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Por qué los despidos en Podemos eran una noticia para eldiario.es
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Uno de los asuntos más polémicos esta semana en la comunidad de eldiario.es ha sido esta noticia que publicamos el jueves: Podemos despide con 20 días a los partidarios de Iñigo Errejón. Algunos socios han pedido su baja a raíz de esta información y, en los comentarios, muchos lectores cuestionaban la noticia en términos bastante críticos con este diario y con el periodista que la firma, Aitor Riveiro. Otros la defendían.
Como director de eldiario.es, estuve participando en ese debate en los comentarios. Allí puede seguirse toda la conversación que supongo varios habréis leído ya. Como también tuvimos algunas quejas en el buzón de socios y en las redes sociales, he decidido recopilar mis respuestas y contestar también desde eldiario.es responde.
Al margen de ese debate, han llegado también a este buzón un par de preguntas interesantes sobre otros temas. Empiezo por ellas y luego paso a las preguntas sobre la noticia de los despidos en Podemos.
Hola, Pau. En la redacción hemos debatido bastante sobre este tema. Se trata de un caso que ocurrió hace un año y que hasta ahora no se conocía –en gran medida porque afecta a menores y la justicia intentó proteger la identidad de la víctima para evitar un daño aún mayor–. Lamentablemente, las violaciones en grupo no son un suceso puntual que ocurra cada mucho tiempo. Hay decenas cada año en España –54 solo el año pasado–, y no informamos de cada uno de estos casos, sino del problema general.
He trasladado tu pregunta a Ana Requena, la redactora jefa de Género. Me explica esto:
Desde que saliera a la luz el caso de 'la manada', especialmente desde el juicio y la posterior sentencia, la violencia sexual está mucho más presente mediáticamente. Conocemos más casos, tanto de agresiones sexuales individuales como grupales. Eso nos obliga a hacernos algunas preguntas: ¿tenemos que publicar todos los casos que conocemos?, ¿por qué se conocen y publican unos casos y otros no?, ¿la mejor cobertura de la violencia sexual es la que se dedica a publicar sin filtro todos los casos que conocemos? No tenemos respuestas concluyentes para todas las preguntas, pero sí algunas orientaciones. Por ejemplo, que no tenemos capacidad de investigar o aportar información propia a cada caso que sale a la luz. Que la cobertura de la violencia sexual debe tratar de no revictimizar a las víctimas mediante relatos que, lejos de aportar contexto, solo incluyen detalles más morbosos que informativos.
En el caso de Azuqueca, la víctima es una menor de doce años, y la mayoría de agresores también lo son. Consideramos que esa circunstancia implica necesariamente una mayor protección. Volviendo al caso de 'la manada', la atención del caso supuso una presión enorme para la denunciante y su entorno. En la agresión de Azuqueca, estamos hablando, insisto, de una niña de doce años. ¿Ayuda ese caso a comprender la violencia sexual de una manera novedosa?, ¿sabemos algo que no supiéramos sobre la violencia sexual después de conocer este caso? Creo que la respuesta a las dos preguntas es no. Seguimos pensando y debatiendo sobre cuál es la mejor forma de llevar a cabo estas coberturas. Durante 2018 lanzamos una serie llamada 'Rompiendo el silencio' para contar historias sobre acoso y violencia sexual. Queríamos sacar a la luz historias que sirvieran, no solo para contar casos concretos, sino para contextualizar y explicar las diferentes formas y consecuencias que tiene la violencia sexual. Hablamos, por ejemplo, de las violaciones dentro de las parejas, del periplo que muchas mujeres sufren al ir a denunciar, de las agresiones por parte de familiares, de hombres con los que tienes una cita, o de las consecuencias psicológicas o sexuales de una violación.
Lo que define a la violencia sexual no es el origen de víctimas o agresores, es el machismo y las relaciones de poder, y eso es algo que no deberíamos olvidar cuando los que tratan de desplazar el foco usan casos como el de Azuqueca para reforzar sus programas electorales.
Hola, Liliana. No había visto ese artículo patrocinado que mencionas hasta que me lo mandaste. En efecto, es publicidad y está etiquetada como tal. Lo paga una web de reserva de viajes, no el gobierno israelí, que dudo se vaya a anunciar en eldiario.es teniendo en cuenta el tipo de periodismo que hacemos. Sobre Palestina nuestro compromiso es más que evidente. Hace muy poco dedicamos nuestra revista monográfica a la ocupación. He dado órdenes al equipo comercial de eldiario.es para que retiren ese contenido patrocinado. Ya está fuera de la web.
No es cierto que investiguemos más a Podemos que al PSOE y es fácil de demostrar. Uno de los casos de investigación más relevantes que hemos publicado en los últimos meses afectó precisamente a una ministra del PSOE, Carmen Montón, que tuvo que dimitir por nuestra exclusiva sobre su máster en la URJC.
Y por buscar un ejemplo más simétrico. Cuando el PSOE durante la gestora despidió a los trabajadores que consideraban del equipo de Pedro Sánchez, también se lo contamos a nuestros lectores.
Que hablemos de despidos en partidos o sindicatos –organizaciones que defienden el trabajo estable– no es tampoco novedad. Hace apenas unas semanas, por ejemplo, contamos las enormes irregularidades laborales de UGT en Galicia: pagos en B y contratos temporales durante más de una década.
La información sobre los despidos en Podemos creo que es mesurada y exacta, línea por línea. Si hay un responsable de ella soy siempre yo, más que mi compañero Aitor Riveiro. No solo porque sea el director y por tanto tenga la máxima responsabilidad de todo lo que publicamos (también de errores que no cometo yo y de los que me entero a posteriori). Sino porque en este caso revisé personalmente la noticia y el titular. Si hay algún problema en esta pieza, culpadme a mí y no al redactor.
Entiendo el enfado de algunos lectores que simpatizan con Podemos y les gustaría que no contáramos esta información. Es posible incluso que nos cueste algunas bajas de socios, cosa que lamento. Pero flaco favor haríamos a nuestros socios y lectores si aplicáramos a Podemos un rasero distinto al que usamos con los demás.
Por lo que sabemos al menos 2 de los 11 no están ni con Errejón ni en Más Madrid. No hemos dado el dato exacto porque no tenemos todos los casos. Sí sabemos que la mayoría son del equipo de Errejón y trabajan con él.
No es novedad que informemos sobre los despidos en los partidos. Solemos hacerlo siempre que tenemos la información. Como ejemplo, lo que publicamos cuando la gestora despidió a parte del equipo de Pedro Sánchez, o esta otra noticia que afectó a Ciudadanos.
Aplicar un despido improcedente significa asumir 33 días de indemnización si se trata, como en este caso, de trabajadores fijos con contrato indefinido. No tiene mucho que ver con mentir. La vía del despido ordinario es un despido más barato y que solo es aplicable en circunstancias muy concretas, que hay que demostrar.
Por lo que hemos contrastado con expertos laboralistas –hemos hablado con muchos antes de publicar– es dudoso que quitar presupuesto a la secretaría de Errejón sirva como excusa porque el partido es el mismo. Y si una empresa conocida dejase sin presupuesto un departamento para justificar 11 despidos baratos sería igualmente noticioso y lo publicaríamos.
Personalmente no cuestiono la decisión política de despedir a estas personas. Sería noticia igualmente, como contamos en otras ocasiones. Pero lo más noticioso es que Podemos utilice una vía para ahorrarse 13 días por año trabajado en la indemnización.
Creo que Aitor trabaja con un asunto muy sensible para nuestros lectores, porque una parte de ellos simpatizan con Podemos. Y en política a veces pasa como con el fútbol: hay noticias que mucha gente preferiría no leer. Pero me parece injusto que personalices en Aitor. El responsable de los errores siempre soy yo, más aún en este asunto que, como he contado antes, revisé en persona.
Aitor Riveiro no es un comentarista. Es uno de los periodistas de la redacción e informa sobre Podemos. No es un articulista de opinión, como otros colaboradores que tenemos en Zona Crítica y otros blogs.
Sé que para los votantes de Podemos en los últimos tiempos las noticias no son buenas, pero creo que es equivocado culpar al mensajero. Quien decide estos despidos con la mínima indemnización a un mes de las elecciones no es eldiario.es. Tampoco es culpa nuestra que el número uno de la lista de las Europeas, Pablo Bustinduy, haya dimitido, o que antes lo hiciera Ramón Espinar, ni tampoco es responsabilidad de eldiario.es el cisma interno provocado por la salida de Errejón.
Dentro de la crisis que vive Podemos, es debatible quién tiene más responsabilidad. Que si Errejón, que si Iglesias... Pero desde luego el responsable no puede ser eldiario.es por contar la verdad.
Y sí, nos podemos equivocar en nuestro trabajo en eldiario.es. Aitor y todos. Pero como director creo que Aitor está haciendo un buen trabajo con una cobertura extraordinariamente difícil, que desde luego no busca desinformar.
Si el problema es que informamos sobre Podemos y por eso algunos os queréis dar de baja, me temo que no tengo más respuesta que reafirmar a Aitor en su puesto y deciros que, sintiéndolo muchísimo, os habéis equivocado de periódico. Este diario no es el Marca hablando del Real Madrid o el Sport contando lo bueno que es el Barça.
No es la primera vez que nos pasa. También tuvimos unas cuantas bajas de socios de simpatizantes del PSOE hace pocos meses, cuando publicamos el máster de la ministra Montón. Lo he explicado en varias ocasiones: eldiario.es no es un medio de partido. Ni de Podemos, ni del PSOE, ni de Ciudadanos ni del PP ni de nadie.
Lo de Carmena con Guaidó claro que lo contamos. Tienes la noticia aquí.
En cuanto al titular del sábado al que te refieres de “minuto y resultado” –durante unas pocas horas titulamos esta información como 'Minuto y resultado de la confluencia para autonómicas y municipales: Podemos e IU solo han cerrado la mitad de las candidaturas'– lo cambié yo. Sin embargo, ponerlo no fue una decisión de Aitor sino de su jefe directo, el redactor jefe de política, José Precedo. Lo debatí con él ese sábado por la mañana y no pretendía ser humorístico o sarcástico. Precedo utilizó una expresión muy usada en el periodismo audiovisual para contar cómo estaba en ese momento la confluencia entre IU y Podemos. Pedí cambiarlo a primera hora de la mañana, cuando lo leí, porque, a diferencia de cómo lo veía Precedo, a mí sí me parecía algo frívolo.
Como explico siempre, claro que cometemos errores en eldiario.es. Errores que, cuando los detectamos, intentamos rectificar.
Hemos destacado la noticia de la baja de Pablo Bustinduy por encima de la de Victoria Rosell por una razón sencilla de explicar: que la incorporación de Rosell ya se intuía desde hace más de una semana (lo contamos aquí), mientras que la baja del cabeza de lista es una absoluta novedad, tan inesperada como sintomática.
Por comparar: imagínate qué pasaría si Josep Borrell anunciara que deja la política después de haber aceptado ser el cabeza de lista a las europeas del PSOE. Esto es igual.
Iñaki Gabilondo, en la entrevista que le hice hace unos días, lo explicaba bastante bien: “Los lectores piden a los periodistas imparcialidad, pero la piden desde su parcialidad. Cada uno de ellos se siente legitimado a ejercer su parcialidad”.
Y sí, esta es una de las cuestiones más difíciles para un periódico como eldiario.es, que depende tanto de sus socios para sobrevivir. Hagamos lo que hagamos, incluso si fuésemos perfectos y no cometiéramos ningún pequeño error, es inevitable que una parte de nuestros lectores, quiero pensar que pequeña, nos vaya a acusar de no ser imparciales, siempre partiendo de la base de su parcialidad.
Como también decía Gabilondo, lo que algunos nos piden es otra cosa: incondicionalidad. Y eso un periodista que realmente crea en este oficio nunca lo puede prometer. Solo somos incondicionales con la verdad.
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Lo dejo aquí. Gracias por vuestras preguntas, vuestras críticas y vuestro interés. Y gracias a los socios y socias que nos apoyáis, a pesar de todo.
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