a la presidencia de EEUU. Además de hacerse viral hace unos meses porque el rapero Eminem pidió que dejara de cantar una de sus canciones durante sus actos públicos, lanzaba en X la siguiente duda: “Me pregunto quién va a ganar la Super Bowl el mes que viene”. “Y me pregunto si habrá un importante respaldo presidencial procedente de una pareja artificialmente apuntalada”, añadía. ¿Y por qué querrían amañar la competición? Según los conspiranoicos, porque así podría aparecer sobre el campo y, en lugar de cantar uno de sus temas o el himno de EEUU, pedir el voto para Joe Biden.
Y a los influencers y políticos conspiranoicos se les suma también el presentador de Fox News Jesse Watters, que ha protagonizado durante los últimos años diferentes polémicas, entre otras cosas por asegurar que las mujeres periodistas se acostaban “continuamente” con sus fuentes. Durante una emisión de su programa, explican en The Guardian, aseguró que la cantante era un “activo psicológico del Pentágono” convertida durante una “reunión de la OTAN”.
Por el momento, Taylor sí ha confirmado en su cuenta de X que votará a Joe Biden, como era de esperar por sus declaraciones progresistas, aunque no ha pedido públicamente el apoyo al ahora presidente de EEUU. Igual sí lo hace en las próximas semanas, siguiendo uno de sus hits, “Look what you made me do” (mirad lo que me habéis hecho hacer).
“It's me, hi, I'm the problem, it's me” (soy yo, hola, soy el problema, soy yo), cantaba Taylor Swift en uno de sus últimos éxitos Anti-Hero. La norteamericana despierta el furor de sus fans batiendo récords de ventas de discos, de entradas en su gira y de seguidores en redes sociales. Parece que todos quieren a Taylor. Pero no, todos no. A los republicanos no les gusta nada la protagonista de Miss Americana y coinciden con ella en que sí, ella es el problema. ¿Es porque no les gusta su estilo pop y folk? Pues no. Es porque, según los conservadores, es un “activo del Pentágono” que lleva a cabo una “operación psicológica” para interferir en las próximas elecciones presidenciales en favor de Joe Biden.
Desde hace semanas, los personajes más conspiranoicos de la derecha de Donald Trump aseguran que la artista forma parte de un plan oculto para influir en los resultados de la Super Bowl junto a su pareja, el futbolista Travis Kelce. Los comentarios vienen por parte de influencers conservadores, pero también de periodistas y políticos. “Haters gonna hate” (los odiadores odiarán), que decía ella.