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La respuesta en Twitter a Celia Villalobos: “Mi padre albañil, con sus manos deformadas, no podría jugar al Candy Crush”
Julio Pérez es de A Coruña y lleva desde los 17 años trabajando en la obra. Eso le ha generado multitud de problemas físicos. Entre éstos, ha tenido problemas de espalda, en las piernas y sus manos están deformadas y llenas de callos. Este año cumplirá 65 y se jubilará al fin, tras no haber podido hacerlo antes si no quería que le recortasen la pensión. Ni los problemas de salud le habrían servido para no tener menos paga tras retirarse. Una historia que ha utilizado su hijo Julio para responder a Celia Villalobos, que este martes dijo, sin datos que lo avalasen, que había gente que “pasaba más tiempo cobrando la pensión que trabajando”.
“Siempre ha sido albañil. Se ha tragado temporales de todo tipo, sea subido en tejados o desde el suelo, y estas inclemencias también pasan factura. Esto le ha provocado que tenga los dedos enormes y torcidos. Por eso decía que él no podría jugar al Candy Crush”, señala a eldiario.es el autor del tuit, que se refiere a cuando cazaron a Celia Villalobos jugando a un juego similar al mencionado durante un debate sobre el Estado de la Nación.
Otro de los motivos por los que Julio Pérez exigió que Villalobos diese lecciones “a otros” es que su padre también, como casi todos los obreros, ha conocido el paro y ha vivido situaciones de impagos trabajos sin cobrar. En los años más duros de la crisis, la empresa donde Pérez padre trabajaba quebró. “Él se negó a firmar vacaciones y nómina que no había cobrado, y eso le sirvió durante el juicio contra la compañía. Eso sí, tuvo que esperar a que se lo pagas el Fogasa”, aclara su hijo, que recuerda que ahí estuvo “entre 7 y 9 meses en paro”.
Entre los problemas de salud que le ha provocado toda la vida en el andamio está la estenosis lumbar, una dolencia que provoca dolores en la espalda y las piernas. A esto hay que sumarle sensaciones de hormigueo y pérdida de fuerza, aunque también puede concentrarse en una sola pierna. Desde entonces, va habitualmente a sesiones con un fisioterapeuta, que paga él mismo de su bolsillo. “Ahí vimos la opción de que se jubilase antes de los 65”, dice Julio Pérez. Algo que su padre no hizo finalmente por el recorte que sufriría su pensión, debido a la penalización que existe sobre las jubilaciones anticipadas.
La exministra también propuso a los trabajadores ahorrar desde los 45 años, además de sentenciar que ella estaba “divinamente” a los 68 y quería esperar a jubilarse hasta los 80. Algo a lo que no pueden aspirar muchos obreros, como el padre de Julio Pérez. “Él ha rozado los mil euros todos estos años, y ha seguido con todos sus problemas de salud porque no ha tenido más remedio. Pero este año se jubilará al fin. Está muy cansado, madruga mucho, llega tarde a casa... Y ya llega a su fin. Es su derecho”, destaca el autor del tuit, que ya ha superado los 8.000 retuits.