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Martine Bertereau, Baronesa de Beausoleil e ingeniera de minas

Nacida hacia 1600 en una familia francesa noble, Martine Bertereau respiró minería desde pequeña, ya que su familia se dedicaba al negocio y ella se casó con Jean de Chastelet, Barón de Beausoleil, ingeniero de minas. Esto ayudó a que se convirtiera  en experta hasta tal punto que acompañó a su marido y trabajó con él en la prospección y evaluación de centenares de sitios mineros por toda Europa.

Comisionados por Enrique IV de Francia para realizar un estudio de lugares de interés minero en 1626, establecieron una base en la Bretaña donde tuvieron que sufrir la desconfianza del clero local, que temía usaban métodos demoníacos o brujería en su trabajo; en aquella época por ejemplo se usaban las horquillas de radiestesia para localizar yacimientos, aunque Martine y su marido también se basaban en métodos empíricos como los expuestos por el ingeniero romano Vitrubio.

Martine Betereau publicó dos textos sobre sus exploraciones, uno descriptivo y otro poético que era en realidad una alambicada petición a la corona francesa para que les abonasen los gastos del estudio; se cree que a cuenta de esta reclamación el gobierno francés hizo que ella y su marido fuesen procesados por brujería y encarcelados. Ambos acabaron muriendo en prisión. Se considera a la Baronesa de Beausoleil como la primera ingeniera de minas de la historia; en uno de sus libros defendió su capacidad como especialista en minería siendo mujer aludiendo incluso a las grandes heroínas de la historia clásica.

Imagen de Deutsche Fotothek, Dominio público.

Nacida hacia 1600 en una familia francesa noble, Martine Bertereau respiró minería desde pequeña, ya que su familia se dedicaba al negocio y ella se casó con Jean de Chastelet, Barón de Beausoleil, ingeniero de minas. Esto ayudó a que se convirtiera  en experta hasta tal punto que acompañó a su marido y trabajó con él en la prospección y evaluación de centenares de sitios mineros por toda Europa.

Comisionados por Enrique IV de Francia para realizar un estudio de lugares de interés minero en 1626, establecieron una base en la Bretaña donde tuvieron que sufrir la desconfianza del clero local, que temía usaban métodos demoníacos o brujería en su trabajo; en aquella época por ejemplo se usaban las horquillas de radiestesia para localizar yacimientos, aunque Martine y su marido también se basaban en métodos empíricos como los expuestos por el ingeniero romano Vitrubio.