Hay gente que hace que lo difícil parezca fácil. Pablo Rochat es uno de ellos y posiblemente una de las cuentas más creativas de todo Internet. Un auténtico genio que sabe lo que significa ser viral y poder vivir de ello.
Este publicista de 32 años lleva tres años compartiendo su trabajo tanto en su perfil como en su blog en el que reúne a más de 720.000 seguidores por todo el mundo. El universo visual que ofrece está lleno de humor y originalidad y le ha llevado a ser uno de los creativos más codiciados de todo San Francisco.
Dedicó su infancia al arte y a los deportes queriendo seguir los pasos de su madre, la conocida pintora Rana Rochat. Sabía a qué se quería dedicar, así que ingresó en la Escuela de Diseño de Rhode Island. Tras graduarse, trabajó como diseñador para Microsoft y como director del ‘Creative Lab’ en Tinder. Hace tres años, abrió su propio estudio.
“Llevo varios años trabajando en publicidad y siempre me ha gustado hacer bromas tanto de la industria como de las grandes marcas involucradas. Hay marcas a las que es muy fácil trollear (vacilar), especialmente las que intentan mantener una imagen de elegancia, de modo que Apple es un objetivo perfecto”, aseguraba en una entrevista con la editorial alemana Gestalten.
Una de sus bromas más famosas es la de imprimir pegatinas de los Airpods de Apple y pegarlas en los suelos de toda la ciudad.
Su trabajo es muy versátil y variado, tanto que él mismo confiesa que le molesta no tener una estética más reconocible o ser más consistente con su marca. Aun así, reconoce que tiene sus ventajas porque le permite no estar atado a un estilo ni imagen determinada. Continúa experimentando mientras afirma que “no todas las marcas están dispuestas a contratarle” pero si alguna se le acerca, es porque entiende su estilo lúdico“.
Su objetivo pasa por una transformación de lo cotidiano en una experiencia divertida y sorprendente para el usuario. Para él, la publicidad es un terreno lo suficientemente fértil para desarrollar su inventiva pero muchas veces es necesario diluir una visión más arriesgada para alcanzar una audiencia mayor sin demasiado riesgo. Como explicó en el HuffPost, “el 99% de las tomas de decisiones en publicidad son aburridas ya que las agencias están limitadas por clientes reacios al riesgo”. En su caso, el estilo y el riesgo son inseparables. Para poder experimentar libremente y trabajar de manera diferente decidió lanzar su propio estudio en 2017.
“A medida que mi repercusión en Instagram comenzó a crecer, tuve más exposición a diferentes equipos de marca y compañías de medios que querían trabajar directamente conmigo. Esto me dio la oportunidad de comenzar a brindar mi propio servicio creativo independiente ” compartía en la editorial alemana Gestalten. Desde entonces ha trabajado para grandes empresas como Apple, Netflix, Facebook, Nike, NBC o The New York Times. En la actualidad, el ritmo de creación no decae ni a nivel profesional ni a nivel personal, ya que continúa abasteciéndonos a diario con obras de lo más variopintas.
Algunos le ven como el gran bromista de las redes sociales porque hacer reír con cualquier cosa no está al alcance de cualquiera. Rochat siempre supo que quería captar la atención de la gente con sus proyectos y confiaba en el camino que abriría su habilidad creativa, receta que exporta en cada una de las publicaciones que comparte.
Aunque el precio que paga por lograr captar la atención del público es elevado ya que no han sido pocas las plataformas y particulares que han utilizado su trabajo sin atribuirle crédito satisfaciendo sus propias necesidades y consiguiendo rédito económico sin su consentimiento. “Se corre el riesgo de que alguien publique tu trabajo para su propio beneficio. Me pasa mucho y me duele. Pero del trabajo original que publico me han salido oportunidades como la de renunciar a mi trabajo y empezar mi propio estudio de contenido. Creo que las ventajas superan lo negativo”, respondía en Gestalten.
Es cierto que la legislación en redes sociales apenas existe y muchos creadores como Pablo se ven afectados por estos vacíos legales todavía sin cubrir, pero él no se desanima y continúa trabajando para alimentar a sus seguidores con su dosis diaria de ‘Rochat’: “Estoy constantemente buscando nuevas formas de sorprender a la audiencia de Instagram”. ¡Y vaya si lo consigue!